domingo, 22 de julio de 2018

TEMPORADA DE LAS VENTAS - Los males de una noche de verano

La terna se estrella con una novillada sin posibilidades en una noche fría y aciaga

GONZALO I. BIENVENIDA
@GonIzdoBienve 
Diario EL MUNDO de Madrid

La tercera cita nocturna de la temporada de Las Ventas siguió sumando a la ola optimista de este verano: 8.000 espectadores acudieron a la novillada. El programa de la oferta gastronómica ha tenido efecto. Los madrileños acuden a cenar, a los toros y a tomar una copa en la plaza de toros de Las Ventas. 

La terna anunciada este viernes era de los de mayor nombre y proyección de los 12 novilleros participantes en el certamen nocturno que disputará su final el 3 de agosto con novillos de Espartaco. Santa Teresa y Couto de Fronhilos fueron los hierros escogidos para esta tercera nocturna.

El juego de los novillos no dio opción alguna a la terna. Una novillada muy desigual en la que faltó la calidad por un lado y la fuerza por otro. Cuando el viento se propuso complicar más las cosas a los novilleros, la sensación de frío superaba a la temperatura registrada en los tendidos. Frío estaba el ambiente dentro del anillo. El tendido 7 estaba cuajado.

Las protestas se sucedieron a lo largo de la tarde pero estallaron del todo con el sexto, de Santa Teresa, un colorao que parecía un toro. Perdió en varias ocasiones las manos, dio un volatín al clavar los pitones en la arena. Trinidad López decidió mantenerlo en el ruedo. Ya hacía frío y era tarde, pensó. Juanito, un joven portugués con ánimo a prueba de bombas, lo intentó todo pero no pudo remontar aquello porque a la falta de fuerza se le sumó la de celo. Se escucharon gritos de ¡Fuera del palco! o ¡Ladrones!. Protestas que colman el vaso del descarriado rumbo que ha tomado la presidencia de Madrid.

Juanito había demostrado todas sus ganas con el tercero. Especialmente con el capote, ganando terreno hacia la boca de riego. Después, el novillo también mostró debilidad y ya fue imposible conectar.

La única ovación de la noche la saludó Ángel Jiménez tras mostrar su artístico sello en el primero. El contenido de la novillada duró un toro. El tiempo que aguantó el novillo, Jiménez se mostró confiado. Hubo dos tandas de personal entrega. El novillo echó después el freno de mano y no pudo redondear las bellas maneras apuntadas.

El cuarto fue un tío. A portagayola y de rodillas en el tercio, Jiménez trató de caldear un ambiente que ya estaba crispado. Se paró pronto el desclasado novillo.

García Navarrete regresaba a Madrid tras haber recibido dos percances anteriormente. Muy aplomado, con actitud de querer ser torero y con autenticidad. García Navarrete volvió a dejar sensación de superioridad. A su primero le faltó raza mientras que al que completó su lote le faltó entrega. La imagen dada fue la de un profesional con oficio, recursos y autenticidad.

El viento, el palco, la mala novillada de dos hierros y el frío trataron de estropear una noche de verano. Es importante cuidar el contenido de las novilladas que debe motivar a volver a los toros a todos aquellos que acuden los viernes a Las Ventas al planazo de cena y toros. El ambiente en las galerías superiores tras el festejo se va consolidando semana a semana.

COUTO DE FORNILHOS / SANTA TERESA | Ángel Jiménez, García Navarrete y Juanito
Novillos de Couto de Fornilhos (2º, 3º y 4º) y de Santa Teresa (1º, 5º y 6º), desigual de presentación, más cargada en su segunda mitad y de escaso juego. El 1º fue irregular, desrazado el 2º, sin fuerza el 3º, parado el 4º, deslucido el 5º y endeble el 6º.
Ángel Jiménez, de blanco y oro. Estocada corta. Aviso (saludos). En el cuarto, cuatro pinchazos y tres descabellos. Aviso (silencio).
García Navarrete, de azul y oro. Cinco pinchazos y estocada desprendida. Aviso (silencio). En el quinto, estocada habilidosa (silencio).
Juanito, rosa palo y oro. Estocada (silencio). En el sexto, estocada trasera (silencio).
Monumental de las Ventas. Viernes, 20 de julio de 2018. Novillada nocturna con picadores. 8.000 personas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario