viernes, 30 de septiembre de 2011

FERIA DE OTOÑO EN MADRID – NOVILLADA DE ABONO: Calamitosa novillada con dulce final

En una novillada de Gabriel Rojas en su mayoría con pinta de corrida de toros de los que solo el sexto dio muy buen juego y los demás carecieron de fuerza y de casta, tres aspirantes cuasi desconocidos pegaron un serio petardo con la excepción de lo que hizo Víctor Barrio con el sexto y mejor novillo con mucho de la tarde del que cortó una oreja tras una faena simplemente estimable que cerró con una estocada atracándose. A Francisco Montiel le echaron el cuarto al corral tras escuchar los tres avisos. Y el de mejor estilo de los tres, Alberto Durán, no tuvo suerte y anduvo fatal con los aceros.

JOSÉ ANTONIO DEL MORAL

Francisco Montiel nació en Cieza (Murcia). Alberto Durán, en Zamora. Y Víctor Barrio en Grajera (Segovia). Ninguno de los tres tiene antecedentes taurinos en su familia. Autodidactas, pues, y por ello con enorme mérito porque querer y hacerse torero así es sumamente difícil. Los tres ya habían actuado en Madrid. Pero yo no había visto a los dos primero y del tercero no me acordaba. Así que vayan estas líneas como primera impresiones.

A Francisco Montiel le desarmó el primer novillo en el primer capotazo. El burel cumplió en varas flaqueando y se tumbó en la primera chicuelina del quite. Intervino en otro por gráciles delantales el segundo actuante, Alberto Durán, y el novillo se mostró obediente. Pero hubo que esperar a la faena para ver como se comportaban ambos contendientes. Montiel brindó y, al tantear por alto y a derechas, el novillo se pegó un volantín. En los redondos, recetados con buena intención, el burel se defendió en corto por falto de fuerza. Apenas pudo dar luego dos más y el de pecho con el animal casi parado. Y con la zurda, al menos pudo dar dos naturales largos. Una pena la poca fuerza del novillo porque llevaba cosas muy buenas dentro. Demasiado tardó en matarlo Montiel.

Se tuvo que apartar en la larga a porta gayola y el novillo arrolló a un banderillero en una oleada sin haber tomado el primer puyazo. Montiel quitó por chicuelinas otra vez y bien. Y el novillo,  con más fuerza y mayor brío en banderillas. Vamos a ver. No estuvo mal, pero tampoco lo que se dice bien. ¿Uno más? Uno menos dría yo. Con la espada volvió a fallar tan estrepitosamente, que sonaron los tres avisos y el novillo volvió vivo a los corrales.

Buenas maneras con el capote ya había apuntado en el quite Alberto Durán y volvió a acreditarlo en el recibo y en el quite al noble aunque también flojo segundo novillo. No tan poca como el anterior y menos mal porque también éste empujó al caballo. Entro en quites el tercero en discordia, al altísimo Víctor Barrio, por limpias gaoneras. Si midiera unos 30 centímetros menos, su toreo no estaría nada mal… Montiel también brindó la faena y la verdad es que quiso torear como Dios manda, pero el novillo le embistió con tanta nobleza como falto de energía y de casta. Nos quedamos con las ganas de verle ante otro animal más encastado y fuerte. Con los aceros ya vimos que es otra calamidad.

Viendo la poca fuerza con que salió el quinto y con lo que ya llevábamos visto, se nos vino un tanto abajo el ánimo. Ya en el quite que hizo Montiel por tafalleras citando de espaldas, vimos que el animal tampoco iba a valer demasiado por casi parado. No se dejó banderillear con facilidad y a la muleta llegó muy tardo y sin ninguna codicia. Se dejó sin más. Y Montiel se pasó más tiempo colocándose y citando que toreando. A este habrá que verle otra vez aunque, con la espada, estuvo a poco de pegar otro petardo.

Cuando le tocó turno a Víctor Barrio, empecé a acordarme de él. Pero no por lo que hizo sino por la altura que tiene. Con la capa toreó como quien quita la ropa del tendedero del jardín. Sería por lo flojo que fue también este novillo, temiendo que se cayera. Pero la impresión fue fatal. Y el volteretón que se pegó el novillo tras la primera vara, mortal de necesidad. Y otros brindis. Qué manía de brindar para luego quedarse en un toreo deslavazado e inoperante a base de mantazos. Menos mal que mató a la primera. Ni una palabra más.

Antes de que saliera el sexto, la gente empezó a marcharse de la plaza. Y es que ya habíamos tenido bastante. No sé por qué a esta primera tarde de la Feria de Otoño trajeron a estos tres. El novillo, también blando pero el mejor con mucho de los seis, arrolló a un peón. Y luego, Barrio empezó su faena de rodillas para seguir con estatuarios y con la mano derecha bastante bien para lo inevitablemente deslavazado que torea y abusando de todas las ventajas. Sobre todo con la izquierda. Pero levantó la tarde cuando ya estaba muerta. Muy por bajo en todo caso de la calidad de su oponente, la gente se agarró al digamos más dulce final y hasta pidieron el indulto del novillo. Se tiró a matar volcándose sobre los pitones y en animal dobló en los medios. Barrio cortó una oreja.

FICHA DEL FESTEJO
Madrid. Plaza de Las Ventas. Jueves 29 de septiembre de 2011. Primera de feria. Tarde veraniega con dos tercios aparentes muy espulgados.
Seis novillos de Gabriel Rojas, más bien toros y muy bien presentados los tres primeros y el sexto. Normales cuarto y quinto. Nobles pero sin fuerza ni casta a excepción del sexto que fue extraordinario.
Francisco Montiel (grana y oro): Dos pinchazos y no sé cuantos descabellos, dos avisos y silencio. Tres pinchazos, media estoca muy trasera e incontables descabellos, tres avisos y novillo al corral.
Alberto Durán (caña y oro con remates negros): Casi entera atravesada y no sé cuantos descabellos, aviso y silencio.
Víctor Barrio (marino y oro): Estocada, silencio. Estocada, oreja. Estocada atracándose, oreja.

Bucles melancólicos

ÁLVARO RODRÍGUEZ DEL MORAL

La plaza Monumental de Barcelona, último bastión taurino de Cataluña, ya es sólo ladrillo e historia. Difícilmente se asomará de nuevo un toro bravo a su arena gloriosa. Pero es una lástima que la energía malgastada en sollozos no se hubiera empleado mucho antes en combatir los primeros avances del enemigo mientras se esperaba que el Sol saliera por Antequera: primero, rebatiendo en los despachos más solventes la legislación que comenzó a roer los cimientos de la fiesta en Cataluña, hace ya unos cuantos lustros. La votación de julio de 2010 sólo fue una corona de flores para lo que ya estaba juzgado, muerto y sepultado. Y mientras, los Balaña, la familia propietaria de la vieja plaza aún dice que seguirá luchando… contra los molinos de viento. Son bonitos estos desplantes al mar sin mojarse los pies. Las certezas son otras: el quimérico recurso de inconstitucionalidad tardará demasiado en ser resuelto y para entonces -confiando ingenuamente en su sentido práctico- podrá ser demasiado tarde para un inmenso edificio que con seguridad ya tiene pactados otros usos y recalificaciones en las mesas donde verdaderamente se ha estado cortando este amargo bacalao.

Tierra quemada

En esa tesitura se habrá disparado sin éxito la última bala, se habrá perdido el postrer cabo de cuerda y habrá ardido el último litro de gasolina. Con o sin ley a favor, sin plazas no hay toros. Hace años que se celebraron las últimas corridas en Gerona, en el otrora activo y amplio circuito de la Costa Brava, en tantos y tantos cosos que ya son historia sin que nadie dijera esta boca es mía. Nadie dice ni una palabra de las reformas de la amplia y centenaria plaza de Tarragona, que desde un principio no incluían su reutilización como escenario taurino aunque ahora se lo pasen bomba empleándola como pabellón cubierto para esas exhibiciones de castellers descalabraniños. En los últimos años la Monumental sobrevivía con una programación de circunstancias alquilada a aventureros antes de que los Matilla supieran aprovechar el gran tirón del reaparecido José Tomás para devolverle sus laureles. Todo eso es historia ya…

Bueno y, ahora, ¿qué?

JOSÉ ANTONIO DEL MORAL

A las puertas de que finalice la temporada 2011 que, como todos saben, ha sido apasionante y en el aspecto torero, importantísima y hasta histórica –jamás habían coincidido al mismo tiempo tres épocas del toreo, la de Enrique Ponce en su tramo final, la de El Juli en su madurez y todo hace prever que la de José María Manzanares en su inicio-, contando además con el más regular en el éxito de los toreros geniales, Morante de la Puebla, y con una amplia baraja de figuras en pleno ejercicio de tales como Miguel Ángel Perera, Alejandro Talavante y El Fandi a la cabeza, seguidos por quien este año y esperamos que no definitivamente se ha desenganchado, Sebastián Castella, retroalimentados por los más cercanos a serlo, Daniel Luque, el rescatado César Jiménez, Rubén Pinar y los nuevos que más apuntan, David Mora e Iván Fandiño, y hasta por el que todavía aletea entre los más destacados desde hace años, El Cid, cabe hacer esta primera valoración del año taurino en España, sin olvidar al que merece punto y aparte por la singularidad de su caso, José Tomás, a quien hubiéramos nombrado antes si su campaña de reaparición hubiera sido como la de los que han estado presentes en las plazas importantes y han alternado entre ellos compitiendo sin miramientos de ninguna clase.

El caso de José Tomás no ha sido el mismo que el de las demás figuras porque, sostenido por la propaganda más grande que jamás se haya visto, solo ha toreado nueve corridas y, salvo en Valencia, Bayona, Nimes y Barcelona, con ganado de muy escasa presencia en estas tres últimas –sus actuaciones han carecido de importancia y la única faena reconocida por la mayoría de la crítica que ha hecho fue la de Barcelona frente a un blandísimo corderito de El Pilar, cuyo semen va a utilizar su dueño, don Moisés Fraile, últimamente contagiado de tomatosis aguda a riesgo de perder su categoría, sobre todo después del petardo ganadero que pegó con su descompasada y desigualísima en edades de Sevilla a la misma hora que se lidiaba su ínfimo envío de Barcelona. 

Lo que nadie sabe es cómo planteará Tomás su temporada de 2012. Si es como la que acaba de concluir, seguiremos sin tenerle en cuenta entre los primeros, sencilla y llanamente porque ese plan no se puede comparar ni remotamente con el de las verdaderas figuras. Pero es que, además, el año que viene, si sigue en activo, ninguna de sus actuaciones tendrían carácter de acontecimiento como este año lo fueron la primera y la última dadas sus especiales circunstancias: el regreso tras la grave cornada de Aguascalientes y el fin de los toros en Barcelona. El año que viene ya no habrá más motivos digamos excepcionales en ninguna de sus actuaciones, sino un devenir normal.

Todos sabemos que sus muchos partidarios incondicionales que, por cierto, dejaron a drede muchas localidades vacías en la corrida del sábado y se fueron tras la muerte del quinto toro en la del domingo, mas los críticos que le idolatran de buena fe u obedecen a quienes les ordenan ponerle siempre por las nubes esté como esté, continuarán dándole trato de exclusiva preferencia mientras dure la millonaria subvención de la famosa multinacional, claro… Pero también sabemos que este año no ha servido de nada y que el año que viene servirá aún menos. A no ser que la temporada de J-T que está por venir sea la que deberían exigirle y el ínclito cumplir. Puede que en las ganaderías que más le gustan no le dejen picotear más como viene haciendo de su capa un sallo, descabalando lotes previamente seleccionados con el desaguisado subsiguiente. Me consta que algunos importantes criadores se han negado a ello. Y menos que accedan a que vaya siempre acompañado de teloneros y escobas de poca monta aunque este año varios de ellos le mondaron. 

Antes de la última corrida en Barcelona, se llegó a decir que la expectación despertada por el suceso se había tragado lo acontecido en la feria de Logroño –mentira- y que anularía lo que sucediera en el penúltimo festejo de la Monumental con Morante, El Juli y Manzanares. Pero, mira por donde, no fue así. Fue la penúltima corrida con estos tres y no la de José Tomás pese a su triunfo, la que marcó infinitamente más por resultar verdaderamente memorable artísticamente hablando frente a una corrida bastante más seria de Núñez del Cuvillo. Las aguas, pues, empiezan a volver a su natural cauce.

Pero donde el toreo empieza a no discurrir por donde debiera es en América. La guillotina política del presidente Correa en Ecuador ha conseguido que a la lidia se le prive de la suerte suprema en Quito, aunque varios toreros españoles han tragado con el dislate y van a actuar en su feria, dicen que para evitar que allá queden prácticamente suprimidas las corridas de toros sin querer darse cuenta de que el precedente puede contagiarse en otros países taurinos limítrofes. Ya se sabe que no pocos parlamentarios colombianos están promoviendo que en su país también sea suprimida la suerte de matar. Pues bien, eso solo tendría una drástica solución: que los matadores que van a actuar en la feria de Quito cumplan con lo que son entrando a matar a sus toros aunque esté prohibido y a ver quien se atreve a detenerlos con el escándalo internacional que ello supondría…

También en Barcelona deberían haber exhibido banderas nacionales de España en vez de la catalana para protestar, sobre todo después de haber tenido que soportar que la banda de la Monumental interpretara el himno Els Segadors durante el paseíllo, en vez del tradicional pasodoble. Y es que nuestros toreros actuales son los más valientes y responsables de la  historia pero, como personas, unos benditos pardillos a los que les dan todas en el mismo carrillo.

domingo, 25 de septiembre de 2011

SEGUNDA CORRIDA DE ABONO – FERIA DE LA MERCED: Una preciosa faena de José Tomás en la última de Barcelona

Y un toro de calidad de El Pilar. *** El adiós a los toros en Cataluña y en la Monumental no pudo equipararse en fuerza ni pasión al festejo por todo memorable del pasado día 24.
Ultimo paseíllo en el ruedo de la Monumental de Barcelona. Un precedente sumamente negativo para los activistas animalistas, en una decisión estrictamente política y ajena a la voluntad del pueblo.
BARQUERITO

Era la última tarde de toros en Barcelona y, sin embargo, las emociones de la despedida no tuvieron ni la carga ni el acento ni la fuerza de la función memorable del sábado. La plaza de toros, condenada como tal, estaba abarrotada, pero ni consignas, ni pancartas, ni palmas por bulerías ni bulla ni coros ni jarana. Ni casi música, que sonó en apenas dos faenas y en los intermedios. Muy discretamente. Una gran ovación al asomar las cuadrillas y al romperse el paseo. Los toreros aplaudieron a los espectadores, los tres besaron el puñadito de arena que va con la liturgia, pero se echó en falta la esperada pasión.

