Tres orejas y la correspondiente Puerta Grande logró hoy el
diestro David Mora en la localidad ciudadrealeña de Almadén, en un festejo
mixto en el que la rejoneadora francesa Lea Vicens y su compatriota Sebastián
Castella obtuvieron, asimismo, un apéndice cada uno.
La tarde fue de capotes más que de muletas. Entre otras
cosas porque los de Manuel Blázquez lidiados a pie llegaron tan solo con un
hilo de pujanza al último tercio en el mejor de los casos.
Fue, concretamente, el quinto, noble, con clase y el pitón
derecho sangrando, que todo hay que decirlo, ante el que Castella anduvo
sobrado, con fases de templanza manejando la muleta con la mano diestra, con la
que consiguió lo más lucido, a lo que hay que sumar un entonado recibo de
capote. Frente a su flojo primero poco hubo que rascar.
David Mora lo bordó a la verónica en sus dos toros, echando
la pierna adelante (es decir, la pata palante), ganando terreno y gustándose en
la ejecución de las suertes. La faena de muleta a su primero, tercero de la
tarde, fue un ejercicio de temple, tirando con sutileza de la remisa embestida
de su oponente, que quería, pero no podía. Ya en éste, tras manejar con acierto
la espada en el primer viaje, se ganó la puerta grande.
Lea Vicens abrió festejo a caballo. Destacó su toreo de
costado ante sus dos toros de Luis Terrón; en el primero montando a Diluvio, y
en el cuarto sobre Bético. A la hora de clavar hubo más intención que ajuste,
si bien podría haber salido a hombros de no haber fallado con los aceros.
La nota curiosa del festejo llegó al doblar el quinto. Los
tendidos pidieron el doble trofeo para Castella, los cuales fueron inicialmente
concedidos, aunque el palco se retractó y dejó el premio en singular. De este
modo el francés, que debutaba en el precioso coso hexagonal de Almadén,
abandonó la plaza a pie. / EFE
FICHA DEL FESTEJO
Dos toros de Luis Terrón para
rejones, manejables, y cuatro de Manuel
Blázquez, desiguales de presentación, con el quinto sangrando por el pitón
derecho. Nobles, con clase, pero sin fondo. Algo mejor el quinto.
Lea Vicens, silencio y oreja con petición de la
segunda.
Sebastián Castella, ovación tras aviso y oreja con petición de
la segunda.
David Mora, dos orejas y oreja.
La plaza registró casi tres cuartos de entrada.
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