Si hay algo que me reconcilia con el oficio del buen
periodista es la rapidez y la hondura de la explicación sobre cualquier
“novedad” que suceda en los ruedos de la vida o de los toros. Aunque en este
caso la “novedad” está sacada del armario de tantos lances como el toreo primigenio
acumula. El iluminador de esa “actualidad” es un compañero de oficio llamado
Paco Mora, cuya pluma cierra la última página de este semanario. Paco no ha
llegado a este oficio por casualidad. Es un gran aficionado pero es también un
periodista en el sentido ilimitado del oficio. Por eso saltó como una liebre
para aclarar conceptos sobre esa “novedad” que dejó Morante sacando del armario
los viejos lances taurinos. El Galleo del Bu. Inventado, cuenta Paco, por otro
Paco apellidado nada más y nada menos que Frascuelo, hermano del importante,
que fue Salvador Sánchez.
El revuelo viene por esa serie de revoleras denominadas
Galleo del Bu que Morante ha resucitado. Toda variedad es bienvenida, toda
resurrección de la historia es enriquecedora porque pasado el tiempo y el
olvido se convierte, qué curioso, en novedad. Y a Morante le cae bien este
remember y todo lo que haga con el capote (posiblemente nadie toree con el
capote mejor que el de La Puebla) es atractivo y pone al día el baúl de los
recuerdos de la vieja tauromaquia. Entiendo que este galleo se le atribuyera a
Gallito (es canto del mismo corral), pero Paco Mora ha puesto los puntos sobre
las íes de la historia.
Toda variedad es buena. Todo el toreo por arriba es vistoso.
Pero todo el toreo por abajo se aquilata, se ahonda y se saborea en el pozo de
los milagros que es la hondura del lance o del muletazo. Y dicho esto, gracias
compañero, porque el periodismo es eso: rapidez y luz a la noticia.
CASTELLÓN, VALENCIA Y ALICANTE, DIFERENTES PERFILES DE FIESTA
Parece que no, pero siendo de la misma comunidad los
perfiles del espectáculo taurino son diferentes. Yo al menos noto una tarde de
toros en Castellón a una de Valencia y a otra de Alicante. Esta es la más
festiva, posiblemente la menos turista y con toda seguridad la más explosiva.
Pero hay que decir que hubo tardes y faenas importantes. Y una lista de
notables: Ureña en la primera, qué buen concepto tiene el de Lorca; Román tiene
que asentarse; y loa al milagro de Palazón, que le ganó el pulso a un cáncer
que le puso contra las cuerdas. Pero ganó el torero y el hombre y ese éxito en
su tierra es el inicio de la esperanza. Román tiene que asentar su valor y sus
argumentos. Se amontona demasiado. Debe volver al orden y al temple. Roca Rey
es, sin duda, el más taquillero, el nuevo gran ídolo popular, tiene la ambición
y la entrega de los grandes. El aprobado le parece un fracaso, el notable una
medianía y sólo se siente bien cuando llega al sobresaliente. Y la gente es
como un resorte con este torero. El usía de Alicante no tiene el pulso de los
pañuelos bien cogido. Le dio una oreja cuando era de dos la faena. Y le dio una
oreja, en el último, cuando tampoco había por qué. O sea: se equivocó al
derecho y al revés. Joder, qué difícil. Castella vive una segunda juventud y
tiene mérito. Los años, las cornadas, las corridas y los triunfos que acumula
el galo. Por cierto, me cuentan que en Vinaroz, plaza de tercera, a la orilla
de la mismísima playa de la ciudad donde se comen los mejores langostinos, un empresario
al que no conozco ha logrado en los últimos años dar toros y llevar gente.
Positivo. El otro día Castella le formó un lío a un animal muy bueno de
Clotilde Calvo, o sea, Buenavista. Buena la que lio el torero y buena la
felicidad de la ganadera. Yo no sé si en plazas de tercera es pecado mortal. Sé
que el artículo 83.1, creo recordar, dice que sólo es reglamentario el indulto
en plazas de primera y de segunda. Joder con la discriminación. ¿Y en tercera
qué ocurre si sale un animal bravo y tan bueno que al torero no le importen los
tres avisos? ¿Que puede haber abusos? Seguro. Los hay en plazas de segunda casi
todos los días.
EL REGLAMENTO, CERRADO EN UNAS COSAS Y PERMISIVO EN OTRAS
A mí me gustaría que se defendiera lo que es fundamental en
todas las plazas. Y más aún en las de primera y segunda. Las de tercera, de
momento, me parece un milagro que sigan vivas. Por eso si en Vinaroz están tan
felices público, torero y ganadera, por mí que lo disfruten. Somos, o es el
reglamento tan cerrado en unas cosas y tan permisivo en otras. Alicante, gran
feria de segunda, como tantas, un puyazo de cualquier manera y a banderillas
sin ver al toro ni ver quites. Ahí es donde hay que apretar en las plazas
grandes, donde hay mucho público y la plaza debe mantener un nivel de
categoría. En plazas de segunda he visto animalejos que no valdrían ni para
novilladas en plazas serias. Y en Vinaroz, que es un milagro que den toros, sí
se aplica la ley para que no sueñen en cuentos de hadas.
Maduro ese Castella. Cada día me gusta más Talavante y su
mano izquierda. Y la voracidad de Roca Rey. Morante dejó cositas sin el Bu.
Manzanares reina y hereda del padre al ser la referencia torera de esta
terreta. Y qué bueno que Diego Carretero, tan manchego y tan vazqueño, pida
paso y se llene las manos de orejas. Y Ponce vivirá en los ruedos más años que
Noé, que murió 350 años después del diluvio pero palmó con 950 años. No sé si
creérmelo pero búsquenlo y verán que es así. Grande Ponce y tremendo Juli,
arrasaron y barrieron en el final de la feria en la mejor corrida, la de
Garcigrande. No olviden que en Madrid, Chacón y Javier Cortés siguen sumando y
Tomás Campos -¿te acuerdas de él?- tiene una espada fatal pero un toreo para
echarle cuentas. Hay que creer también en la resurrección de los toreros y,
claro, también, en el Galleo del Bu. El galleo del susto o del Fantasma lo
llamaron. / Redacción APLAUSOS
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