La fiesta mayor del sábado pareció literalmente irrepetible veinticuatro horas después. La euforia del sábado se había transformado de pronto en resignación y el ambiente de la corrida fue esta vez apagándose progresivamente. José Tomás no llegó a ponerse ni acoplarse con el quinto de la tarde, que fue incierto y deslucido, le tocaron un aviso y ni un ajustado y destemplado quite por gaoneras –de largo la primera, exageradamente encima las cuatro que completaban quite- sirvió para dejar regusto alguno del último toro que mataba en Barcelona el torero de Galapagar, pretendido emblema de gran parte de la Cataluña taurina.

Una generosa decisión del palco premió con dos orejas una faena desigual y una soberbia estocada de Serafín Marín al último toro de corrida, que será seguramente el último en la historia de la Monumental. Y sacaron por derecho a hombros a Serafín y a José Tomás, que había toreado con rara perfección caligráfica al notable segundo de la tarde, y con uno y otro se llevaron a Juan Mora, que no pudo redondear.

Las puertas de la plaza estaban para entonces cerradas, y sólo se permitía salir por un pasillo muy reducido abierto en la cancela principal. En el exterior aguardaba un millar largo de personas con la intención de entrar como al asalto para vivir en masa las últimas horas del toreo en Barcelona. Ya era de noche. El control fue muy severo y dio la impresión de estar supervisado y dirigido por las fuerzas del orden. Un grupo de aficionados de la Unión Taurina de Cataluña se llevó a hombros a Serafín Marín por la Gran Vía hasta el hotel. José Tomás fue metido en su furgoneta, a Juan Mora lo condujeron a hombros calle Marina arriba.

Nada que ver con el clamor de la víspera, que tuvo caótica fuerza y brotó a borbotones. Ahora las ceremonias resultaron pálidas, contenidas, parciales. La corrida no fue, como espectáculo, ni cosa cálida ni siquiera templada. Ni fría. Quiso la casualidad que los dos toros de verdad buenos se jugaran de primero y segundo; el tercero rompió la racha casi en seco; el cuarto se aplomó; el quinto renegó y punteó engaños; y la bondad del sexto –buen ritmo al descolgar por la mano derecha se encontró cansado a todo el mundo, menos a Serafín Marín, decidido como fuera a poner rúbrica propia en este festejo testamentario. Tal vez pesara esa tristeza funeraria de entierro de los toros en Barcelona. O la distancia sectaria que los incondicionales de José Tomás pretenden imponer donde sea. La bacanal del sábado se había comido el protagonismo de José Tomás en esta hora final.

Y, sin embargo, es probable que la primera de las dos faenas de José Tomás fuera, en punto a razones, estética, formalismo y ritmo, una de las mejores de su larga antología. Y de los últimos cinco ejercicios. Lo más celebrado por la gran masa fue una tanda de cinco molinetes, rareza mayor, transfigurados en muletazos de gran distinción y de suerte cargada, como tantos de los que, expurgados de fotos y textos sagrados, prodiga Morante. Los cambios de mano, resueltos con inteligencia y firmeza; el toreo enroscado, despacioso, ligado y pulido por las dos manos en tandas generosas de hasta seis y siete; la postura en los medios casi posada; dos faroles de adscripción vitista; muchos paseos y pausas también; la voz aguda y tenue en cites y golpes, que se oía bien porque la banda de música había sido proscrita por deseo del maestro. Una gran estocada.

Y, antes, ya de salida, una gavilla de casi docena de verónicas de mano baja, embraguetadas y acompasadas, algo torcida la cabeza al encajarse en el sentido de la salida, y media muy bonita. Los mulilleros entretuvieron el enganche y el arrastre del toro con la manifiesta intención de provocar que el palco premiara la faena con el rabo. Se enrocó el presidente, pero entre un banderillero y un alguacilillo llegaron a cortar el rabo. El delegado salió del callejón con gestos elocuentes para que se devolviera el rabo a su dueño, que era el carnicero que desguaza los toros de Barcelona. Habrá caprichosos que paguen por el rabo cortado que no se cortó. Esta es ciudad de negocios.

Mora toreó con firmeza vertical, compasito y ritmo al buen primero, pero se pasó de faena y abusó de esos muletazos cambiados y al desdén que algunos llaman “carteles de toros”. Un cartel de toros llevaba Serafín Marín pintado en el capote. De la mano de la María Franco, la misma artista a quien los Matilla habían encargado el cartel del abono de la Mercé. La cartelería de estas dos últimas corrida de abono trajo polémica: la gente de Tomás encargó a Barceló un cartel por separado y sólo con la corrida suya, que trató de venderse como el oficial. María Franco protestó con la misma vehemencia con la que pinta. Una montera como un capitel jónico, un cuerpo de torero fragmentado como un rompecabezas, suaves colores azules, rosas y cremas en el cartel de oficio. La esclavina del capote de Serafín vino pintada de verde. En las vueltas, las cuatro rayas de sangre de la senyera catalana. Y, a mano, y en negro, la fecha del adiós. No se entendió con ese capote Serafín, que acabó lidiando el tercer toro con muletazos de pitón a rabo. Una hora después se apagó para siempre la luz.

FICHA DEL FESTEJO
Seis toros de El Pilar (Moisés Fraile). Corrida terciada. De mayor cuajo los tres últimos. Primero y, sobre todo, segundo fueron de excelente son. Sin fuerza el tercero. Cuarto y quinto protestaron. Bueno el sexto.
Juan Mora, de verde botella y oro, saludos en los dos. José Tomás, de pizarra y oro, dos orejas y saludos tras un aviso. Serafín Marín, de carmesí y oro, saludos y dos orejas. Sacaron a hombros a los tres matadores.
Barcelona. 2ª de la Mercè. Lleno. Veraniego.

ENTRE SUSURROS Y DISCRECIÓN POR PARTE DE LOS EMPRESARIOS: Dados a conocer carteles de la Feria de Valencia 2011

En el abono valenciano se reduce una corrida de toros, así como se mantiene la austeridad de nombres de atractivo y peso ante la singular situación que vive la feria en cuanto a solvencia de deudas contraídas de las dos ediciones anteriores.

RUBÉN DARÍO VILLAFRAZ

Finalmente la sociedad que conforman el valenciano Miguel Eduardo Dao y el andaluz Paco “Dólar” Dorado, han develado las que son “extraoficialmente” los carteles de la feria taurina en honor a la Virgen del Perpetuo Socorro 2011.

Tal y como señala la sección taurina del Diario El Aragueño en su edición de este lunes 26 de septiembre, el serial estará compuesto finalmente de tres corridas de toros, en fecha continua, así como una novillada nocturna. Como novedad, el que se retome la realización de la tradicional Corrida de la Prensa en festejo nocturno el viernes 18 de noviembre, el cual vuelve a la que fue la plaza de sus grandes acontecimientos.

La feria se desarrollará con nombres de toreros que pertenecen a la plantilla del conocido empresario y casa apoderacional «Matilla», lejos de aquellas figuras actuales, tras el conocido hecho donde aún se les debe emolumentos de honorarios, según lo dejó en claro la agrupación que les representa en España. Espadas como Juan Serrano “Finito de Córdoba”, César Girón, Juan José Padilla y Manuel Escribano completan son junto al mexicano Diego Silveti (quien se presenta como matador en Venezuela) la plantilla de coletas extranjeros que hará el paseíllo en el monumental ruedo carabobeño.

