miércoles, 30 de noviembre de 2011

Padilla abandona el hospital: «Voy a luchar lo indecible para volver a torear»

Tras recibir el alta de la clínica de Sevilla, pidió a la afición: «No sienta pena por este torero, porque me ha cogido un toro por elegir esta profesión».
SEVILLA.- El matador Juan José Padilla ha abandonado el hospital Virgen del Rocío esta mañana, donde se encontraba ingresado desde el pasado lunes y tras la intervención quirúrgica a la que fue sometido para reconstruir el nervio facial de la zona izquierda de su cara.

El torero jerezano compareció esta mañana ante los medios de comunicación acompañado por su esposa, Lidia Cabello, sus padres y su hombre de confianza, Diego Robles.

Igualmente ha estado acompañado del doctor Alberto García Perla, que ha dirigido al equipo de 18 profesionales que intervinieron al torero la pasada semana por espacio de once horas.

Juan José Padilla, que se emocionó en varios momentos, ha agradecido la labor realizada por el Virgen del Rocío y ha dicho que «aquí estoy para poder volver a una vida mejor. Tengo mucha esperanza en volver a torear y en volver a los ruedos. A la afición le digo que no sienta pena por este torero, porque me ha cogido un toro por haber escogido yo esta profesión. Voy a luchar lo indecible para volver a torear».

La rehabilitación va a comenzar dentro de entre diez y quince días y se va a llevar a cabo conjuntamente entre el hospital Virgen del Rocío y un centro hospitalario de Jerez de la Frontera.

A la salida del hospital, Juan José Padilla ha sentido el cariño de las personas que allí estaban, que le han despedido con una fortísima ovación. / FERNANDO CARRASCO – Diario ABC de España

El Cordobés, de los ruedos a presentador televisivo

El torero madrileño “matará tigritos” en este invierno en un programa que le hará vivir unas cuantas semanas en las pampas gauchas.
La cadena de televisión Cuatro estrenará próximamente un reality show en el que Manuel Díaz “El Cordobés” será protagonista junto con un grupo de jóvenes que tienen problemas familiares. El torero viajará a Argentina junto a los participantes del nuevo programa para intentar solventar, mediante la convivencia, esos problemas de comunicación con sus seres queridos. El Cordobés hará vida con los jóvenes en un rancho de La Pampa donde los muchachos simultanearán las labores propias de la granja con las sesiones de terapia.

El programa, inspirado en el coaching y la superación personal, estará producido por Plural Entertainment y La Competencia y seguirá la línea marcada por el docu-reality "El Campamento". / Redacción APLAUSOS

A la venta el libro "Ramón Vila"

En las librerías desde este miércoles. "Que nadie piense que es un libro sobre cornadas", afirma el autor.
Este miércoles sale a la venta en España el libro "Ramón Vila", obra de nuestro compañero Víctor García-Rayo, una cuidada biografía de quien ha ocupado durante treinta y tres años el cargo de cirujano jefe de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla.

El volumen, editado por Abec, resume la vida de Ramón Vila desde su nacimiento en el sevillano barrio de San Lorenzo hasta su jubilación, acaecida este mismo año y, en palabras del propio autor, "supone una semblanza del doctor no sólo desde del punto de vista de su faceta profesional como médico y cirujano taurino, sino también desde el prisma más personal del hombre", afirma García-Rayo, que añade: "Que nadie piense que es un libro sobre cornadas, por otra parte inherentes a su profesión, es más bien un libro sobre su persona, muy periodístico y para cuya confección he contado en todo momento con la colaboración del protagonista".

El libro, repleto de datos y vivencias en sus cerca de 200 páginas, cuenta además con un amplio trabajo fotográfico y, entre otros muchos temas, ahonda en la relación de amistad que el doctor Vila mantuvo con Paquirri: "Desde siempre me pregunté por qué el maestro en sus últimos momentos de vida en Pozoblanco rogó tener a Ramón Vila a su lado. Desde aquel momento quise profundizar en el personaje y, poco a poco, con el paso del tiempo, he ido descubriendo a un hombre de lo más peculiar que, por otra parte, ha sido uno de los más grandes en el mundo de la cirugía taurina", concluye.

"Ramón Vila", obra del escritor y periodista que lleva en esta casa desde 1994, puede adquirirse en las librerías al precio de 21 euros.

Adiós a Diego Valor

Ha muerto Diego Valor. En entrega y ambición de triunfo no le ganó nadie. Lo vi debutar de novillero en una nocturna de Las Arenas de Barcelona, acompañado por Marqueño y Juan Vila. Enfundado en un ajado vestido verde con bordados negros, seguramente alquilado, lanzó su primer “quiquiriquí” de gallo de pelea. Aquello fue una revolución. Comenzaba a dar verónicas en tablas y llegaba al centro del ruedo para rematar con tres chicuelinas de espanto. Luego con la muleta, le importaba un bledo que el novillo embistiera de un modo u otro, que él le ganaba terreno a cada muletazo pasándoselo angustiosamente por la faja. Luego, con la espada se volcaba en el morrillo sin importarle que los pitones le arrancaran la pechera de la camisola. Cortó las orejas y los rabos a los dos novillos de su lote y además se hartó de hacer quites siempre que tuvo ocasión. Era incansable. A las dos de la mañana, quien ya sería para siempre Diego Valor, marchaba en hombros por la Gran Vía hasta el modesto hotel de Las Ramblas donde se hospedaba.

Desde esa noche fue el ojito derecho del abuelo Balañá, que sabía muy bien donde había un torero de postín apenas desplegaba el capote. Diego se convirtió en torero de Barcelona, y de Las Arenas pasó a La Monumental donde repitió triunfo en cada actuación. De Barcelona salió catapultado. En la Ciudad Condal compitió muchas tardes con Paco Camino, con el que enseguida hizo una gran amistad. Juntos, ya de matadores de toros, llenaban cada tarde el coliseo de la calle de Marina, en cuyo ruedo escribieron muchas páginas gloriosas. Puerta era un peligro para cualquier torero, porque su valor era inagotable y las cornadas (más de cincuenta) no hicieron nunca mella en su ánimo.

Su corazón ha dejado de latir, pero Diego será inmortal en las páginas de la historia del toreo, y su nombre y su imagen chispeante permanecerán para siempre en el recuerdo de quienes tantas tardes lo vimos jugarse la femoral en los ruedos. La última vez que hablé con él fue en la puerta del Hotel Colón de Sevillla, donde estaba esperándole Fermín Murillo, gran amigo suyo, también ya en el palco de la Gloria donde viven su eternidad los toreos buenos. Seguía siendo un cascabel. Su alegría era contagiosa. ¡Qué tiempos! Con dos como él se acababa la crisis actual del toreo… / Paco Mora – Revista Aplausos

Fallece Diego Puerta en Sevilla a los 70 años de edad

Desde la 7 de la tarde se vela su cuerpo en la capilla ardiente instalada en el Ayuntamiento de Sevilla. El funeral tendrá lugar este jueves en la Parroquia de San Bernardo a las 12 del mediodía.
Diego Puerta, uno de los toreros más relevantes y carismáticos del siglo XX, ha fallecido la madrugada de este miercoles en Sevilla a los setenta años de edad tras varios años luchando con una larga enfermedad. Los restos mortales del diestro sevillano, que falleció a consecuencia de un fallo multiorgánico, han permanecido toda la mañana y parte de la tarde en el domicilo familiar de Camas. Desde las 19 horas se vela su cuerpo en la capilla ardiente instalada en el Ayuntamiento de Sevilla. El funeral será oficiado mañana a las 12 del mediodía en la Parroquia de San Bernardo y a las 15 horas será trasladado al crematorio de la localidad sevillana de La Algaba, donde será incinerado.

