Destacadas actuaciones de Guillén, Martínez y Suárez en la novillada de apertura de la Feria de Tovar 2011.
Jonathan Guillen, ante un utrero de |
RUBÉN DARÍO VILLAFRAZ
TOVAR (Mérida, Ven.).- En toda la extensión de la palabra, ha sido un verdadero lujo de novillada. En cualquier pueblo de nuestra patria le hubiesen pasado como una corrida de toros, y eso de por sí para los diestros actuantes la noche de este miércoles, tiene gran merito. Muchos eran la primera vez que pasaportaban un astado de tal catadura, y a fe que lo hicieron con solvencia, cada quien con sus cualidades que les atesora.
Interesante ha resultado la novillada que abría la feria taurina en honor a la Virgen de Regla 2011. El factor toro ha sido primordial para que al final, sin contar orejas, los aficionados hayan salidos satisfechos de las distintas facetas que en la larga función se observaron en el manojo de ilusiones vestidas de luces, el cual hicieron el paseíllo en la arena del Coliseo El Llano.
Antonio Ramos en el que abrió plaza ha dejado evidencia de su ambición y deseos de agradar desde el primer capotazo. Suaves fueron los lances con el percal, para pasar sin mucha trascendencia en banderillas. En la muleta, por la zurda fue donde a primeras lograría acoplarse a la cambiante embestida del serío utrero, quien a pesar de esto se dejó en buenos muletazos. Mediada labor, por la diestra luciría con mayor solvencia antes de marrar labor con la espada, siendo silenciado.
Con un novillo de La Cruz de Hierro, Jonathan Guillén se hizo presente nuevamente en este ruedo, con miras a tomar alternativa en febrero próximo. No estaba en el cartel anunciado, teniendo que comprar su novillo, y con ello ha justificado su inclusión a base de su vasto rodaje que ya se le ve, pasando por ambas manos las sosas y escasamente humilladas viajes del animal. Se recreó en el muletazo Guillén, componiendo la figura, dejándole la muleta delante de la cara y tapándole cualquier resquicio de salida. Una pena que el fallo con el acero, le dejara sin premio su actuación.
Tal vez la actuación más completa de la noche vino de la mano del coleta local, Tomas Martínez, quien se llevó en suerte el ejemplar de mejor nota del lote. Y también la disposición del torero, quien ya se había mostrado en vistoso quite por chicuelinas en el ejemplar anterior, su singular saludo por tafallera a porta gayola causó curiosidad. Tras brindarle a su maestro, “El Tovareño”, los doblones de prologo fueron presagio a una actuación que tomo importancia por la zurda, llevando templadas y largas las embestidas de la res, aprovechando su bondad más no su entrega. Detalles de su progreso y evolución dejo demostrado con creces, hasta que le perdería la cara al novillo en un desplante y fue encunado, afortunadamente sin mucho que lamentar. El sainete con la espada le privo de “tocar pelo” con justicia.
Compromiso grande para el novillero capitalino Ángel Guía, quien vestido elegantemente para la ocasión vio como su cornalón ejemplar le colocaba en aprietos, ante la falta de rodaje que aún posee un joven, a quien se le observa una manera muy pura de embarcar las embestidas, y que sí se le sabe llevar puede funcionar. Valor y disposición fueron sus tarjetas de presentación. Tras ser arrollado en la suerte suprema, y varios viajes con la toledana, saludo desde el tercio.
Jesús Enrique Colombo es otro de los actuales novilleros con “tablas” producto de su metódico manejo y gestiones de su padre. Se le vio fácil y resolutivo con el eral que pasaportó, el cual no le duro mucha cuerda, pues en la muleta suelto de las telas y rajado, no hizo más que dejar expresado que este jovencito va camino a matador de toros en años próximos. Tras dos viajes con la espada con defecto, dio vuelta al ruedo, tras tímida petición.
Antonio Suárez, medico de profesión, también ha dejado evidente las buenas maneras que se pueden conjuntar de llegar a cuajarse como torero. El novillero de San Cristóbal ha dejado en la retina series suaves y templadas en especial por la izquierda, donde se desgranó en toreo de alta escuela, clavando las zapatillas en la arena, con desparpajo y convicción poco común en un novillero de escaso rodaje aún como lo demostró el retoño de nuestro buen amigo Dr. Amenodoro Suárez. Al segundo viaje mando a las mulillas su antagonista, para dar vuelta al ruedo.
Voluntad y mucho corazón fue la que dejo en el ruedo el local Miguel Molina, despachando un serio novillo, que pese a su escaso rodaje dejo manifiesta las ganas de ser de este jovencito valor de la escuela taurina de Tovar. Con capote, banderillas y muleta, “El Ovejo” no se arredró al compromiso, y más bien dejo muy claro que en él hay un Diamante a pulir. Por la diestra y zocata llevó por bajo y largo el noble viaje del animal, hasta que se paró, sacándole hasta el ultimo muletazo, en labor que pecó de dilatada, más de la cuenta. El sainete con la espada le hizo escuchar dos avisos e in extremis el tercero, por lo que los presentes, a pesar de esto, le ovacionó con justicia en su saludo al tercio.
En el cierraplaza, el merideño José Antonio Salas no la ha tenido toda consigo frente al eral que despachó. Su aún verdor, y peso, tal vez del compromiso, le hizo ver atropellado en capote y muleta, lo que es un claro indicio aún de faltarle muchas horas de toreo de salón y campo, para asumir lo que implica estar en las filas novilleriles con picadores, en comparación con los mismos compañeros de este festejo.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de Toros Coliseo de Tovar. Miércoles 7 de Septiembre de 2011.
Novillada nocturna con picadores de la 168ª Feria de la Virgen de Regla.
Con poco más de un cuarto de plaza, en noche fresca, se han lidiado siete astados de Los Aranguez (Alberto Ramírez Avendaño), en su conjunto bien presentados, sosos y descastados, destacando del lote por manejables el 3º. Se lidió en 2º lugar uno de La Cruz de Hierro (Orlando Echenagucia), noblón, sin humillar. 5º y 8º erales de la ganadería titular, para los becerristas de turno.
Pesos: 418, 360, 400, 390, 210, 340, 360, 210.
Antonio Ramos (Pistacho y oro), silencio.
Jonathan Guillen (Verde esmeralda y oro), saludos desde el tercio.
Tomas Martínez (Azulillo y oro), vuelta al ruedo.
Ángel Miguel Guía (Azul marino y oro), saludos al tercio tras aviso.
Jesús Enrique Colombo (Purísima y oro), vuelta al ruedo tras petición.
Antonio Suárez (verde botella y oro), vuelta al ruedo.
Miguel Molina “El Ovejo” (Rosa y oro), saludos desde el tercio.
José Antonio Salas (Azul noche y oro), silencio.
INCIDENCIAS: Mala lidia por parte de la cuadrilla de subalternos actuantes, mal colocados al momento preciso de la lidia. *** “El Ovejo” se presentaba con picadores lidiando a «Contemporáneo» Nº 70 de 360 kilos. *** Hacían su estreno en esta plaza los espadas Ángel Miguel Guía, Antonio Suárez y José Antonio Salas.
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