El pabellón tricolor estará representado por los diestros José Antonio Valencia, Leonardo Benítez, Otto Rodríguez, y la alternativa del valenciano Manolo Muñoz, hijo del subalterno Enrique Muñoz.

Finalmente el ganado a lidiar pertenecerá al hierro del ganadero Jerónimo Pimentel, quien lidia en Venezuela a nombre de San José de Bolívar, así como un encierro de la ganadería emeritense de La Cruz de Hierro.

Estas son las combinaciones a ser presentadas a los medios de comunicación:

DOMINGO 13 DE NOVIEMBRE. Novillada nocturna con reses de El Rocío (César Villanueva) con cartel de espadas aún por definir.

VIERNES 18 DE NOVIEMBRE. Corrida nocturna de La Prensa: Toros de San José de Bolívar (Jerónimo Pimentel) para José Antonio Valencia, “Finito de Córdoba” y Juan José Padilla.

SÁBADO 19 DE NOVIEMBRE. Toros de La Cruz de Hierro (Orlando Echenagucia) para Manuel Escribano, Otto Rodríguez y Diego Silveti.

DOMINGO 20 DE NOVIEMBRE. Toros de San José de Bolívar (Jerónimo Pimentel) para Leonardo Benítez, César Girón y Manolo Muñoz quien toma la alternativa.

EN EL MARCO DE LA FERIA DE LA VIRGEN DE LAS MERCEDES: Apoteósico debut de Coronado, cuatro años después…

RUBÉN DARÍO VILLAFRAZ

ZEA (Mérida, Ven.).- Exactamente cuatro años después de aquella terrible voltereta, donde en las postrimerías de faena, entrando a matar, todo el peso de su cuerpo caería sobre las vértebras cervicales, en el duro e irregular ruedo de la plaza portátil dispuesto, ha vuelto un torero de veteranas e innatas cualidades, quien el destino no ha querido apartarle de la profesión a la que ha entregado gran parte de su vida.

Se trata el espada zedeño Leonardo Coronado, quien este domingo ha reaparecido después de una larga y trabajosa convalecencia que incluso hizo pensarle en lo peor a tenor de lo delicado que resultó tal lesión. El milagro de su regreso a los ruedos se aplaude, aún cuando el tiempo no pase en vano, y los toros cumplan siempre los cuatro años…

En el marco de la tradicional Feria de la Virgen de Las Mercedes 2011, se ha lidiado un encierro de las vacadas venezolanas de Los Marañones, Rancho Grande (1º) y El Prado (4º), en su conjunto justos de presentación y dispares de presentación, destacando el segundo del lote de Coronado, premiado con la gracia del indulto.

El balance artístico del festejo fue el siguiente:

Leonardo Coronado: una oreja y dos orejas simbólicas.

Chamón Ortega: palmas en ambos.

César Vanegas: palmas y silencio.

INCIDENCIAS: El festejo comenzó a las 5:00 pm, lo que hizo que la misma culminara bien adentrada la noche, con escasa iluminación. *** Lleno en los tendidos. *** Presidió la corrida Rafael Escalona, presidente de la Plataforma Taurina, ente que tuvo intensa actividad años atrás, actualmente solapada.

ESTA TARDE, CON BOLETERÍA AGOTADA Y TODA LA AFICIÓN INDIGNADA POR TAL PRECEDENTE: La Monumental baja el telón

Cataluña dice adiós a más de 600 años de festejos taurinos.

CRISTIAN REINO

Salvo que el Tribunal Constitucional o una decisión del Gobierno digan lo contrario, las corridas ya son historia en Cataluña. La plaza Monumental de Barcelona, el único coso que permanece abierto en Cataluña, vivió este domingo la corrida que cerraba las fiestas de la Mercè, el último cartel programado antes de que a partir del 1º de enero de 2012 entre en vigor la ley aprobada por el Parlament de Cataluña que prohíbe los espectáculos donde se da muerte al animal. Barcelona pone fin a 624 años de tradición taurina, pues el archivo de la Corona de Aragón sitúa en el año 1387 la fecha más antigua de la que se tiene constancia documental de que en la comunidad catalana se celebraban espectáculos taurinos.

José Tomás, Juan Mora y Serafín Marín fueron los encargados de bajar el telón a seis siglos de fiesta de la tauromaquia en Cataluña y a casi 100 años de toros en la plaza Monumental. Aunque en los últimos tiempos el público catalán había dado la espalda a la Fiesta y el ruedo barcelonés difícilmente registraba media entrada, la corrida despertó una expectación inusitada (lleno hasta la bandera y precios en la reventa de 1.500 euros la entrada) y sirvió como acto reivindicativo tanto para los defensores de que la fiesta se mantenga como para los partidarios de la abolición. Los exteriores de la plaza volvieron a reproducir los enfrentamientos dialécticos que se vivieron en el entorno del Parlament cuando la Cámara catalana debatía la prohibición.

En un ambiente tenso, partidarios y contrarios a la abolición se movían entre la alegría desbordante de unos y la tristeza de los otros. Unos brindaban con cava porque los toros ya no volverán "nunca más" a Cataluña y los de enfrente no podían disimular la pena y hasta las lágrimas porque entienden que se ha cometido un atentado contra la "libertad y la cultura".

Como en ocasiones anteriores, insultos, cruce de acusaciones y más ruido que otra cosa. "Estamos contentos de que la tortura de los toros en la plaza acabe en Cataluña, pero hemos venido vestidos de negro porque todavía hay toros torturados en los 'correbous'”, gritaron unas 200 personas desde el lado animalista. "Libertad, libertad, libertad", les contestaron desde la parte taurina. La policía estableció un cordón de seguridad y separó a los activistas de los grupos ecologistas para que pudieran realizar sus reivindicaciones, mientras los aficionados se acercaban a la plaza.

"Viva los toros y viva José Tomás", exclamaba un aficionado ataviado con una camiseta que recordaba los triunfos cosechados por el torero madrileño en el coso barcelonés, donde ha salido nueve veces por la puerta grande. Los tomasistas son legión entre la afición de Barcelona, que aún no da por perdido el partido. Como dice el tópico, “hasta el rabo todo es toro” y por ello desde el mundo del toro agotarán todas las vías judiciales y políticas para evitar la abolición. "Seguiremos luchando por aplicar una moratoria para que la Generalitat no pague indemnizaciones millonarias mientras hay recortes en salud y educación. Defenderemos por encima de todo la libertad, la tradición y la cultura", expresó la presidenta del PP, Alicia Sánchez Camacho. Los protaurinos tienen además la carta del Constitucional.

El PP recurrió hace un año ante el alto tribunal la prohibición porque consideran que la ley aprobada por el Parlament vulnera la libertad artística y el acceso a la cultura. Los defensores de la Fiesta confían también en la iniciativa legislativa popular que han emprendido (necesitan 500.000 firmas) para pedir que la tauromaquia sea declarada bien de interés cultural, lo que podría blindar esta actividad. "Han fingido un debate animalista cuando era un debate identitario", dijo el presidente de Ciutadans, Albert Rivera, a las puertas de la plaza. El gesto de su cara contrastaba con el de los activistas que festejaban el fin de las corridas. "Hoy es un día de alegría porque por fin dejaremos de torturar y maltratar animales sólo por diversión e ignorancia. Es una parte de la historia que hemos sido incapaces de dejar atrás y ya ha llegado el momento", exclamaban los animalistas.

