Los toros de Alcurrucén, de Urda (Toledo, centro
de España), protagonizaron hoy el primer encierro de los sanfermines de Pamplona, en un recorrido largo, peligroso y limpio,
en el que cuatro personas, entre ellas un australiano, un británico y una
norteamericana, resultaron heridos leves.
Como es tradicional, a las ocho de la mañana, el cohete ha
dado en los Corrales de Santo Domingo salida a los astados por la cuesta de Santo Domingo, en la que los
mozos han realizado las primeras carreras de 2013, por un recorrido de unos 850
metros que transcurre hasta la plaza de toros y que tiene una duración de en
torno a los dos minutos.
En este primer encierro de 2013, los astados necesitaron,
sin embargo, más de cuatro minutos para llegar a los corrales debido a que uno
de ellos quedó rezagado a la entrada en la plaza y en solitario generó momentos
de peligro entre los mozos, que no eran capaces de encauzarlo.
Sorprendente y afortunadamente, el toro no embistió y el
encierro concluyó sin cornadas con varios contusionados y cuatro heridos, tres
hombres y una mujer, que fueron atendidos en hospitales de la ciudad.
Según fuentes del Complejo hospitalaria de Navarra, hasta el
antiguo Hospital de Navarra fue conducido J.C., un varón australiano de 24 años
que presentaba un traumatismo craneal en la frente, de carácter leve. A ese
mismo centro sanitario fue trasladado desde el tramo del callejón el británico
J.D., de 44 años, que ha sufrido traumatismos en las rodillas de carácter leve.
En la famosa cuesta de
Santo Domingo, inicio del encierro, resultó herido el pamplonés E.S.N., de
36 años, quien presenta una rotura de cúbito y radio, por lo que tendrá que
entrar en quirófano y quedará ingresado.
En el Hospital Virgen del Camino está la norteamericana
C.S., de 26 años, quien ha sufrido en el tramo
de Mercaderes un traumatismo facial, al parecer leve, aunque ha quedado en
observación.
Pese a los incidentes, el vallado del encierro por el casco
viejo de la ciudad, lleno de gentío este primer fin de semana de los
sanfermines, que concluirán el próximo domingo 14 de julio, fue, hoy y una vez
más, una auténtica fiesta.
Los encierros del año pasado dejaron un saldo de cuatro
heridos por asta de toro, mientras que 41 personas fueron trasladadas a los
centros sanitarios y 388 recibieron atención de diferente tipo en el recorrido,
que llegan a cubrir más de 4.000 corredores algunos días.
Más de medio millar de personas, entre ellas 150 sanitarios
y personal médico, se despliegan en el recorrido para garantizar que los
encierros se desarrollen con la máxima seguridad, que se completa con distintas
unidades en los centros hospitalarios de la capital navarra para atender a los
heridos. / EFE
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