Los toros de la
ganadería de Torrestrella
(Cádiz) han protagonizado hoy un quinto encierro rápido y peligroso, en el que
uno de los astados ha quedado descolgado al final de la carrera y ha creado los
mayores momentos de peligro, sin que ningún corredor haya resultado corneado.
Un único herido, con
un traumatismo craneal aparentemente leve, se ha registrado hoy en el quinto
encierro de los sanfermines, en la zona de la cuesta de Santo Domingo.
Los de Torrestrella, pertenecientes a una
de las ganaderías de mayor riesgo por el número de heridos por asta que suele
dejar a su paso, se han mostrado nobles y han realizado prácticamente toda la
carrera estirados aunque agrupados, sin embestir apenas hacia los mozos en los
2 minutos y 46 segundos de duración.
De nuevo bajo un sol
radiante, a las 8.00 horas, y tras los cánticos en los que los mozos piden su
protección, San Fermín ha vuelto a concederla, ya que el habitual
comportamiento de estos animales no se ha revelado hoy y desde el inicio, al
abrirse los portones de los corrales de
Santo Domingo, han mantenido una carrera agrupada, liderada por uno de los
bueyes en estos primeros metros.
Ya con más velocidad,
la torada se ha estirado en el transcurso de la cuesta, a cuyos lados dos de
los animales miraban, uno a su derecha y otro a su izquierda, pero sin
acercarse a ninguno de los corredores.
En esa disposición
estirada han cruzado la plaza del
Ayuntamiento, donde uno de los bureles ha trompicado a un corredor al que
ha superado en velocidad, y han enfilado Mercaderes
para llegar a la curva que conduce a la calle
de la Estafeta, que un día más han superado sin incidencias gracias al líquido
antideslizante que se aplica en la calzada días antes de comenzar los
Sanfermines.
Hermanados y con los
cabestros en cabeza han comenzado a ascender la calle Estafeta, donde poco a poco se han estirado y han creado
huecos que han permitido a los mozos encontrar su sitio para lucirse ante las
astas.
Es en el tramo final
de esta calle donde un toro cárdeno claro, de nombre «Rayosol», se ha comenzado a descolgar de sus hermanos, que más
adelante avanzaban en dos grupos, el primero con un toro negro y tres cabestros
y el resto por detrás.
Estos dos grupos han
llegado a los chiqueros de la plaza sin crear mayores incidencias, si bien su
hermano «Rayosol» ha perdido
velocidad y, ya al final de Telefónica
se ha girado, despistado y buscado a los mozos que le rodeaban a distancia,
para volver de nuevo a enfilar el camino hacia el callejón.
Pese a su
desorientación un oportuno corredor ha citado al animal y ha conseguido que se
introdujera en el callejón de la plaza, donde de nuevo se ha girado sobre sus
patas y otro mozo ha sabido recortarle y ponerle de nuevo en el camino
correcto.
En la misma puerta de
entrada al coso taurino esperaban los dobladores, que a punta de capote y sin
problemas, han logrado llevarle hasta los chiqueros y finalizar así el quinto
encierro de los sanfermines 2013, en el que al igual que en los anteriores no
ha habido corneados, y que tan sólo ha obligado a trasladar al hospital a un
corredor por traumatismos en los primeros minutos tras la carrera.
Los cinco encierros corridos hasta hoy han dejado trece heridos, ninguno de ellos por asta de toro y la mayoría con contusiones y algunas fracturas, de las que la mayoría ya han sido dados de alta. / EFE
Los cinco encierros corridos hasta hoy han dejado trece heridos, ninguno de ellos por asta de toro y la mayoría con contusiones y algunas fracturas, de las que la mayoría ya han sido dados de alta. / EFE
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