FERIA DE LA MERCED – PRIMERA CORRIDA DE ABONO: Un delirio: se desbordan la euforia y las emociones

Fiesta espontánea de reivindicación del toreo y protesta contra la abolición en Cataluña. Gran corrida de Cuvillo, a hombros hasta el hotel Morante, Manzanares y El Juli.

BARQUERITO

LA FIESTA SE ENCENDIO enseguida. Una hora antes de los toros ya se respiraba en el entorno de la Monumental ambiente caro, se jalearon antes del paseo textos reivindicatorios de la fiesta en grandes pancartas, se coreó varias veces el “¡Libertad, libertad…!” y el “¡Catalunya es taurina, Cataluña es taurina!” que han sido seña verbal de quienes en Barcelona llevan casi una década clamando contra los abolicionistas y sus intereses políticos.

No pareció fiesta orquestada. Y menos, si se tenía la referencia en directo de precedentes sonados, como la tarde de la reaparición de José Tomás en Barcelona –en julio de 2007- o las fiestas taurinas redondas que precedieron o siguieron a las votaciones y debates parlamentarios que concluyeron hace poco más de un año con la abolición de las corridas de toros en Cataluña.

Media hora después de concluida esta otra corrida –teóricamente, la penúltima en la historia de la Monumental-, el tráfico en el centro de Barcelona, entre el Paseo de Gracia-Plaza de Cataluña y la zona de Tetuán y la calle Marina estaba bloqueado por una singular manifestación: los tres espadas a hombros de dos o tres centenares de aficionados –mayoría notoria de gente joven- que, unidos tras una pancarta gigante de la Unión de Aficionados de Cataluña, no paraba de entonar sus lemas como consignas. Los tres toreros, agotados, asombrados, rotos de emoción, no daban crédito a esa marcha que tuvo tomado durante media hora larga el carril central de la Gran Vía. Vinieron a sumarse gentes que no habían estado ni en los toros.

El paseíllo tendría para Morante, El Juli y Manzanares la nota sentimental de ser su último desfile en una plaza donde los tres han vivido tardes memorables. Después del paseo, rompió la primera ovación de trueno. Todo el mundo en pie batiendo las palmas. Salieron a saludar desmonterados los tres espadas y entre los tres hicieron salir a saludar a sus cuadrillas también. La corrida iba a ser enseguida espectáculo aparte. Una corrida de Cuvillo muy astifina –en particular los dos primeros-, de variado y espléndido remate, con motor suficiente, vida y temperamento.

A más los seis toros: los buenos –por ejemplo, el primero y el sexto-, los difíciles –el cuarto y, sobre todo, el quinto-, el débil, que fue el tercero, y el de más agresiva correa, que fue el segundo. Este segundo tuvo la fortuna de caer en manos de El Juli, que en un quite desafiante al primero de corrida había encendido la mecha propiamente taurina de la tarde. Morante anduvo con ese toro entre zalamero, perezoso y dejado. Y al hilo del pitón.

El Juli se dejó crudo el que iba a ser toro más bravo de los seis cuvillos y lo haría seguramente a conciencia porque con él vino a dar medida de uno de sus mejores dones: el de poder con los toros. Consintiendo en distancia y por las dos manos, gobernando con autoridad soberbia. Con la izquierda, dos tandas sobresalientes. El temple. Un final rutilante y de fuegos artificiales mexicanos: “el de las flores” en molinete ligado con dos cambios de mano, y el de pecho al hombro contrario. Una estocada trasera al salto.

A partir de entonces saltaron chispas. Manzanares se acopló con un tercero justo de fuelle pero dócil y le hizo muchas caramelerías. Muletazos esculturales cuando se lo propuso. Faena un poco arbitraria y no del todo hilvanada. De fuerza plástica y gran eco. Una estocada forzadísima y provocando la arrancada del toro a la penúltima. A El Juli le arrojaron durante la vuelta al ruedo con las orejas del segundo una senyera catalana y la lució y blandió sin rubor.

El cuarto toro, de quilla flotante, se escupió del caballo, Morante le hizo un quite por chicuelinas insólito por lo vertiginoso y arrebatado y, luego, vino un renuncio del torero de la Puebla. Muy de él: ningún disimulo, sino que cortó de repente. Los muletazos de aliño fueron soberbios, pero eso no interesó a casi nadie. Con la espada se afligió Morante, con el descabello se atascó y, por tener, esta corrida tuvo en el entreacto hasta una bronca de época.

El quinto, cortó y astifino, veletito, fue picante. Encogido, listo, escarbador, se engallaba y reponía, se frenaba, no se dejaba engañar dos veces seguidas. Le pudo El Juli en una nueva faena de poderío y riesgo porque las frenadas del toro venían subrayadas por cabezazos. Se encajó de riñones El Juli, se ayudó con la espada, dio con la tecla, ligó lo imposible y, cuando terminó, se vino a las tablas con gesto triunfal. Trabajo espléndido. Una estocada sin puntilla. Un clamor. Al rodar el toro, la gente, provocada por estas escenas tan de toreo clásico, se arrancó de nuevo con el coro de “¡Libertad, libertad…!”.

El sexto fue para Manzanares, exquisito y templado, materia sutil para hacer encaje, y hacerlo a cámara lenta. Más despacio imposible. Bramó la gente. Otra estocada del recetario de la casa. La euforía se había desbordado. A Morante, que salió a hacer un airoso quite del perdón, no pararon de freírlo con frases faltonas. Hasta que, rodado el sexto y arrastrado sin orejas, Morante salió de troneras e hizo señal de que regalaba un sobrero. Fue, naturalmente, y en punto a toros, el acontecimiento de la corrida.

Y no tanto por el detalle de Morante, sino porque lo toreó maravillosamente bien, en improvisación constante, en dejación y desmayo de cuerpo y alma y brazos porque -¡ oh, casualidad dichosa!- el toro se prestó no de carretón sino con embestidas en serio. A placer Morante: el repertorio de Pepín Martín Vázquez entero, parte del de Ordóñez y Bienvenida y, naturalmente, las cosas del propio Morante, que son un baúl sin fondo. El hilo invisible de la espuma. A ese toro, por sugerencia de Morante, lo banderillearon los tres espadas y el par bueno fue justo el de Morante. De gran torería. Entonces se descalzó Morante. Y descalzo puso su firma a una tarde que llevaba ya de puño y letra el sello de Julián y Manzanares. Y de música de fondo cuatro o cinco toros de Cuvillo de los que no siempre se ven de una sola tacada.

Postdata para los íntimos.- Muy emocionante.