Diego Puerta Diánez nació en el barrio de San Bernardo de Sevilla el 28 de mayo de 1941. Hijo de un empleado del matadero municipal, es allí donde realizó sus primeros escarceos ante reses bravas. Tras vestir su primer traje de luces el 16 de septiembre de 1955 en Aracena, debutó con caballos el 7 de octubre del año siguiente en la plaza Vistalegre de Carabanchel. Tras actuar durante dos años como novillero con picadores -obteniendo éxitos en plazas como Barcelona y Las Ventas de Madrid- tomó la alternativa el 29 de septiembre de 1958 en Sevilla, de manos de Luis Miguel Dominguín y en presencia de Gregorio Sánchez. El toro de la ceremonia atendió por "Zambombero", número 296, negro, de Arellano.

El 20 de mayo de 1960 confirmó su doctorado en Las Ventas, de manos de Manolo González, en presencia de Antonio Borrero "Chamaco" y ante el toro "Malagueño", número 8, de 506 kilos de peso y perteneciente a la vacada de Bernabé Fernández. Muy castigado por los toros durante toda su carrera -recibió más de medio centenar de cornadas-, ocupó un destacado lugar en la torería durante la década de los sesenta y comienzos de los setenta -época en la que se hizo famoso el cartel de Puerta, Camino y El Viti-, triunfando en todas las plazas del orbe taurino.

Además, fue ganadero de reses bravas, presidente del Montepío de Toreros y recibió el mismo día de su retirada la Cruz de Beneficencia. Su última corrida de luces tuvo lugar el 12 de octubre de 1974 -sólo tres días después de ser herido en Zaragoza- cuando actuó en Sevilla mano a mano con su amigo y competidor Paco Camino en la lidia de reses de Urquijo, a la última de las cuales le cortó una oreja.

Desde esta trubuna queremos enviar nuestro más sincero pésame a toda la familia del querido diestro de San Bernardo. / Redacción APLAUSOS

El toreo recuerda a Diego Puerta

El maestro Santiago Martín "El Viti" recibió la noticia a primera hora de la mañana en domicilio de Salamanca: “Estaba muy pendiente de su evolución y por lo que me contaban desde hace días lo tenía asumido, por lo que he pasado mal toda esta semana. Fuimos una piña y toreamos juntos 156 tardes. Con él compartí los mejores años de mi vida. Siempre lo admiré y para mí fue un espejo por su entrega, por su valor y por su torería. Fíjate lo grande que ha sido ese Diego que al principio lo cogían mucho los toros por tanto como se arrimaba y después él supo siguió teniendo tanta entrega, pero sin que los toros lo cogieron. Y eso es muy meritorio. Diego ha sido un torero grandioso, que marco una época y que siempre dio la cara ante los públicos”.

Puerta, Camino y El Viti fue el gran cartel de los años 60, “en la plaza íbamos cada uno a lo nuestro, pero en la calle éramos como hermanos. Nos veíamos con frecuencia y este año estuve con él varias veces. Una de ellas, aquí en Salamanca, cuando vino con Paco y con Gregorio para la celebración de mis cincuenta años como matador de toros. Con él se va una época del toreo y un hombre bondadoso, pendiente de sus amigos, con un humor muy especial. Lo voy a echar mucho de menos”.

PABLO LOZANO: "Fue un hombre íntegro y formal"

"Estas cosas tienen que pasar pero no son nada agradables. Me unía una gran relación con él y lo cierto es que llevaba fallándole la salud desde hace mucho tiempo. Él tuvo un accidente de tráfico hace unos cuantos años y no se quedó bien e imagino que de aquello ha derivado este triste final, porque ha muerto joven".

Lozano se deshace en elogios hacia Puerta: "Como persona no puedo hablar más que bien de él porque compartimos varios negocios y siempre fue un hombre íntegro y formal. Lo que él decía iba a misa. Luego, como torero, no tengo nada más que añadir a lo que ya sabe todo el mundo: ha sido uno de los más valientes y honrados que ha existido en la historia del toreo, de muchísimo temperamento, no dejándose ganar la pelea nunca y, en definitiva, una gran figura".

ANDRÉS VÁZQUEZ: “Al toreo de hoy le hacen falta dos o tres Diego Puerta”

El maestro zamorano Andrés Vázquez se emociona al conocer la noticia: “Sabía que la salud le fallaba, pero ni de cerca podía esperar este triste desenlace. No hace mucho, creo que fue antes del verano, coincidimos en un coloquio y pasamos un rato estupendo. Nos reímos mucho y disfrutamos rebobinando la película de nuestra vida. No me hago a la idea, creo que al toreo de hoy le hacen falta dos o tres Diego Puerta con esa casta y ese amor propio. Era un perro de presa y cuando toreabas con él sabía que el esfuerzo era enorme, porque no perdonaba a nadie. Toreé muchas corridas con él, pero muchas. La primera fue en Bilbao, una de Carlos Urquijo. Él en el primero no pudo hacer nada, mientras que yo en el primero mío corté dos orejas y Camino también cortó otra en su primero. Pues no veas cuando salió el cuarto con ese Puerta arrimándose y buscando el triunfo. Le cortó dos orejas y dejó el sello de su grandeza. Siento mucha pena”.

GREGORIO SÁNCHEZ: "Estoy deshecho por la noticia"

Gregorio Sánchez fue testigo el día de la alternativa de Diego Puerta, que le fue concedida por Luis Miguel Dominguín en la Maestranza de Sevilla en 1958: "Estoy deshecho por la noticia; cuando me han llamado y me lo han dicho no me lo podía creer. Siempre se dice lo mismo, pero en este caso es más verdad que nunca: era una grandiosa persona y un grandioso torero. Tenía un valor desmedido, se arrimaba todas las tardes y por eso tenía más de cincuenta cornadas. Destacó en una época dorada del toreo, en la que era muy difícil destacar por la gran cantidad de figuras que había, pero él, con ese valor y ese toreo tan bueno se abrió camino rápido. Nunca se dejó ganar la pelea, salía enrabietado y a jugársela todas las tardes. Este viernes día 2 nos iban a dar en Foios, un pueblecito de Valencia, un homenaje a él, a El Viti y a mí y, mira por donde, él ya nunca podrá estar...".

ÁNGEL PERALTA: "Tenía todas las cualidades"

"Para mí ha sido un torero extraordinario, valiente al cien por cien, un hombre al que le han pegado los toros muy fuerte y siempre volvía con la misma intensidad o más. Le conocí desde que él empezó a torear sobre los años cincuenta y además era un torero con arte, en definitiva, una gran figura del toreo. Y después como persona y como amigo amigo ha sido un tío extraordinario, ha sido amigo nuestro hasta ahora que estoy enterándome de su fallecimiento. Era un hombre muy ordenado en sus cosas, un hombre muy familiar, un gran padre... Tenía todas las cualidades".

NIÑO DE LA CAPEA: “Fue un ejemplo de pundonor y amor propio”

Pedro Gutiérrez Moya toreó mucho Diego Puerta: “Durante tres años desde que tomé la alternativa hasta que él se retiró, en octubre de 1974. De él me quedo con su pundonor y amor propio que tuvo hasta el último que se vistió de torero. Era todo un ejemplo del que tratábamos de aprender, porque nunca dio un paso atrás y siempre lo daba todo en la plaza. Fue un torero de masas, que acudía la gente a verlo porque nunca dejaba descontento a nadie. Hoy es un día de luto para el toreo”.

