ZABALA DE LA SERNA
De la mano de Juan Manuel Albendea (PP), la
ILP taurina camina victoriosa por el bochorno. Victoriosa sólo por la mayoría
absoluta. Aún resuena en el Congreso de los diputados su obsoleto discurso de
tramitación (12/02/2012), la retahíla clásica de Goya, Picasso, Lorca y Alberti,
subrayados los últimos con gracieta de abuelo cebolleta: "Que no eran precisamente de derechas, ¿eh?". Hasta ahí
el ingenio. Albendea despreció un magnífico informe de la Mesa del Toro/UCTL
plagado de datos sobre la economía y la ecología del toro para recitar, sin
salivar y carraspeando, la enumeración arqueológica que le había elaborado su
amigo Andrés Amorós, como si fuera la
lista de los reyes Godos. Ni un argumento del siglo XXI esgrimió el presidente
de la Comisión de Cultura del Congreso.
Las figuras del toreo allí presentes no daban
crédito cuando, para rizar el rizo, todas las mentiras de ERC, IU, CiU, PSOE,
etcétera, sobre las subvenciones de la Tauromaquia, que persigue el blindaje de
Bien de Interés Cultural para quedar como arte subvencionado, decían, igual que
la industria del cine español, quedaron sin respuesta porque Juan Manuel
Albendea había quemado prematuramente su turno de réplica para hacer una chanza
a la diputada convergente. No hubo palabra alguna del IVA del 21% que grava la
Fiesta -la falsedad de que el toreo quedó exento del subidón que afectó a todas
las artes tampoco se desmintió-, ni mención a la brutal aportación a las arcas
del Estado por impuestos directos e indirectos, ni la contribución a
Diputaciones y Comunidades a través de
asfixiantes pliegos de explotación de la plazas de titularidad pública.
Al día siguiente el sector de la Fiesta debía
haberse alzado en armas. Pero lo dejó estar, como siempre. Hasta ahora que Juan
Manuel Albendea ha confeccionado a su antojo una lista de comparecencias en el
Congreso que ha sobresaltado a todo el sector. No ya tanto por la media de edad
del Albendea's Team, que pasa los 70,
incluso con la "juventud"
aportada de Carlos Núñez, sino por los temibles discursos caducos que se
presienten: el catedrático de Literatura, Andrés Amorós; Tomás Ramón Fernández,
catedrático de Derecho Administrativo; Luis María Gibert, presidente de la
Federación de Entidades Taurinas de Cataluña; y el propio Núñez como presidente
de la Mesa del Toro, que ha tratado de convencer a su Albendea de su craso
error. El desfile se producirá entre los días 10 y 11 de julio.
Don Andrés ya ha llamado a la Mesa del Toro
para que le pasen datos, probablemente el informe que despreció el propio Albendea,
aunque puede abundar en su propuesta de un festival en la Monumental de
Barcelona con las cámaras de TVE (http://www.abc.es/hemeroteca/historico-10-01-2010/abc/Toros/una-propuesta-para-barcelona_1132967892178.html)
Gibert quiere su momento de gloria -como impulsor de una ILP que ha pagado el
sector taurino- después de anunciar en 2012 que los toros volverían a Barcelona
de inmediato para reincidir en 2013 con cartel incluido: toros de Fuente Ymbro para Finito, JT y Serafín
Marín. "Sólo faltaría la
empresa", añadió el genio (http://torosennavarra.com/luis-maria-gibert-los-toros-se-blindaran-en-el-congreso-en-mayo/).
Pues este es el elenco de promesas que ha
alineado Juan Manuel Albendea para defender los toros. Albendea salió tan
exultante y tan contento de haberse conocido por su casposa intervención
parlamentaria el pasado mes de febrero
que se abstuvo en la ILP de la dación en pago (http://www.elconfidencial.com/espana/2013/02/12/albendea%2Dpp%2Dexdirector%2Ddel%2Dbbva%2Den%2Dandalucia%2Dse%2Dabstiene%2Da%2Dla%2Ddacion%2Den%2Dpago%2D%2D114838/)
y anunció con fe ciega a los cuatro vientos: "Los toros regresarán a Barcelona en septiembre".
Y así nos va. Como si no hubiera un Nacho
Lloret en el mundo, autor de la mejor defensa que se haya escrito de la Fiesta
("El toreo, arte olvidado"),
ni el profesor Juan Medina con un trabajo actual y demoledor del impacto de los
toros en la economía, ni un tipo con el perfil de estilete de Juanma Lamet y
sus conocimientos socioeconómicos, ni una ex ministra de Cultura como Carmen
Calvo, la primera que apuntó a la base jurídica de la Medalla de las Bellas
Artes como balón a seguir; como André Viard, presidente del Observatorio para
las Culturas Taurinas de Francia, que "algo"
han conseguido los francese. Y tirando alto, Mario Vargas Llosa. Arte,
historia, literatura, pintura y música, por supuesto; pero sobre todo ecología,
economía y la estructura legal, que se ancla en el decreto por el que el
Gobierno socialista de Zapatero enmarcó la Tauromaquia en Cultura y asciende
hasta la Constitución.
Sigamos por la senda joven de Albendea,
defendiendo los toros a caspa y espada. Y no habrá mañana.
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