FICHA DEL FESTEJO
Seis toros de Núñez del Cuvillo, muy bien rematados, encastados, de condición varia, y un sobrero de Juan Pedro Domecq, jugado en séptimo lugar, de excelente son. Segundo y quinto de Cuvillo, por agresivos, fueron toros de particular vida; dulce un sexto muy pastueño. Manejables los otros tres.
Morante de la Puebla, de negro y azabache, silencio, bronca y dos orejas del sobrero. El Juli, de negro y oro, dos orejas y una oreja. José María Manzanares, de tabaco y oro, dos orejas en cada toro. A hombros los tres por la puerta grande y, luego, por la Gran Vía de les Corts Catalanes hasta el hotel en la calle del Bruch arropados por dos o tres centenares de aficionados.
Sábado, 24 de septiembre de 2011. Barcelona. 1ª de la Mercé. Tres cuartos de plaza. Estival.

viernes, 23 de septiembre de 2011

LA HORA DE LA VERDAD: Los tres entierros de la Monumental


ZABALA DE LA SERNA

A medida que se acerca la fecha de la infamia y del despropósito político y de la incapacidad de todo un sector como el taurino, me invade la sensación de que ya he vivido este cuento, este lamento, este profundo dolor. Las últimas ferias de la Mercé han sido como despedidas a la espera del puntillazo del invierno, el verano o qué sé yo. Cuando la noche del 27 de julio de 2010 nos reunimos en Casa Leopoldo e hicimos vigilia ante el rictus de la imagen de Manolete, a 24 horas de la votación definitiva del Parlament, las punzadas dolientes las sentíamos todos en el costado. Apenas medio día después, la guillotina de CiU, ERC y PSC caía por 68 a 55 votos. Por más o menos el mismo margen, la ILP antitaurina se admitió a trámite el 18 de diciembre de 2009. Cada ocasión, suponía una pequeña muerte, un sepelio íntimo.

Volví el 1 de agosto a la Monumental ya clandestina. Gritamos al vacío "¡libertad, libertad, libertad!". Los animalistas se mofaban, provocaban, insultaban. La situación se repetirá el próximo 25-S. Como un deja vu de pesadilla. Sólo que esta vez el entierro será el definitivo.

Después de los toros...

Así titula su portada El Periódico de Cataluña en su edición en español: "Después de los toros". La portada presenta un reportaje de cuatro páginas dedicadas a pensar en el próximo uso de la Monumental de Barcelona, a repasar su historia y ofrecer algunas claves del edificio y datos del reciente pasado. Poderosamente llama la atención el primero de los puntos: "Ante la amenaza de un proyecto inmobiliario que pretendía echar a tierra la plaza, en 1979 fue declarada monumento histórico-artístico, con lo que se inmunizaba contra el acoso especulativo de la época a un recinto que ocupa una manzana de El Exaimple, 10.000 metros cuadrados". De un acoso y un salvamento, el urbanístico, se pasó a otros acosos sin salvación, el espiritual.

Otra de las claves que subraya El Periódico es que se trata de un negocio deficitario. Contrapongo la información a la entrevista que concede Toño Matilla a El Mundo que se centra en los números estratosféricos que se moverán en euros el inminente y triste fin de semana en Barcelona con el telón de fondo de las indemninaciones. Y confieso que, por un momento, me siento un número en manos de un auditor que sumará todos los números el 25-S, hasta convertir nuestras 18.000 almas en pena en un argumento jurídico para inflar la bolsa de la recompensa de Balañá.

En época de vacas flacas y deprimidas, el diario catalán cuenta que la antitaurina ciudad de Barcelona esta vez no piensa ni comprar ni recalificar el terreno y rebobina hasta 2006, cuando ERC ofreció a la familia Balañá una permuta de terrenos para trasladar al ruedo el mercadillo de Els Encants. Las propuestas arquitectos, urbanistas y poetas oscilan desde el Barcelona Ecological Center, pasando por piscinas o centros educativos. Todos inciden en la protección de la fachada modernista que es lo que fascina. La ironía y la acidez la coloca, por encima de todo este surrealismo, Salvador Boix, apoderado de José Tomás: "Si la prohibición de toros se materializa, y atendiendo al precedente que sentó la familia Balañá al ceder la Monumental para que los fieles pudieran seguir en pantallas gigantes la última visita del Papa, propongo que donen la plaza a Qatar Foundation, que por esas cosas del pensamiento único ahora mola, para que esta haga una gran mezquita que contaría con instalciones para el sacrificio de corderos y otros animales homologados por la Generalitat". 

En cuanto pase la fatídica fecha del 25-S repiraré sin ansiedad. Después de los toros... Que se cierre el debate de una puñetera vez a la espera de lo que diga el TC. Y si dice sí a los toros, habría que asumir otra cuestión en tiempo presente: ¿y ahora qué?

jueves, 22 de septiembre de 2011

EL CIERRE DE LA MONUMENTAL DE BARCELONA: Y después de Cataluña... ¿qué?

Los antitaurinos fijan Galicia como próximo objetivo. *** La crisis hace más mella en los festejos que las protestas. *** Algunos espectáculos populares, en el ojo del huracán.

JOSÉ LUIS VADILLO / Diario El Mundo de España

Cataluña pone este domingo punto (¿final?) a las corridas de toros tras la aprobación en el Parlament de la Iniciativa Legislativa Popular. Los ojos de los movimientos antitaurinos y los temores de los taurinos se dirigen ahora a otras comunidades menos sensibles con la fiesta taurina.

Aunque los animalistas ya han advertido de que su objetivo próximo es la prohibición a nivel estatal, los taurinos pueden decir aquello de "más cornás da la crisis". Hasta el mes de agosto el número de festejos se redujo un 31,6% respecto a 2010, que ya fue un mal año. Los datos más preocupantes son en plazas de tercera (con una caída del 46,5%) y en las novilladas (-41,4%), donde más peso tienen los ayuntamientos como organizadores. La pérdida de espectáculos es dramática si se compara con el año previo a la crisis: el descenso hasta el 31 de agosto es del 240%, según expansion.com.

Así está la situación en el resto de España.

Canarias, en el limbo

De hecho, las islas son territorio sin toros desde hace más de dos décadas. Sin embargo, no existe una ley que prohíba explícitamente las corridas de toros. Los abolicionistas dan por válida la de 1991 de protección de animales. Sin embargo, esta ley afirma que su objeto es exclusivamente "la salvaguarda de los animales domésticos". Otra paradoja: permite las peleas de gallos, una tradición muy arraigada en Canarias. En cualquier caso, es más que dudoso que vuelvan a celebrarse corridas en las Islas.

Baleares, con pocos festejos

El otro archipiélago tampoco es territorio de acogida para los toreros. La administración autonómica está especialmente vigilante con las irregularidades y ha impuesto varias sanciones por faltas como permitir la entrada de menores de 16 años al coso, como ha ocurrido este verano en Inca.

Galicia, ¿próximo objetivo?

La comunidad gallega está en el punto de mira de los antitaurinos. Estos cuentan a su favor con un amplio respaldo social, movimientos nacionalistas (BNG) y ecologistas con gran calado y una fuerte identificación de las corridas como Fiesta Nacional española, lo que provoca rechazo en los sectores nacionalistas, como ocurre en Cataluña. La feria gallega más importante, la de Pontevedra, ha sufrido severos recortes este año, pero se mantiene con buen pulso.

El País Vasco, inmune a los independentistas

En Euskadi la tradición pesa más que la política. La fiesta, considerada «españolista» por los partidos independentistas, ha calado hondo en amplios sectores del nacionalismo, como en el PNV, que apoya sin problemas la celebración de corridas. Las tres capitales vascas tienen ferias de renombre en verano, a las que hay que sumar Azpeitia. También cuenta con un torero destacado en el escalafón, Iván Fandiño, natural de Orduña (Vizcaya), en cuya plaza debutó.