JOAQUÍN BERNADÓ: "Salió a darlo todo durante toda su trayectoria"

"Sabía que estaba muy delicado, pero la noticia de su fallecimiento la estoy recibiendo ahora. Conocí a Diego desde sus principios como novillero cuando toreó en Vistalegre y sobre todo en Barcelona que fue la plaza que le lanzó como a tantos y tantos toreros. En esa época yo ya era matador de toros y cuando él tomó la alternativa toreé muchas tardes a su lado en España y en América".

Como torero, "Diego ha pasado a la historia del toreo como uno de los más valientes que ha habido, pero sobre todo era un torero de una gran responsabilidad y no sólo valiente: toreaba con un corte y una gracia de torero sevillano que es lo que le hizo ser lo que realmente fue, una gran figura del toreo. Toda su trayectoria hasta su despedida en Sevilla salió a darlo todo".

PEPE LIMEÑO: "Tenía un valor indomable y una ambición tremenda"

"Es la primera noticia que tengo y me quedo helado. No me lo esperaba. De Diego tengo muchos recuerdos, desde torear de novillero en Barcelona hasta compartir cartel con él después muchas tardes como matador de toros. Un modelo a seguir, un torero extraordinario. Lo que más destacaría de él es por supuesto su valor, tenía un valor indomable, una ambición tremenda, y eso es lo que le hizo estar ahí y mantenerse en figura del toreo con las figuras tan grandes de aquella época, con quienes competir no era nada fácil. Tenía mucha afición y hacía todo a base de corazón, pero por supuesto que también tenía su punto de torero bueno".

EMILIO MUÑOZ: "Era tan inmenso como torero como persona"

"Sinceramente, estoy pasando malos momentos porque en menos de un mes se han ido dos admiradas y queridas personas como el maestro Antoñete y el maestro Diego Puerta. Del maestro Puerta qué podemos decir que no se haya dicho y escrito ya... Formó parte de una época dorada del toreo, de un cartel irrepetible con Camino y con El Viti y era tan inmenso como torero como lo fue como persona. Aparte de la admiración que le he tenido siempre, tenía la suerte de tener una buena relación y una buena amistad con él".

De Puerta en la corta distancia, dice: "Al maestro había que conocerlo, era un hombre con temperamento pero a la vez con un gran corazón; tenía carácter, que fue lo que le hizo ser un torero tan importante, pero al mismo tiempo un tío muy cariñoso y muy generoso".

Muchos días de campo pasó Muñoz junto al maestro: "El maestro era un hombre especial, con una forma de actuar quizás diferente a la normal. Él tenía una ganadería y la tenía para disfrutarla y muchos no entendíamos cómo teniendo sus toros esa calidad prefería que se lidiaran a puerta cerrada. Cuando estuve en la aventura de criar toros tuve la suerte de que me vendiese unas vacas y la verdad es que echamos ratos muy buenos".

ÁLVARO DOMECQ ROMERO: "Para mí fue una persona entrañable"

"Me ha afectado mucho la noticia de su fallecimiento, era una persona para mí entrañable. Toreamos mucho juntos tanto en corridas como en festivales, sobre todo la época en la nos apoderaba Camará. También venía mucho a Los Alburejos, donde pasaba largas temporadas preparándose. Sentía una sana curiosidad por todo, tenía muchas por saber, de la vida, de la ganadería, de la agricultura, de la siembra... se interesaba por todo"

"Viajamos mucho juntos y recuerdo perfectamente y con mucho cariño que era un poco cascarrabias sobre todo con las muchas bromas que le gastaba Paco Camino, pero siempre desde la alegría y la jovialidad. Como torero fue especialmente valiente, eso no cabe ninguna duda, pero también tenía su arte"

SANTIAGO LÓPEZ: "Era un auténtico léon en la plaza"

Santiago López era ahijado de alternativa de Diego Puerta. En la Feria del Corpus del 69 el torero de San Bernardo le cedía los trastos en presencia de El Viti. López recuerda a su padrino como "un auténtico león en la plaza. No dejaba que nadie le ganara la partida. Era de esa clase de toreros que se te quedan en la mente para siempre. El día de mi alternativa cortó dos rabos. Recuerdo perfectamente cuando salía del pase de pecho en su segundo toro que nos miraba al callejón como diciendo Aquí mando yo, aquella mirada es inolvidable. Fue una tarde preciosa, y corté cuatro orejas y un rabo y El Viti tres orejas".

El diestro y ahora apoderado granadino quiere hacer hincapié en la importancia del maestro de San Bernardo en la Fiesta y también de su calidad humana. "Con los años mantuve un buen trato con él, lo recuerdo con mucho cariño. Cuando hacía mis pinitos de empresario le compré una corrida para Xàtiva y siempre que podía me invitaba a tentar a su casa para ayudar a los toreros que apoderaba. Sin duda se nos va uno de los toreros más relevantes y valientes del siglo XX, un torero irrepetible".

EDUARDO MIURA: "Escobero tuvo la suerte de encontrarse con un torero de raza"

Eduardo Miura era apenas un chaval cuando Puerta cuajaba a «Escobero», el toro criado por su padre y que con su juego encumbraba al torero sevillano, que le dio cumplida réplica. Miura quiere destacar la importancia humana de Puerta además de al torero: "Diego y yo éramos más o menos de la misma generación, él un poquito más mayor que yo pero esa similitud en la edad me permitió conocerle y mantener un buen trato con él. Cuando me he enterado esta mañana me he llevado un gran disgusto porque primero se ha ido una magnífica persona además de un grandioso torero."

En cuanto a la memorable faena de hace medio siglo, el ganadero de Zahariche afirma: "A nadie se le puede escapar el enorme valor que tuvo, su arte, su técnica. Con todo ello le plantó cara en el 60 a «Escobero», el toro de nuestra casa que le lanzó hacia la cima del toreo y que tuvo suerte de encontrarse con un torero como él. Recuerdo que era de las primeras veces que se anunciaban los pesos en las plazas y te puedes imaginar la que se formaba cuando se anunciaba el peso de un toro de Miura. Con su raza supo domeñar aquella bravura de hace cincuenta años y además tuvo el detalle de ponerle el nombre del toro a una de sus fincas."

MANOLO GONZÁLEZ: "Era un ejemplo dentro y fuera de la plaza"

"Fue un ejemplo en la plaza y en la calle. En la plaza no conocí a otro con más valor ni con más alegría. Impresionante. Daba la sensación de felicidad, de plenitud en la plaza. Era un disfrute verle como disfrutaba. Estoy muy afectado. Me ha llegado mucho. Y de Diego como persona tengo que decir que fue un ejemplo para todos. Fuera de la plaza fue un hombre humilde, trabajador, sencillo, amigo de los amigos... Los toreros deberían tenerle como referencia en muchas facetas".

MANOLO TORNAY: "Fue un grande"

"Fue un grande. Reunió valor y arte. Era dos toreros en uno. El ejemplo de la casta y el amor propio. además toreaba con una gracia y un sabor de difícil comparación. Lo confirma el que ni en los festivales ya retirado se dejaba ganar la pelea por nadie. Lo traté mucho en su ultima época. Coincidíamos en las tertulias plaza de Cuba, con amigos comunes, con don Ramón Sánchez entre otros, era un hombre de gran cordialidad y mucho corazón. Quiero decir que el hombre estaba por encima incluso del torero. Mucha calidad personal".

