Inesperado y accidentado inicio de los sanfermines. El
tradicional chupinazo que marca el inicio de las fiestas se ha lanzado con 20
minutos de retraso, después de que unos desconocidos descolgaran una ikurriña
gigante delante de la fachada del Ayuntamiento de Pamplona.
Justo a las 12.00 horas, cuando la plaza estaba llena y
todos los ojos miraban al balcón desde el que se lanza el cohete, al menos dos
radicales que se han subido a un tejado de la plaza Consistorial han colgado sobre
una cuerda la enorme ikurriña, tapando las banderas de la Unión Europea,
España, Navarra y Pamplona.
"No voy a consentir que se tire el chupinazo con una bandera que
no es la de la ciudad. No se puede lanzar con la indignidad que se quiere
hacer", ha advertido el alcalde de Pamplona, Enrique Maya. Éste, junto a la concejal María Caballero, ambos de UPN, han instado a los ediles de Bildu,
presentes en el consistorio para que hicieran lo posible para se retirara la
bandera, que colgaba de un cable sobre la plaza.
Lanzamiento con 20 minutos de retraso
Tras la retirada de la bandera y ante la incertidumbre de
las miles de personas que esperaban el inicio de la fiesta, el concejal
socialista Eduardo Vall, acompañado
por Ana Irene Rodeles, en
representación de la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE), que este
año celebra el 75º aniversario de su nacimiento, ha prendido la mecha del
cohete al grito de "San Fermín, San Fermín".
"Ahora sí. Pamploneses, pamplonesas,
iruindarrak, gente forastera, desde el respeto institucional, viva San Fermín,
gora San Fermín", han sido las palabras pronunciadas por Vall después de que efectivos
municipales lograran retirar la gran ikurriña.
Horas después del incidente, la Junta de Portavoces del
Ayuntamiento no ha sido capaz de llegar a un consenso para firmar un documento
conjunto que rechace la colocación de la ikurriña. El Consistorio había
convocado una Junta de Portavoces extraordinaria para abordar la situación,
pero, según ha informado UPN en un comunicado, "no se ha alcanzado un texto
de consenso, por los de siempre".
Críticas a Bildu
El alcalde de Pamplona ha mostrado su "indignación" por este suceso, y ha señalado directamente
a Bildu. "Analizaremos seriamente qué ha ocurrido, quién ha colocado esa
bandera, pero las sospechas son evidentes", ha advertido. "Esto
demuestra que la pretendida normalidad no lo es. Las cosas no surgen, se
organizan. Se transmite una sensación falsa de enfrentamiento que no es
real", ha añadido.
"Parece que hay algunos que quieren que Pamplona sea una ciudad
insólita. Estoy convencido de que Bildu está detrás de esto, aunque dicen que
ellos nunca saben nada. Ya les vale", ha censurado el regidor.
El concejal de Seguridad Ciudadana, Ignacio Polo, ha tachado de "desconsideración" con una
fiesta que se ve en todo el mundo, mientras que la delegada del Gobierno en
Navarra, Carmen Alba, ha comentado
que no se han producido detenciones y ha felicitado a la Policía Municipal por
su actuación.
También ha sido muy crítico con los hechos el portavoz del
Partido Socialista, Jorge Mori, que
ha censurado que "una minoría intenta imponerse a la mayoría". "Esto es
inaceptable, nos han querido imponer la ikurriña delante de la fachada y no
podemos ceder a esta imposición", ha dicho, por lo que ha
respaldado la decisión de retrasar unos minutos el inicio de la fiesta.
Por su parte, la portavoz de Bildu, Eva Aranguren, ha asegurado que su grupo desconocía lo que iba a
ocurrir con la ikurriña, si bien ha dicho que ella reivindica "abiertamente"
esta bandera y seguirá "reivindicando la presencia de este
símbolo".
Inicio de la fiesta
Una vez superado el incidente y tras el lanzamiento del
chupinazo, los pañuelos rojos han hecho su aparición y han sido anudados al
cuello, como símbolo inequívoco de que las fiestas han comenzado.
Las palabras del edil socialista han sido coreadas por las
miles de personas que desde horas antes esperaban el inicio de la fiesta en la
plaza Consistorial y en los diferentes puntos de la capital en los que se han
colocado pantallas gigantes para seguir en directo este acontecimiento.
La plaza del Castillo, el paseo de Sarasate, la plaza de los
Fueros, el parque de Antoniutti y la peatonal de Carlos III han sido los otros
escenarios en los que se ha vivido con más intensidad el inicio de estos
sanfermines.
La espera en la plaza Consistorial ha sido amenizada con
cánticos en honor a San Fermín por una multitud que, pese al poco espacio
disponible, no ha cesado de cantar y bailar, mientras su indumentaria blanca
poco a poco ha ido cambiando de color como consecuencia de los litros y litros
de vino que se han vertido tanto en ese espacio como en las calles aledañas.
Controles policiales
En las entradas a la plaza, como en años anteriores, se han
establecido controles policiales para impedir la introducción de envases de
vidrio para tratar de evitar accidentes, así como otros elementos como palos,
banderas, telas de gran tamaño, huevos, globos con pintura u otros objetos.
Pese a todo en el interior de la plaza se ha podido ver algunas pancartas en
favor de los presos de ETA.
Las Fiestas de San Fermín de este año cuentan con 437 actos
en el programa oficial, que ha sido elaborado con un presupuesto de unos 2,1
millones de euros, lo que representa una reducción del 13,8% respecto del año
anterior.
Un total de 317 eventos musicales (58 conciertos, 24
verbenas y 235 bandas de música, pasacalles y música regional), 74 actos con
menores como protagonistas, 30 espectáculos taurinos, ocho citas con el deporte
rural y 8 actos institucionales se han programado para estos nueve días
festivos. Estos actos oficiales que se completan con multitud de actividades
organizadas por diferentes colectivos y peñas pamplonesas.
A todos ellos hay que sumar el acto por el que los
sanfermines son mundialmente conocidos, los encierros, que desde mañana, 7 de
julio, y hasta el domingo 14 volverán a llevar a las calles de Pamplona la
emoción de los mozos corriendo ante los toros, que por la tarde serán lidiados
en el coso pamplonés. / ELMUNDO.es
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