Asturias, otro eslabón débil en el norte

Gijón es la única plaza asturiana que aguanta el tirón. Si bien no existe una fuerte contestación a las corridas en esta comunidad, la indiferencia ha ido menguando los espectáculos. En Cantabria aguanta con fuerza Santander como emblema, mientras que en Navarra además de Pamplona y sus sanfermines están los cosos de Tudela y Estella, con una gran tradición también en festejos populares. En La Rioja, Logroño acoge la Feria de San Mateo en septiembre en su renovada plaza y destaca la feria de novilladas de Arnedo.

Zona centro: los taurinos replican

Varias comunidades autónomas, como la de Madrid y Extremadura y numerosos ayuntamientos han aprobado leyes o se han pronunciado a favor de la fiesta de los toros como bien cultural. Precisamente, Extremadura y Castilla y León tienen intereses más allá de los estéticos: son dos de los enclaves tradicionales de las ganaderías y la cría de toros de lidia tiene un peso importante en sus economías. En cuanto a la celebración de festejos, Castilla y León fue en 2010 la más destacada, con 354, seguida de cerca por Castilla-La Mancha (335). Madrid, pese a su menor tamaño, organizó 280 espectáculos, según los datos del anuario del Ministerio del Interior.

Andalucía, reserva espiritual

Tanto por celebración de festejos como por número de ganaderías, el sur de España continúa a la vanguardia taurina. Los ganaderos han comenzado a buscar otras formas de explotación de su negocio y en Cádiz ya han puesto en marcha visitas turísticas a las fincas. Su televisión autonómica es líder en información taurina. El lunar negro, de nuevo la crisis.

Levante, muy fuerte

Las ferias de Valencia, Castellón, Alicante, Murcia hacen del Mediterráneo uno de los refugios de los toreros. Muchas corridas y novilladas y de calidad. Además, los espectáculos populares tienen un gran seguimiento. De esta tierra son los 'bous' en la calle, los recortes y saltos de toros.

El toro de la Vega, 'Ratón' y otros festejos

El frente antitaurino también mantiene duras batallas en el terreno de los festejos populares. Tras el fin del toro de Coria, en el que el animal era aseteado por los espectadores y participantes, el próximo objetivo a eliminar es la fiesta del toro de la Vega (Tordesillas, Valladolid), en el que el toro debe ser matado de una lanzada. 'Ratón' ha sido el otro protagonista del verano. Este toro de capea ha matado a tres participantes en festejos populares de la Comunidad Valenciana. El peculiar Reglamento Taurino valenciano, muy respetuoso con las tradiciones, permite la participación de los toros en varios festejos y no impone límites de edad, lo que hace cada vez más peligrosos a los morlacos.

Twitter: @jlvadillo

EL INCIERTO FUTURO DE LA PLAZA Y SUS EMPLEADOS: ¿Quién da más por la Monumental?

ELENA PITA / Diario El Mundo de España

BARCELONA.- Cuatro días después de la gran Diada, en plena resaca visceral, el paisaje de Barcelona aún se adorna del ingenio patrio: trapos bicolores cuelgan de las más inverosímiles rendijas en las fachadas, y ondean: aquí vive un nacionalista. Observo y llego sin previo aviso a la esquina donde debo encontrarme con "el torero catalán", aquel que paseó barretina y 'senyera' por los alberos de España. La cita se me antoja clandestina. Mientras hablamos, en un café próximo a la Monumental, porque al torero se le niega la entrada a la plaza acompañado de prensa, uno y otro miramos de soslayo e inconscientes al derredor vacío esta mañana: no vayan a escucharle cuando dice, por ejemplo, que él se siente español y después, catalán; semejante desafecto.

Nadie en la gerencia de la plaza responde a sus llamadas, el portero tiene orden estricta de no dejarle pasar y el jefe de prensa me cuelga el teléfono para no escuchar mis súplicas: le importa una mierda que el fotógrafo haya venido desde Madrid para retratar al torero en estos tendidos que dentro de cuatro días serán Historia. Parece el castigo a Serafín Marín, el diestro sereno, por ser el elegido: el próximo domingo, terminada la gesta del gran José Tomás, héroe indiscutible de los taurinos catalanes, que los hay, Serafín lidiará el último toro que patee la arena de Barcelona. No más arena, no más Monumental, cerrada, 'closed', 'tancat'.

Pero cuando el torero se marche, rematada la faena periodística, no habrá ya quien me detenga. Entro cual turista a contemplar, sí, una historia decadente, de esplendor moribundo. Voy directa al museo, donde un cancerbero dormita cabeceando su inmensa humanidad sobre exigua banqueta de formica. Mi presencia le asusta y despierta, tanta es su soledad. Un polvo pesado y denso cubre las vitrinas y los tesoros que encierran, trajes de luces de Joselito El Gallo enlutado por su madre el mismo año de su muerte en 1920, de El Cordobés, Bienvenida, etcétera, y así hasta remontarse al 1700. Cómo ha cambiado el tipo de estos mozos que ni a la muerte temen, hoy espingardos, antaño talludos.

El hedor a chotuno conduce mi pituitaria decidida a un patio sobre las cuadras, donde cinco sobreros castaños rumian el último forraje que abastecerá esta plaza, mansos e ignorantes ellos; las cuadras en uso que son sin embargo estancias museísticas de un arte que languidecía sin necesidad de zapatazos, prohibiciones, decretos. "La libertad no se prohíbe", que reza la 'senyera' del torero de Montcada i Reixac.

Pero iba a hablar de la plaza y hacerle un réquiem, a este monumento obra de Ignasi Mas i Morell, levantado en 1915, que supo amalgamar reminiscencia mudéjar con estilo bizantino y el más delicado trazo de premodernismo catalán, 'melting pot', crisol de culturas; qué sabría el gran arquitecto de lo que iba a depararnos la Historia (toros, fandango y fútbol, más carta de ajuste), condenando su hermosa plaza al denuesto nacionalista. Ay.

Corren rumores a voces que dicen ha sido el propietario de la Monumental quien inspiró la prohibición de torear en Cataluña ahora que su negocio no es para masas sino minoría enfebrecidas. Jamás he visto una corrida de toros ni pretendo verla, dudo que soportase tanta violencia explícita, como tampoco en la vida he pisado un estadio de fútbol a no ser para bailar en concierto. Pero esto nada significa. Entro con impresión clandestina aún en los tendidos y me quedo estupefacta de lo que veo: ¿a dónde irá a parar esta bella estructura, estas cenefas forjadas, los seis minaretes de mosaico preciosista?

Corre un rumor a voces sobre una fortuna árabe que supuestamente adquiriría la Monumental para levantar una mezquita a mayor gloria de Alá, que sería símbolo de respeto a otras culturas: la libertad de culto no se cuestiona, y también es que en la zona no cabe ya más centro comercial y que el monumento es patrimonio a no ser que algún hábil lo rectifique, todo es posible en la jungla política de intereses. Para circos y conciertos tenemos ya el Fòrum en desuso.

¿A dónde irá a parar esta bella estructura, estas cenefas forjadas, los seis minaretes?

Me cuentan en la plaza que a preguntas de la prensa sobre la rumoreada mezquita, el señor Balañá, el mega propietario a quien beneficiarían los millones públicos por cese de actividad, respondió: "¡¿Eh?!, ¿un jeque? No sé res". 'Res' saben sus empleados, que ora dormitan ora vitorean al torero cuando posa para el fotógrafo a la puerta de la plaza, arrojado, proscrito. No saben siquiera qué será de su puesto de trabajo el próximo mes, con la faena prohibida y la plaza cerrada, 'closed', 'tancat'. Eso sí, habrá cartel de lujo (obra de Miquel Barceló) para esta Mercè postrera: Morante de la Puebla, El Juli y Manzanares lidiarán este sábado 24, y Juan Mora, José Tomás y Serafín Mora, el domingo 25. Para la Historia.