MATILLA Y SIMÓN CASAS se unen a José Antonio Martínez Uranga CHOPERA para enfrentar como empresarios la crisis de la fiesta

Simón Casas, José Antonio Martínez Uranga, Manuel Martínez Erice y Antonio Matilla, durante la presentación de su candidatura en Madrid
ROSARIO PEREZ

Nada más dar las doce campanadas se oficializó la boda taurina del año. José Antonio Martínez Uranga maridaba con el que hasta hace poco era su enemigo, Simón Casas, quien ha pleiteado en los tribunales al perder anteriores concursos. Desavenencias profesionales, «que no personales», aclararon ambos en un ambiente de concordia. Juntos posaron para las fotos, regalaron sonrisas y se dieron un apretón de manos a modo de Rajoy y Rubalcaba a las puertas de La Moncloa.

No había aquí encuestas oficiales, pero los sondeos del pueblo runruneaban que Martínez Uranga era el hombre llamado a la presidencia del gobierno del toreo. Conocedor de los tiempos adversos que soplan y para evitar cánones desorbitados, no dudó en que «era momento de sumar fuerzas».

En una concurrida rueda de prensa, se especificó que no se trata de una UTE (Unión Temporal de Empresas), sino que es Taurodelta la que concursa por Las Ventas, con Martínez Uranga como presidente y su hijo Manuel Martínez Erice como consejero delegado, y a ella se afilian otros dos consejeros: Antonio Matilla y Casas, a la vez director cultural. No se habló de reparto de funciones: «Seremos cuatro cabezas pensantes dentro de un organigrama», subrayó Matilla, otro peso pesado del toreo que desembarca en el «tripartito» de Madrid tras la prohibición catalana.

«La Fiesta vive una situación crítica y no podemos consentir que se reduzca a un espectáculo elistista».

No encuentran contras a la fusión; todo son pros: «Si nos uníamos sabiendo que no iba a haber más ofertas, porque no pude haberlas según los requisitos del pliego, la rebaja del canon (2.300.000 euros) es una ventaja para reinvertirlo en calidad —dijo el presidente—. No olvidemos que somos empresarios y no una ONG. Era la mejor fórmula para hacer frente a la crisis y a un pliego tan conflictivo, pero en ningún caso para contrarrestar a las figuras del G-10». Preocupado por la novillería y el futuro, afirmó: «La Fiesta vive una situación crítica y no podemos permitir que se reduzca a un espectáculo elitista como la ópera». Y garantizó que no han consultado con la Comunidad de Madrid su decisión.

«No es extraña esta alianza»

Había curiosidad por saber cuándo y cómo se produjo el acercamiento: «Aunque hay “cosas” que te obligan a enfadarte un poco, estábamos unidos. Las primeras conversaciones se sitúan a principios de año, cuando aún desconocíamos qué pliego iba a salir, y se cerró este lunes», manifestó Martínez Uranga. Toma la palabra Casas, que un mes atrás se apresuró a presentar una oferta en solitario: «Pese a mi locura por llegar al “ejecutivo”, cuando vi el pliego, me planteé no concurrir para no arruinar mi vida. No es extraña esta alianza de ahora con José Antonio, pues siempre le he tenido afecto y cierta admiración».

Frente a la sensatez del que seguirá siendo capitán del buque venteño, «su» ministro francés elevó el discurso pasional: «No renuncio a mis convicciones, pero es hora de enlazar personalidades, no sólo por la crisis económica, sino por la sectorial, los ataques antis, la evolución social y el paso a Cultura. Todo por el bien de la Fiesta y la afición». Que así sea.

Sin más competencia a la vista, habemus tripulación para llevar a buen puerto la Monumental. Lo que el toro ha unido que no lo separe el hombre. / Diario ABC de España

lunes, 28 de noviembre de 2011

Juan José Padilla recibirá el alta este lunes

Juan José Padilla recibirá el alta médica el lunes por la mañana según ha confirmado su apoderado Diego Robles. La evolución del torero con respecto a la operación a la que fue sometido en la cara el pasado martes en el Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla, es muy satisfactoria y todo se ha desarrollado con la normalidad esperada. Según ha confirmado Diego Robles, el torero dará una rueda de prensa en el hospital al igual que hizo en Zaragoza.

Diego ha estado visitando al jerezano todos los días y admite que hoy “se ha levantado y ya se encuentra más animado. Los primeros días le costó restablecerse de la anestesia ya que estuvo mucho tiempo sedado porque la operación fue larga”.

Esta intervención que ha llevado con éxito el doctor García Perla supone una inyección de moral para el torero: “Es un paso importante. Juan lo sabe y se encuentra con más moral. Él sólo quiere comenzar cuanto antes la rehabilitación”, concluye Robles. / Jorge Casals – Aplausos

ANÁLISIS DE LA TEMPORADA ESPAÑOLA 2011 (V): Del presente y del futuro

Una vez visto el estado de la torería andante que más cuenta, no podemos obviar el de la cabaña brava actual, como tampoco el del negocio del toreo en su variado conjunto.
JOSÉ ANTONIO DEL MORAL

Por lo que respecta al momento que atraviesan las ganaderías, la pasada temporada  transcurrió con un denominador común: la general falta de casta junto al predominio de la nobleza en distintos grados de bravura. Naturalmente, con excepciones positivas que son las que han definido a las mejores vacadas del año aunque también sufrieron en mayor o menor grado de esa falta de casta que es lo que más preocupante.

Tres encastes han sido los dominantes. El más extendido, Domecq, con cuatro ganaderías a la cabeza que mencionamos de mayor a menor regularidad triunfal: Núñez del Cuvillo, sin duda la gran triunfadora de la pasada campaña; Juan Pedro Domecq, en notabilísima mejora que, desgraciadamente, no pudo gozar su autor al morir en accidente de automóvil, y que heredó su hijo del mismo nombre y apellido; Fuente Ymbro, la más encastada con notable diferencia de este grupo; la de Garcigrande-Domingo Hernández; Torrealta y Torrestrella.

Del encaste Núñez, sin lugar a dudas, la ganadería más distinguida y regular en el éxito fue la de Alcurrucén, propiedad de los hermanos Lozano. Y del encaste Atanasio, continuaron ostentando su casi exclusiva factura, las ganaderías de Puerto de San Lorenzo y Valdefresno, aunque con menos regularidad triunfal que las anteriormente señaladas.

Entre las también importantes, cabe señalar la mejora de Zalduendo tras varias temporadas francamente malas; el empeoramiento de El Pilar aunque echó buenos toros sueltos; la sostenibilidad positiva de la murubeña con varios hierros de la familia Capea; del encaste Santa Coloma, Martínez Conradi no cumplió las expectativas, y bajón de Ana Romero; y la relativa mejora de la más famosa y apreciada de Victorino Martín aunque por el momento sigue a la baja en rendimiento con respecto a su reconocido prestigio del que, no obstante lo dicho, sigue disfrutando. Y entre las llamadas toristas, la de Dolores Aguirre, con la muy negativa salvedad del petardo que pegó en su presentación sevillana.

Entre las ganaderías tenidas por duras, además de la mencionada de Dolores Aguirre, también continuó sobresaliendo la de Cuadri aunque con su proverbial y extrema desigualdad. Las restantes de este grupo continúan en un más que preocupante declive, con aspecto de irrecuperable. El casi general cataclismo de las divisas de este grupo, arruinó las expectativas de las corridas toristas en las ferias que las incluyen. 

La crisis causó estragos en las ganaderías que vivían de vender sus toros a plazas de inferior categoría. También afectó a las demás, incluidas muchas de las mejores, como quedó patente en sus respectivas camadas de 2011 en las que abundaron reses más que cinqueñas, sobrantes del la temporada anterior.

