Plaza 1 ha designado a Alejandro Fermín, Rafael González y
Pablo Mora finalistas del Certamen de Novilladas nocturnas de promoción que se ha
celebrado en Las Ventas durante el mes de julio. Será esta, por tanto, la terna
que lidiará los novillos de Juan Antonio Ruiz Román en la Gran Final programada
para el próximo viernes, 3 de agosto, a las 21:30h.
Alejandro Fermín y Pablo Mora compartieron cartel en el
festejo con el que se abrió el Certamen el pasado 6 de julio. Ambos dieron una
vuelta al ruedo tras petición de oreja. Oreja que sí paseó Rafael González la
noche del 13 de julio, prolongando así su idilio con el coso venteño, pues ha
sumado un trofeo en todas sus actuaciones: la de su presentación en 2017 y las
dos de 2018.
Plaza 1 también ha valorado positivamente la actuación del
novillero cordobés Lagartijo, que dio una vuelta al ruedo en la segunda cita
del Certamen. Tras la dimensión que dejó ese día en el ruedo madrileño, la
empresa se ha comprometido a volver a anunciarle la próxima campaña.
De cara a la Gran Final del Certamen, Plaza 1 ha añado un
aliciente extra: el vencedor ganará un puesto en la novillada de abono de la
próxima Feria de Otoño.
El buen corte de Gardel y Salvador en la última del certamen
En la última novillada del certamen, celebrada este sábado,
hicieron el paseíllo Alejandro Gardel, David Salvador y El Galo, que dejaron
esperanzadores detalles, cada uno en su estilo, ante una muy desigual e insulsa
novillada de La Ventana del Puerto.
El primero de Alejandro Gardel salió abanto, marcando la
querencia y apuntando ya escasas fuerzas. Hubo gusto y encaje en el prólogo. Y
una primera tanda también de cierto pellizco por el derecho. Otras dos
posteriores todavía mejores, más asentadas, más templadas y por abajo, con
notable pulso para que todo saliera limpio y compactado. Y a todo esto, el
novillo embistiendo con mucha calidad, aunque había que ayudarlo y empujarlo
hacia adelante. Cuatro cositas por el izquierdo y otros tantos adornos fueron
el corolario a una labor malograda con los aceros. (Silencio).
Al cuarto lo recibió con elegantes verónicas, a la postre,
lo único destacable, pues al utrero, muy justo fuerzas, le faltó celo en sus
nobles acometidas. Gardel volvió a dejar fogonazos de su buen estilo dentro de
un conjunto que no llegó nunca a tomar vuelo. Mal otra vez con la tizona.
(SIlencio).
David Salvador dejó su carta de presentación con un garboso
saludo a la verónica al segundo, novillo más serio por delante, y más altón
también. Milagroso el quite del propio Salvador a su peón Jesús Fernández antes
de brindar al personal. No tuvo nada de clase el utrero en el último tercio,
rebrincado y con la cara muy suelta. El aragonés, aunque salmantino de
adopción, lo entendió a la perfección y, si bien en lo artístico no pudo
resolver, al menos se vio que le funciona la cabeza. La espada, en cambio, sí
debe pulirla. (Silencio).
Al quinto, más bastorro de hechuras, le costó desplazarse y
Salvador volvió a dejar retazos del buen corte que atesora (Ovación con
saludos).
El primero de El Galo era una pintura. Guapo y serio. Pero
lo bueno que tenía por fuera le faltó por dentro. Sobre todo fuerzas. Dos veces
al suelo y un volatín lo corroboraron. Espectáculo y facultades exhibió el
franco-mexicano con los palos, desenvolviéndose con desparpajo. Variado y
certero. Primera ovación de la noche. Otra más en el brindis. Faena de pases de
uno en uno con cierto encaje en la distancia corta, mas al conjunto le faltó
redondez, limpieza y, sobre todo, hilván. Un final entre los pitones volvió a
despertar a la parroquia antes del fallo a espadas. (Silencio).
Con más alegría que ninguno de sus hermanos acudió al caballo
el sexto, al que El Galo quitó por vistosas zapopinas. Nuevamente exhibió
músculo con los rehiletes. El trasteo de muleta pasó inadvertido ante un
novillo que tampoco se prestó lo suficiente, sin fuerzas, sin clase, sin
humillar... Cobró una gran estocada entrando a matar sin muleta. (Ovación). / Diario EL MUNDO de Madrid
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