EL CIERRE DE LA MONUMENTAL DE BARCELONA: Palabras para el indulto

Enrique Ponce advierte de que «la barbarie de Cataluña no puede servir de ejemplo a otras comunidades y países».

ISABEL JIMENO / Diario ABC de España

SEGOVIA.- Con el sonido de los clarines llorando sus últimas notas en una plaza histórica como la Monumental de Barcelona, el mundo del toro se resiste a que la melodía de un arte como el toreo muera y sea el principio del fin para entonar la marcha fúnebre de una raza única, símbolo de España. La voz para que en un futuro no lejano la inminente prohibición de las corridas en Cataluña sea abolida —y los riesgos que la extensión del ejemplo puede tener— la alzó ayer en Segovia Enrique Ponce. El festival de la palabra, de la confrontación de ideas y pensamientos, el Hay Festival, brindó al maestro valenciano una tarde diferente: defender a través del diálogo la cultura de los toros.

De impecable traje, no de luces, sino de corbata, sin capote, sino con la palabra, el diestro salió a los otros medios y bordó una bella faena en el mano a mano con el crítico taurino de ABC, Andrés Amorós. Sin tapujos, a pecho descubierto, igual que sin los miedos que sobre el albero deja en casa, Ponce aseguró que «aquí hay algo más que el movimiento antitaurino». «No cabe más que pensar en el fondo político», lamentó el matador, quien recordó que las personas en contra de los toros «han existido toda la vida». Pero ahora hay algo más. «El movimiento antitaurino no puede llegar a provocar lo que ha pasado en Cataluña», aseguró Ponce, apuntando directamente a los «separatistas nacionalistas catalanes» como los responsables de este «triste momento» ante el que ahora «no hay mucha escapatoria».

Pero Enrique Ponce fue optimista y confió, y sobre todo llamó a que los políticos actúen. «Lo de Cataluña es una barbarie y no puede servir de ejemplo a otras comunidades ni países», advirtió el diestro en relación también a la prohibición en Quito de matar el toro en la plaza. Y él lo tiene claro. Seguirá yendo a la plaza ecuatoriana «para reivindicar lo que queremos» y no propiciar que el objetivo del presidente, Rafael Correa, de acabar con las corridas a través de la ausencia de figuras dé muerte a los toros.

«Cuando defienden que un toro no muera una tarde, están mandando a la sepultura a toda una especie; es que no tiene sentido lógico ninguno», aseguró tajante Ponce. «El primer ecologista del toro bravo que quiere su permanencia es el propio torero, el ganadero, el aficionado», advirtió el torero y ganadero, quien confesó que «si me dan a elegir entre ser toro bravo o charolés, no tengo ninguna duda, sería bravo».

«Arte estratosférico»

Ponce, ese niño que «veía a los toreros como dioses» y ha logrado por méritos propios entrar en ese selecto olimpo, defendió la «libertad de ir o no ir» a un espectáculo que es el que más gente mueve después del fútbol y que «atrae a muchas más personas que otras», también en Cataluña pese a la nula promoción que hay. Un espectáculo en el que «todo es improvisado» y aquí reside su grandeza, un «arte de una dimensión estratosférica» con el que «no hay nada que pueda compararse», un cara a cara, cuerpo a cuerpo de la belleza, fortaleza y potencia de ese animal enigmático se mide a la valentía e inteligencia del hombre. «Y eso es lo que algunos pretenden cargarse, no sólo a la fiesta, sino al toro bravo», alertó Ponce al recordar que más allá de los ruedos los astados no tienen vida.

A cuatro días de que la Monumental, una «plaza torerista cien por cien» y con gran afición, clave el estoque a la Fiesta, Ponce no desaprovechó la ocasión brindada por el Hay Festival y, ya antes de que Andrés Amorós entrase directamente al asunto, clavó la primera banderilla de lamento. «¿Cómo hemos podido llegar a esto cuando Barcelona era una de las bases fundamentales de la temporada en España?», se preguntó este maestro que de niño que soñaba con ser torero, manejar ese arte «que busca la belleza, pero en el que existe la posibilidad de que mueras en ello».

Bajo el título de la «Cultura de los toros», el diestro valenciano recordó, además, que «todos los ámbitos de la cultura están inspirados en el toro y el toreo y eso dice mucho de lo que suscita. Es la prueba de que es ante todo un arte, belleza, pasión y forma parte de nuestra cultura, tradición e idiosincrasia de todos los pueblos de España y es lo que nos debe atraer», sentenció este maestro de los medios que con más de veinte años de carrera aún no piensa en la retirada y sigue soñando y «buscando la perfección». «Lo primero es que te guste a ti para poder gustar a los demás», aseguró este artista de una obra de arte que, como otra, «te tiene que gustar sin que te lo expliquen».

martes, 20 de septiembre de 2011

EN SAN CRISTÓBAL 28 Y 29 DE OCTUBRE DE 2011

III Congreso Tachirense de Tauromaquia
Javier Morales, extraordinario ponente y gran aficionado, desde su vasta experiencia como Veterinario de la Plaza de Toros de Las Ventas, entre los presentes este próximo 28 y 29 en la ciudad de San Cristóbal. Foto: RDV
RUBÉN DARÍO VILLAFRAZ

La Comisión Taurina de San Cristóbal y la Plataforma Taurina Capítulo Táchira, organizan el III Congreso Tachirense de Tauromaquia, a realizarse en la ciudad de La Cordialidad, los días 28 y 29 de octubre 2011, en el auditorio de la Policlínica Táchira, informó Luis Hernández, presidente de la Plataforma Taurina del Táchira.

La organización de este evento se encuentra bajo la responsabilidad de Luis Hernández, Jackson Ochoa, Ricardo Benvenuto, Manolo Ordóñez, Álvaro Moros Puentes, Rodolfo Vivas, Juan José Guerrero y Mauricio Gutiérrez; el evento contará con la participación de conferencistas de tronío quienes compartirán sus experiencias y abrirán el debate sobre importantes temas del mundo del toro.

Entre los ponentes extranjeros se encuentran:

Juan Ramón Romero: Miembro de la Cadena Sur de Andalucía, programa radial español Carrusel Taurino.

Javier Morales: Ganadero de Partido de Resina y veterinario de la Plaza Las Ventas de Madrid,

Víctor Mendes: Matador luso

Julián Parra Díaz: Periodista taurino de la cadena RCN de Colombia.

Por Venezuela participaran:

Dr. Alberto Ramírez Avendaño, Ganadero capitalino de Los Aranguez.

Abog. José Gregorio Morales: Miembro de la Comisión Taurina de San Cristóbal y ex delegado taurino del Concejo Municipal

Eutiquio Hevia Porras: Historiador e Investigador taurino con varias publicaciones

Abog. Luis Hernández Contreras: Músico, productor radial e historiador con diversas publicaciones.

Lic. Santiago Contreras: Presidente de Corporación Tachirense de Turismo (COTATUR).

Arquitecto: Oscar Medina: Secretario equipo rectoral de la Universidad Experimental Táchira (UNET): Representación de Unión de Abonados y Aficionados.