Enlazando con lo anterior, entramos en el gran problema que para muchas empresas también provocó la crisis. La notaron todas las plazas e incluso casi todas las ferias, incluidas algunas que venían siendo francamente rentables y exitosas económicamente hablando como la importantísima de Bilbao. El cartel de “No hay billetes” no abundó y los festejos de relleno con diestros de bajo coste que antes seguían llevando gente a las plazas con abono, cayeron en absoluta desgracia. Por lo general, la mayoría del público eligió uno o a lo sumo los dos carteles más atractivos de cada feria y solo en esos hubo lleno. La plaza de Las Ventas en Madrid en sus ferias Isidriles y en la de Otoño, como asimismo el abono de Sevilla fueron los que menos notaron la crisis aunque, sobre todo, Las Ventas, tendrá que reformar el pliego de condiciones para su explotación, bajando el canon de arrendamiento, dando más flexibilidad a los organizadores y, a la vez, ser más exigente en cuanto a la calidad de los espectáculos que deberán aumentar el precio de las entradas y disminuir los de inferior caché. Y es que se acabó el gran negocio que suponían los abonos que igualaban los precios del billetaje de los carteles más caros con los más baratos. 

Especial atención acaba de provocar el intento de rebajar los honorarios de las figuras del toreo en las ferias francesas cuyos gestores –municipales casi todos– se pusieron de acuerdo para obrar así, sin darse cuenta que en el toreo no hay ni habrá más método de contratación que la libertad de mercado, caso por caso. Si las máximas figuras no aceptaran rebajas y no actuaran en sus plazas, quedarán vacías. Se impone, pues, que las ferias galas disminuyan drásticamente el número de festejos y que cierren los que anuncien. Es decir, configurados por diestros realmente atractivos. Nadie puede ni siquiera imaginar que tanto las ferias importantes españolas como las francesas, prescindieran de El Juli, Manzanares, Talavante, Morante, Ponce, Perera, Luque y David Mora. ¿O no?     

Con respecto a la incidencia de la televisión en el negocio de los toros y dejando aparte lo que supone de ayuda la retrasmisión de las ferias, la profesión taurina en su conjunto, principalmente empresas, toreros y ganaderos, deberían ponerse la pilas procurando invertir en el contenido taurino de los telediarios. Con solo 3 o 4 minutos de toros en todos los informativos, La Fiesta trascendería al gran público y dejaría de estar en el gueto que la tiene encerrada.

Finalmente y por lo que respecta a lo que acontece en las plazas más importantes de América, preocupa seriamente la ínfima presentación de las corridas de toros que se lidian en La México, así como el tema de los sobreros de regalo que debería ser prohibido de raíz y para siempre. Ello sin contar el favoritismo que prima a los toreros aztecas, sean como sean, lo que convierte en provinciano el coso más grande del mundo.

La prohibición de dar muerte a los toros en la plaza ecuatoriana de Quito ha dividido las opiniones entre los que se niegan a aceptarlo y los que se han acomodado al dislate. Sin la muerte del toro, la lidia y el toreo quedan descabezados y, su devenir, un contrasentido. ¿Qué pasaría si, Dios no lo quiera, uno o varios toreros resultaran gravemente heridos sin que luego pudiera dar muerte a espada a los toros que propiciaron las cornadas?…

Por eso hacen mal los toreros que han aceptado torear este año en la feria de Quito, so pretexto de que, no hacerlo, terminaría allá con la Fiesta. Todo lo contrario. Tal estado de cosas, puede contagiarse y extenderse a las demás plazas americanas. Algunas, como las de Colombia y últimamente la de Acho en Lima, ya amenazadas por no pocos diputados congresistas ayudados por los mismos antitaurinos profesionales que contribuyeron para acabar con las corridas de toros en Cataluña.

ANÁLISIS DE LA TEMPORADA ESPAÑOLA 2011 (IV): Los más vivos del pelotón

En distintas situaciones, categorías, caché, estilos y por orden de corridas  toreadas, esta lista va desde los que sumaron más festejos e incluso figuran entre los 10 primeros, como Francisco Rivera Ordóñez y Manuel Díaz El Cordobes, hasta los que no llegaron ni a los 15, como Finito de Córdoba que este año solo actuó en 13, cortando 6 orejas y un rabo.
 
JOSÉ ANTONIO DEL MORAL

A muchos, les vi muy poco. Y a algunos, nada. Y eso que uno vio más de 180 festejos como todos los años. No pocos, entre los que trato, me dicen cuando les encuentro: “Donde te metes, no te veo nunca”. Y yo les respondo siempre lo mismo. “Tú eres el que no estás ya donde estoy yo”. Es decir, en las ferias y corridas más importantes. De lo que se deduce que, o no son lo que fueron, o continúan aguantado aunque ya sean inaguantables. Los hay también que, por localistas, actúan en algunas ferias con prestigio y, aunque casi nunca triunfan incontestablemente, logran cortar alguna oreja sevillana, madrileña, bilbaína o logroñesa, y se creen lo que nunca podrán ser. Bastante es que les siguen contratando año a año. Unos porque son de la tierra que les protege y otros porque son del gusto de Madrid aunque no valgan un euro. Eso contando con los que llamo “resucitados sin solución”, como fue este año el caso de Juan Mora por poner un caso de los clásicos. Y es que esos que caen más o menos casualmente en Las Ventas, se juntan los planetas y arman un lío secundado exageradamente por los medios. No suele pasar de meros espejismos. Es curioso que en, cada una de las plazas que he nombrado, protegen y hasta miman a los de esta guisa. Hablemos un poco de cada uno.

Francisco Rivera Ordóñez (octavo en el ranking con 54 corridas, 74 orejas y 6 rabos) y El Cordobés (décimo con 49c – 102o – 9r) siguen figurando arriba porque, por varios motivos, resuelven sus actuaciones con no poco éxito en muchísimas plazas de escasa categoría.  Juan Bautista Jalabert (decimocuarto con 41c – 56o), porque se ha cuajado en un gran profesional y porque es la segunda figura del toreo francés. Juan José Padilla (decimosexto con 37c – 40º), porque continúa luchando con las corridas más duras de las ferias en que le contratan y, por lo que él mismo ha dicho tras medio recuperarse de su terrible cornada en Zaragoza, va a seguir pese a haber pedido la visión en un ojo. Antonio Ferrera (decimoctavo con 32c – 30º – 5r), porque persiste en su papel de torero espectacular y demagógico. Curro Díaz (decimonoveno con 30c – 21º), porque mantiene su pellizco aunque pocas veces logra redondear algo importante y hay muchos aficionados que le jalean todo. Serafín Marín (vigésimo primero con27c – 260),  por su indudable valor y, desde que se convirtió en el heroico defensor del sitio que han puesto a La Fiesta sus paisanos nacionalistas catalanes. Miguel Abellán (vigésimo segundo con 25c – 37º – 2r), porque no se cansa de aspirar a ser lo que no pudo tras tomar la alternativa desde su esperanzadora carrera novilleril. Morenito de Aranda (vigésimo tercero con 25c – 240, porque tiene muy buen corte y, si no le afecta el grave percance que sufrió este año, podrá aspirar a salir de este pelotón. Matías Tejela (trigésimo con 20c – 26o, porque está archiprotegido por sus apoderados-empresarios que suspiran cuando cuaja una gran tarde como la de este año en Mont de Marsan. Uceda Leal (trigésimo primero con 20c – 26º -1r), por increíblemente defendido por algunos críticos que ocupan tribunas importantes.

