lunes, 22 de julio de 2013

TERCER FESTEJO - TEMPORADA DE NOVILLADAS PLAZA MÉXICO: Puerta Grande se lleva la tarde

Los ganaderos de la tarde, dando vuelta al ruedo triunfal al lado, invitado por el novillero Miguel Alejandro. Foto: Jorge Raúl Nacif
JORGE RAÚL NACIF

Con dos ejemplares que fueron premiados con arrastre lento, la ganadería de Puerta Grande se llevó la tarde  de hoy en La México, festejo en el que Miguel Alejandro cortó la única oreja, Edgar Badillo ratificó sus buenas maneras y Jaime Ruiz resolvió con solvencia.

Miguel Alejandro fue de los líderes del escalafón mexicano en el año 2009, pues terminó dentro de los cinco primeros, pero tenía ya bastante tiempo que no actuaba en un festejo  formal y esto se notó, lo cual es importante mencionar para poner en contexto las situaciones y describir su actuación con mayor objetividad. No cabe duda que el leonés dibujó muy bellos trazos ante el sexto de la tarde y mostró clase, pero su falta actual de sitio le impidió mantener el nivel de los buenos momentos y su labor se desarrolló entre altibajos, en gran medida porque en ocasiones se destemplaba y en otras quedaba fuera de la distancia requerida.

Los mejores instantes ante este ejemplar, ante el que ejecutó tapatías con el capote y banderilleó invitando a Badillo, fueron por el pitón izquierdo, sobre todo en una tanda en la que corrió la mano con mucho sabor y que caló en los tendidos de este monumental coso. El ejemplar tuvo recorrido, clase en sus embestidas y quizá su principal virtud era acudir humillado,  aunque al final vino un poco a menos cuando el novillero se pasó de faena.

Y es que aunque no hubo del todo mando y estructura en la muleta de Alejandro, el torero de León también dejó un par de tandas con la diestra en la que llevó bien toreadas las embestidas de su estupendo colaborador, mostrando que tiene clase en su concepto del toreo. Ante los altibajos del trasteo, algún sector del público tomó partido por el novillo, mientras que el veterano novillero siguió mostrando actitud e incluso sufrió un arropón al adelantar un poco la suerte mientras toreaba al natural.

Remató su labor de una muy buena estocada, misma que fue de efectos letales y ante la que surgió una petición de oreja que el juez Jesús Morales consideró mayoritaria para otorgar un trofeo que el leonés tuvo que guardarse en el chaleco ante las protestas del público. Fuerte ovación para los ganaderos cuando salieron de su palco para dar la vuelta junto al novillero, mismas palmas que antes habían acompañado los restos mortales del magnífico astado.

Su primero fue un ejemplar capacho que tuvo nobleza, aunque le faltó un puntito de transmisión. Miguel Alejandro estructuró un trasteo que tuvo algunos pasajes de interés y buen calado, como los naturales que ahí dejó para el recuerdo, aunque su labor no logró tomar mayor vuelo.

Edgar Badillo ratificó las buenas maneras que había dejado hace un par de semanas en este mismo coso. Aunque todavía está verde y poco toreado, el zacatecano tiene la virtud de conectar pronto con el público y además sabe correr la mano con variedad. Lidió en primer término a un precioso colorado que fue bravo y tuvo transmisión, y ante el que cubrió el segundo tercio con más mérito que lucimiento, luego de mostrarse creativo con el capote al realizar un quite por faroles invertidos.

Inició su faena toreando por derecha y de rodillas, para luego seguir por ese mismo perfil en un par de tandas que tuvieron ligazón y sabor, aprovechando en la medida de lo posible el fuelle y la clase del ejemplar, al que había que llevar siempre muy toreado y con mando, pues no era un novillo fácil pese a su calidad.

También con la zurda dejó trazos con calidad, antes de ser empitonado en un descuido. Se levantó y volvió a sufrir una voltereta, en lo que fue el momento dramático de la tarde. Dejó una estocada, no fue suficiente y tuvo que utilizar el descabello, para saludar una ovación desde el tercio, mientras que al colorado se le premió con arrastre lento.

Su segundo, al que también le colocó banderillas, tenía una distancia muy precisa y poco a poco Badillo lo fue entendiendo hasta que su faena alcanzó momentos destacados, toreando por ambos perfiles y mostrando temple en su pulso muletero, aunque en ocasiones, debido a su verdor, no quedaba del todo bien colocado entre pase y pase hacia el final de las tandas. Falló con el acero y todo quedó en una nueva y cariñosa ovación.

Jaime Ruiz tuvo una actuación solvente delante de sus dos enemigos, pero no logró calentar el ambiente. El primero de su lote era manejable, pero tenía poca fuerza y, por ende, carecía de transmisión de cara a los tendidos, y de igual maneta el tlaxcalteca no terminó por enfibrarse, rematando una labor en la que dejó ver sus avances técnicos, pues resolvió sin mayores complicaciones.

Ante su segundo, un novillo noble y que metía bien la cabeza aunque era tardito y no terminaba por emplearse del todo, Ruiz dejó destellos de su empaque con la muleta en la zurda e hizo el esfuerzo por agradar, aunque sin lograr terminar de meter a la gente en su faena. Nuevamente solventó con decoro y se retiró entre algunas palmas tras escuchar un aviso al alargar en demasía su trasteo.

FICHA DEL FESTEJO
Seis novillos de Puerta Grande, de buena presentación y manejables en términos generales, entre los que destacaron 2o. y 6o., premiados con arrastre lento. Pesos: 395, 405, 407, 377, 411 y 395 kilos.
Jaime Ruiz (burdeos y oro): Palmas y silencio tras aviso.
Edgar Badillo (turquesa y oro): Ovación en su lote.
Miguel Alejandro (olivo y oro): Silencio y oreja con protestas.
Incidencias: Los ganaderos de Puerta Grande -la familia Salas Luján- dieron la vuelta al ruedo con Miguel Alejandro tras la muerte del 6º. *** Destacó con las banderillas Edmundo Navarro.
México, D.F.- Plaza México. Tercera novillada de la Temporada Chica 2013. Unas tres mil personas en tarde agradable, con algunas ráfagas de viento y ligera lluvia durante la lidia del 4º.

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