Alberto Aguilar, luciendo a gran |
ANDRÉ VIARD
MONT DE MARSAN (Francia).- La corrida que
lidió hoy la ganadería "torista"
de Victorino Martín, seria y
encastada, y con un toro premiado con la vuelta al ruedo, fue la gran
protagonista de la cuarta de feria de Mont de Marsan (Francia).
Después de cinco temporadas sin acudir a Mont
de Marsan, hoy ha regresado Victorino Martin a esta plaza tan emblemática para
él, con una corrida seria de hechuras y comportamiento. El quinto, "Garduño", fue justamente
premiado con la vuelta al ruedo. De haber acertado con las espadas, Juan
Bautista y Alberto Aguilar hubieron tocado pelo.
Bautista se encontró en primer lugar con un
toro bravo pero sin poder, con las fuerzas justas pero con buen son por el
pitón izquierdo, sobre el cual el torero galo basó su faena de forma
inteligente, compuesta de cuatro tandas templadas y ligadas. Cuando probó el
otro pitón el toro no respondió igual. El pinchazo previo a una estocada baja
le privaron de una oreja.
Su segundo fue un toro encastado, al que
recibió de capote con hondura. Bravo en dos varas duras, el toro mostró su
sentido poniendo en apuros a Alberto Aguilar en su turno de quites. El astado
desarrolló mucho sentido por el pitón izquierdo, y se dejó mejor por el
derecho, donde Bautista, aprovechando los viajes hacia el centro, ligó varias
tandas meritorias. Con pundonor el torero francés cogió la muleta con la mano
zurda y después de aguantar algunas miradas, consiguió darle al "victorino" varios naturales
de mucha exposición. Volvió sobre el pitón derecho para un final ligado en
corto. Escuchó un aviso antes de coger la espada, para dejar una entera y
descabello en el mismo centro del ruedo. Saludó una ovación.
Alberto Aguilar desaprovechó la oportunidad de
hacerse con un triunfo importante al no matar al magnífico quinto como se
merecía. De haberlo hecho a primeras, hubiera, seguramente, cortado las dos
orejas, a pesar de no haber estado a la altura que exigía tan bravo y buen
animal. La faena fue larga, entregada, animada, con algunos muletazos buenos,
pero el conjunto pecó de ligereza. Sin embargo, con el público entregado, el
triunfo estaba asegurado.
Su primero fue un toro de mucho sentido,
pegajoso, esperando en banderillas, algo gazapón en la lidia, y que se le coló
al segundo muletazo. Medio rompió por el pitón derecho, pero no hubo acople al
principio. Si lo hubo después, en una serie entregada. Faena de corazón. Mato
de pinchazo hondo y de una entera. Hubo palmas en el arrastre.
Al primero de David Mora lo castigaron de lo
lindo en tres varas -la primera muy dura- lo que le impidió desarrollar el buen
fondo que se le adivinaba. Mora le dio varios naturales muy buenos sin poder
ligar por la falta de fuelle de su oponente. Pinchazo y entera de efecto
rápido. El último se desplazó bien en el capote de Mora que le dio varios
lances de bello trazo, pero después del tercio de varas el toro bajó de tono.
Mora lo enganchó muy bien y por abajo por el pitón izquierdo, pero los
muletazos resultaron cortos, porque el toro no podía dar más. / EFE
FICHA
DEL FESTEJO
Toros de Victorino Martin, con trapío y caras
"asaltilladas", encastados en conjunto y bravos en el caballo. El
mejor, por ser el más completo, el quinto, premiado con la vuelta al ruedo.
El primero, que tuvo buen son por el pitón izquierdo pero
pocas fuerzas, y el tercero, noble y humillador, pero que dejo sus fuerzas en
el caballo, también dieron posibilidades. Exigente por encastado y algo de
sentido, el cuarto; pegajoso y con sentido el segundo; y bravo pero corto y a
menos el último.
Juan Bautista, palmas y ovación tras aviso.
Alberto Aguilar, vuelta y ovación tras aviso.
David Mora, palmas y silencio.
En cuadrillas, Curro Robles saludó tras banderillear al cuarto. *** La plaza se llenó en una tarde calurosa.
En cuadrillas, Curro Robles saludó tras banderillear al cuarto. *** La plaza se llenó en una tarde calurosa.
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