Aunque de Juan Mora (trigésimo segundo con 19c – 5o), ya hemos dicho algo, lo peor es que, desgraciadamente, no volvió a repetir su triunfo otoñal del fin de la temporada pasada. Veremos cuantas corridas sumará el año que viene… Leandro (trigésimo quinto con 17c – 17o), porque muchos siguen creyendo que sus excelentes formas son suficiente motivo para que continúen llamándole pese a su escasísimo fondo. Antonio Barrera (trigésimo sexto con 16c – 21º – 1r), por su creciente ansia de ser. Miguel Tendero ( trigésimo séptimo con 16c – 20º – 2r), porque pese a el bajón que pegó este año, aun recordamos el temple con que toreaba. Diego Urdiales (trigésimo octavo con 15c – 11o – 1r), porque es riojano predilecto y muy querido en Madrid y en Bilbao pese a no romper en el gran torero que muchos creen que es. Y Oliva Soto (cuatrigésimo cuarto con 13c – 13º -2r), porque cada vez que le ponen en la feria de su Sevilla, muchos paisanos le jalen como si fuera el mismísimo Curro Romero. Pero ya verán como el año que viene le darán alguna corrida en la Feria de Abril.

Casi todos los nombrados son prescindibles e intercambiables. Meros rellenos de carteles regulares o componentes de festejos baratos.

ANÁLISIS DE LA TEMPORADA ESPAÑOLA 2011 (III): Vaivenes y novedades en la primera fila

No solemos consultar el escalafón de matadores de toros durante la temporada, pero siempre cuando finaliza, suele traer sorpresas numéricas que chocan con el orden que coloca a cada cual conforme a la cantidad de corridas que suman los toreros y las orejas y rabos que cortan. Y es que no siempre los más determinantes son los que más torean y más trofeos consiguen aunque hubo, hay y habrá casos –muy pocos– que aúnan ambas apreciaciones. En la lista de pasada temporada hay muchas diferencias respecto a lo que digo. No todos los que aparecen en los primeros puestos pertenecen a la primera fila y algunos de los rezagados en número de festejos, han empezaron a codearse con los más importantes. El toreo y sus rangos, qué duda cabe, siempre fueron así.
JOSÉ ANTONIO DEL MORAL

¿Quiénes, en nuestra opinión, conforman actualmente la primera fila?  Pues además de los tres que ya hemos comentado –Manzanares, El Juli y Talavante– continuaron  perteneciendo por derecho sobradamente acreditado Enrique Ponce, Morante de la Puebla, Miguel Ángel Perera, El Fandi, El Cid y Sebastián Castella aunque a la baja, además de los que se incorporaron: Daniel Luque, César Jiménez, Rubén Pinar, David Mora, Iván Fandiño y, aunque figuró otra vez sin serlo, Cayetano. Y, cómo no aunque caso muy aparte, José Tomás.

Casi todos diferentes en sus respectivos estilos y hasta en los planteamientos de sus respectivas campañas pero, en su mayoría, capaces de aprovechar los buenos toros, mejorar los regulares y andar por encima de los malos y hasta de los peligrosos en mayor o menor grado. Estas cualidades son las que les agrupa en tan preeminente lugar, aparte gustos.

Otras son las opiniones de algunos aficionados, incluidos los que se tienen por entendidos sin serlo, entre los que también cuenta buena parte de la crítica. Suelen preferir las formas por encima de lo demás. No saben ver u obvian el fondo de los toreros. Ello les convierte en pésimos profesores. Claro que el grueso de los espectadores no les hace ningún caso y, curiosamente, aciertan casi siempre por más fieles a la realidad que a las teorías de los “listos”. Muchas de ellas, tan alambicadas, que hasta da vergüenza escucharlas o leerlas.

A este respecto, últimamente circula por las redes una teoría sobre lo que es el toreo autentico. Pretenciosamente ilustrada y llena de citas, no pasa de inmensa parida. Un inaguantable, confuso y estúpido peñazo que mezcla churras deciochescas de vario pelaje con merinas más o menos modernas de todas clases y colores. Un batiburrillo de teorías imposible de llevar a cabo. Además, nunca mencionan el temple, arma fundamental del toreo contemporáneo…

Mucho mérito tiene leer completos estos textos cuasi anónimos aunque se sabe que detrás están algunos profesionales fracasados. Pero el toreo es mucho más sencillo y, a la vez, algo muy difícil de practicar con regularidad. Sean como fueren los modos de torear, únicamente las figuras y, las de ahora más, son capaces de lograrlo casi todas las tardes porque, sencilla y llanamente dicho, antes que nada logran dominar y someter a la mayoría de los toros que tienen delante. Muchos de los que inspiran y/o difunden estas cuando menos utópicas teorías, fueron y son incapaces de conseguirlo. Por eso tratan de desmerecer a los que sí lo son. También les enrabieta que sus toreros predilectos no alcancen tan alto grado mientras la mayor parte de cuantos detestan, son los que ocupan los lugares que, dicho sea de paso, merecen. Como siempre, el toro es el que pone a cada cual en su sitio y, todo lo demás, son zarandajas.

Quizá sea Morante de la Puebla (42 corridas, 29 orejas) el torero que más se libra de estos censores por aunar la genial pureza de su estilo con una capacidad que solamente él ha tenido entre los toreros de su corte. Sin embargo, Morante sufrió este año un largo bache que duró desde su gran actuación en feria invernal de la madrileña plaza de Vistalegre hasta su gran despertar en el histórico mano a mano con Manzanares en El Puerto de Santa María y, sobre todo, en su tardes cumbres de Bilbao y en el postre que regaló en la penúltima corrida de Barcelona. De tal modo y a pesar de que, en la mayor parte de la campaña, Morante anduvo algo alicaído, la grandeza de las actuaciones señaladas volvieron a sostenerle en el privilegiado sitial que viene ocupando desde hace ya muchos años.

Mucho menos favorecido por la crítica que, en gran parte, nunca reconoció su histórica categoría, Enrique Ponce (48 corridas, 45 orejas y dos rabos) tuvo que padecer continuos ataques aprovechando su pertinaz mala suerte con los toros. Llevan ya dos años diciéndole que está acabado y que se vaya. Pero Enrique, que ciertamente pasó por varios momentos depresivos por ambas razones, en cuanto empezaron a salirle reses no digo buenas, sino meramente manejables, volvió a demostrar su impar categoría aunque más motivado en torear para sí mismo que en lo que sigue siendo capaz: de meter en cintura hasta toros imposibles para los demás. Lo volvió a hacer aunque puntualmente como en Mont de Marsan con un mansísimo corridón de su amigo Samuel Flores, en El Puerto con un peligrosísimo ejemplar de Torrestrella y con malos toros que le correspondieron de ganaderías tenidas por más cómodas. Pero también frente a los buenos toros que, a veces, le correspondieron, como el de Alcurrucén en su plaza talismán de Bilbao. Su autoría de la premiada mejor faena de la Feria de Julio en Valencia actuando junto a El Juli y Manzanares un día antes de la reaparición de José Tomás, irritó a sus perseguidores que trataron de ignorarlo. Como también intentaron desmerecer todos y cada uno de sus triunfos. Ponce lleva ya dos años sin querer torear en Madrid a donde no creo que vuelva más. Y este año tampoco en San Sebastián, ni en Salamanca, ni en Logroño… Pero sí en las demás plazas que le siguieron respetándole y admirándole hasta el fin de temporada. De si se irá o no para siempre el próximo año creo que ni él mismo lo sabe aunque lo rumie.

El desigual duelo que sostuvieron Miguel Ángel Perera (60 corridas, 86 orejas y dos rabos) y Sebastián Castella (56 corridas, 63 orejas y una rabo) –pares por supervalientes y parecidos en concepto– se resolvió con una inapelable derrota del francés. Y eso que el extremeño tuvo menos suerte con los toros que su contrincante. La tarde más definitoria de este duelo fue la de Bayona en septiembre. Ambos mano a mano. Perera le pegó un baño tan oceánico a Castella que le destronó en su feudo. En el conjunto de sus respectivas campañas, la del extremeño sucedió al alza y muchas tardes a su máxima altura, mientras que la del francés se distinguió por la cantidad de buenos toros que le correspondieron y no estuvo a la altura, ni de los toros ni de sí mismo. Muchas de dos orejas a los que cortó una. Algo que medio le salvó de la quema. Su baldón más importante fue el de Madrid con el toro más premiado de San Isidro. Precisamente un ejemplar de la ganadería de sus propios apoderados.
 
Ya dijimos en la primera entrega de estos análisis que El Fandi (este año no superó las 100 corridas aunque volvió a liderar el escalafón con 79 corridas, 144 orejas y 9 rabos), y El Cid (57 corridas, 60 orejas y 4 rabos) lograron mantenerse donde estaban aunque no a la altura que ambos gozaron en sus mejores campañas. Pero tanto el sevillano como el granadino, protagonizaron tardes más que felices. El Cid, por cierto, una noche en El Puerto, hizo la faena más artística de su vida con un gran toro de Torrestrella. Y El Fandi llevándose de calle a los públicos en la mayoría de las plazas donde actuó. Sin embargo, en varias ocasiones no le vimos tan resuelto como siempre. Él mismo lo comentó alguna vez con la sincera humildad que le caracteriza.    
 
Daniel Luque (59 corridas, 88 orejas y 4 rabos) se afianzó como nueva figura con repetidos y crecientes triunfos en la mayoría de las ferias y plazas que pisó con sus ansias de siempre solo que, este año, más inteligentemente y controlando los efluvios que en campañas anteriores le llevaron a no pocas equivocaciones. Más maduro, sacó a relucir con facilidad y notable frescura su gran clase con el capote y con la muleta dando una medida que cabe esperar supere. Y es que Luque aún no ha dado su techo. Le esperan empresas mayores si es capaz de ahondar y persistir en su indudable empeño gracias a la inagotable ambición que tiene. Tiempo al tiempo.

Caso digno de admirar fue el de César Jiménez (33 corridas, 46 orejas y tres rabos). El gran rescatado del año tras varios luchando para reencontrar el sitio que ocupó en sus primeras temporadas de matador. Le pasó un tren con vagones de primera en Madrid, se subió en uno de ellos y casi nunca lo abandonó. Ni siquiera al sufrir una incomodísima cornada que le rasgó una pierna de arriba abajo. No solo aguantó el tirón, sino que se mostró muy mejorado y cada tarde más valiente, más inteligente y más torero. Mejor que nunca anduvo César. Le espera muy buen futuro siempre y cuando no vuelva a despistarse.

Si También incluimos a Rubén Pinar (22 corridas, 31 orejas y un rabo) en esta primera fila es por su más que demostrada capacidad y, sobre todo, por haber corregido notoriamente su tantas veces criticado toreo por las afueras. Este avance al cambiar la habilidosa superficialidad que empañaba sus repetidos triunfos, por unas maneras más comprometidas, fue lo que le hizo ganar más confianza de los profesionales y de los aficionados atentos a los progresos y regresos de los toreros que vienen luchando para hacerse un hueco en las aturas abandonando el pelotón donde se encontraban.

Y vamos con la pareja revelación: Iván Fandiño (42 corridas y 42 orejas) y David Mora (39 corridas, 42 orejas y dos rabos). De no sufrir contratiempos graves, el año que viene duplicarán estas cifras y con esto está dicho todo. Quizá ambos sean los que más crédito han alcanzado respecto al que tenían en solo una temporada. Con más experiencia el vizcaíno aunque con peor suerte al padecer un percance que le quitó de en medio muchas fechas contratadas. Y con más clase y mayor impacto en muchas plazas el madrileño. Aunque tendrán que corregir algunas máculas técnicas que todavía inciden negativamente en su toreo, los dos anduvieron superdispuestos y valientes hasta rozar lo inaudito tal y como protagonizaron en el mano a mano que les enfrentó en la feria de Otoño en Las Ventas con un terrible corridón de Gavira. Aunque no salieron a hombros, protagonizaron una de la tardes más importantes y esperanzadoras del año. Ambos tienen las puertas completamente abiertas en todas las plazas y ferias de cara a la próxima temporada. Ya las están traspasando en América.

Inevitable comentar otra vez a Cayetano (29 corridas, 38 orejas y un rabo). Caso realmente único por ser figura de facto aunque no de jure. La verdad es que con Cayetano no dejamos de lamentar el desperdicio que está suponiendo su ya no tan corta aunque tardíamente iniciada carrera. Con un lujoso continente torero, lo que lleva dentro como gran artista lo ha puesto de manifiesto muy pocas veces. Este año solamente en León con un admirable contenido. Lo mucho que por fuera parece Cayetano, no suele corresponderse con lo que podría ser por torpe. Pero ahí sigue contra viento y marea aunque sin poder evitar los percances y accidentes que, como este año, le apartan frecuentemente de los ruedos por la falta de sitio e, increíblemente, porque todavía no sabe torear con precisa técnica a los toros que lo requieren que son la mayoría, porque bombones monjiles salen muy pocos. Puede que su permanencia en el foro de los elegidos venga forzada con notoria habilidad administrativa y sumos cuidados de cara a favorecer su marca como modelo de élite. Ya que, si no fuera torero en activo, no tendría tan alto caché. Y ello aún a costa de irlo perdiendo en los ruedos a los que cada vez lleva menos fans aunque todavía le quedan.

Y, finalmente, el caso aún más aparte y singular de José Tomás (9 corridas, 11 orejas). Aunque centró una desbordante y abultadísima atención en las solamente nueve tardes que sumó, sobre todo en la reaparición tras una larga convalecencia de su gravísima cornada en Aguascalientes celebrada en feria de Julio de Valencia, como también en la posterior septembrina de cierre tristemente definitivo en Barcelona, lo más destacado que logró fue llenar totalmente las plazas en las que compareció, la mayoría de inferior categoría y en casi todas muy pobremente acompañado, logrando abrir la puerta grande solamente en sus dos últimas actuaciones: una matiné en Nimes y la de Barcelona donde, por fin, cuajó una excelente y unánimemente apreciada faena aunque dentro de la normalidad torera. Dejando aparte lo que este torero atrae idolátricamente a sus muchos incondicionales, todos deseamos que, repuesto por completo, debería plantear la próxima campaña más seriamente comprometido y actuar en las ferias más importantes, compitiendo con sus pares más caros y prestigiosos, si verdaderamente quiere ser otra vez el excepcional torero de sus brillantes primeros años. Si así lo hace, no solo sería algo enormemente positivo para la Fiesta, sino que se celebraría con general entusiasmo.


ANÁLISIS DE LA TEMPORADA ESPAÑOLA 2011 (II): Aunque ya estaba El Juli, estalló Manzanares y Talavante irrumpió

Los tres matadores de toros más determinantes de la pasada temporada, fueron José María ManzanaresEl Juli y Alejandro Talavante. El alicantino rompió la baraja en una corrida de la feria de Castellón alternando con Morante de la Puebla y El Juli.
JOSÉ ANTONIO DEL MORAL

Aunque triunfaron los tres, Manzanares los eclipsó. Ya lo había anunciado en las Fallas de Valencia aunque, por empeñarse en matar recibiendo –suerte que le obsesionaba practicar y regularizó después– no cortó las orejas que habría cosechado a pares de no haber pinchado. Pero en La Magdalena acertó plenamente y reventó la feria. Tras lo sucedido pronosticamos que, si en Sevilla y en Madrid hiciera lo mismo, se adueñaría del toreo. Y así fue con mayor nitidez y contundencia que en la capital de La Plana. Su grandiosa e incomparable faena de la feria de Abril no necesitó de la estocada porque el toro de la ganadería de Núñez del Cuvillo fue indultado. Muchos se agarraron al siempre polémico perdón de la vida de los toros, en este caso un extraordinario ejemplar, tratando sin conseguirlo de paliar o distraer del suceso torero logrado por el alicantino. Pero no lo consiguieron. Fue tal el impacto de este faenón que, tras acontecer, la carrera de Manzanares e incluso la historia del toreo se partió en dos. Un antes y un después del portento.

El Juli ya había salido a hombros por la Puerta del Príncipe en una ratificación más de su intratable magisterio. Pero después de lo hecho por Manzanares, no pocos dijeron que de haber logrado Manzanares lo que hizo antes de la primera tarde de El Juli, el madrileño no habría conseguido traspasar la mítica puerta. A partir de entonces, sucedió lo mismo en casi todas las ferias más importantes de España y de Francia. Manzanares lo consiguió primero en la feria de San Isidro en Madrid de la que fue proclamado gran triunfador y, una a una salvo en las Corridas generales en Bilbao, repitió la hazaña con memorables actuaciones en las que, además de marcar la diferencia con su pluscuamperfecta, pasosamente calmada y especialmente elegante manera de torear, se complació en resucitar la más difícil suerte de matar, recibiendo, con la mayoría de los toros que lidió. Y en tan frecuente medida, que algunos empezaron a censurárselo y algún idiota hasta afirmar que, si mataba así, era porque no se atrevía a hacerlo en la suerte del volapié… cuando el propio Manzanares llevaba haciéndolo con inusitada regularidad y contundencia desde que tomó la alternativa, como también las veces que así lo quiso en la de 2011 de su coronación.

De su triunfal paseo por toda la temporada, hubo cuatro tardes que se añadieron a la histórica de Sevilla, los dos mano a mano con Morante en Jerez y en El Puerto de Santa María, antes después de la más redonda de todas en la feria de Córdoba y la penúltima de cierre en Barcelona. Pero de faenones gloriosos, también cabe destacar los de Málaga, Palencia y Albacete además de la del polémico rabo en Dax frente a un bravísimo toro de Cuvillo en la que el mérito fue templar aquellas incesantemente repetidoras y veloces embestidas sin dejar que los pitones tropezaran la franela en tandas de más de seis o de siete muletazos. Por mucho que algunos lo negaran, quizá fue esta de Dax la más importante por meritísima entre las de este corte dominador.

Y es que Manzanares, no solo anduvo sensacional con los toros dulces, también muy por encima de los malos y hasta de los peligrosos que también le salieron.

A Manzanares le bastó actuar en 56 festejos (103 orejas y 4 rabos) y este año sin sufrir los percances ni las enfermedades que le impidieron completar anteriores campañas. Tan solo durante unos días coincidentes con los Sanfermines de Pamplona –feria en la que no actuó por propia voluntad al negarse a torear en medio del incesante y molestísimo ruido de las Peñas que, desde hace varios años a no pocos toreros y aficionados les resulta insoportable-, el alicantino pareció desaparecer del mapa. Algo que, en mi opinión, no debió hacer por mucho que le molesten las características de la plaza de Pamplona. Y ese hueco, lo llenó totalmente El Juli al pegar dos pamplonazos de campeonato. Fue este el único periodo en el que Julián López pareció quedarse solo al mando de la nave.      

Sin embargo, El Juli (68 corridas, 113 orejas y 2 rabos) nunca se arrugó ante el ciclón manzanarista que, además, celebró tanto o más entusiasmado que cualquiera de los más rendidos admiradores del alicantino. Íntimos amigos ambos, pero feroces competidores en las plazas y cada cual fiel a su concepto torero, fue maravilloso y emocionante verles juntos las muchas veces que compartieron cartel. 

El Juli cuajó otra de sus impresionantes y contundentes campañas y de ello dejó constancia sin venirse nunca abajo salvo en un corto periodo que coincidió con la feria más seria y solemne del año, la de Bilbao. Protagonizada casi en exclusiva por Morante de La Puebla y por Enrique Ponce. Pero de lo que ambos lograron en tan importantísima cita, escribiremos después. El Juli andaba tan ilusionado con el próximo nacimiento de sus gemelos –niño y niña– que por momentos pareció estar más preocupado de este acontecimiento familiar –ser padre por primera vez– aunque en cuanto su esposa dio a luz, su inmensa alegría la trasladó a nuevo grandes triunfos.

Pero su temporada no terminó como siempre en Zaragoza, ni quiso saltar el charco para comparecer en las ferias de Lima ni en la de Quito aunque a esta feria tampoco hubiera ido por negado a torear sin matar a los toros que es lo que, desgraciadamente, va a ocurrir en la plaza de Iñaquito. Quizá lo haga en las últimas corridas de las temporadas grandes en México DF y Bogotá.

La espectacular irrupción de Alejandro Talavante

No por esperada ni sorprendente sino por singularmente atractiva, la temporada del genial torero extremeño llegó precedida por el gran impacto que causó en sus actuaciones mexicanas. Concretamente en la Monumental de México DF, pese a no cortar orejas por sus casi siempre fallidas estocadas. Limitación que también contó para no cortar muchísimas orejas y hasta rabos en muchas corridas. Pese a ello, Alejando se mostró totalmente recuperado y, sobre todo, cambiado tras una primera parte de su carrera desconcertante por alternar periodos álgidos con otros malísimos en los que pareció un sonámbulo incapaz. Desprendido de los miasmas mentales que habían desnortado su natural concepto del toreo que, fatalmente aconsejado, se alteró tratando de imitar hasta en las rarezas personales a José Tomás, Alejandro se encontró por fin consigo mismo y aquellas deslumbrantes faenas que hizo siendo todavía novillero y las esporádicas que logró ya de matador en no pocas plazas, incluso en Sevilla y Madrid, tomaron cuerpo de naturaleza con tan inusitada frecuencia y, en ocasiones, con tamaña y tan original genialidad, que le convirtieron no solo en imprescindible sino en una figura del toreo de alto rango. (54 corridas, 62 orejas y un rabo).

Especial mención merecen las que logró en la feria de San Isidro de Madrid frente a un toro de El Ventorrillo que le valió ser distinguido como autor de la mejor faena del largo ciclo, su histórica tarde con seis toros en solitario en Zafra y la que cerró su gloriosa temporada en la feria de El Pilar en Zaragoza, frente a un extraordinario toro de Núñez del Cuvillo, quizá la obra muletera más genialmente creativa que nadie hizo en toda la temporada. Pero también tuvo un triunfo muy polémico tras dar el baño que pegó a José Tomás en Gijón. De su gran faena en la feria de Begoña, terminó siendo ninguneado por los críticos de la grey tomasiana. Vivir para ver…

Es más que posible que por también íntimo amigo de Manzanares y de El Juli, seguro que en no pocos días de campo juntos, estos dos carísimos maestros contribuyeron a abrirle la mente y los ojos para que fuera capaz de llegar a ser uno más entre ambos maestros.