ÁLVARO SUSO
El joven torero peruano Andrés Roca Rey cortó dos orejas,
una de cada toro de su lote, y salió triunfador de la primera corrida de la
feria de la Virgen Blanca de Vitoria, una tarde en la que Diego Urdiales y
Alejandro Talavante, faltos de ánimo y compromiso, lograron asimismo un
apéndice cada uno.
No corren los mejores tiempos taurinos en Vitoria. La
presión social y política es un hecho en una ciudad que ha visto caer su feria
después de la resurrección que encabezó el grupo de aficionados de Vitauri hace
una década.
Ahora la lucha por devolver público a los tendidos como aval
de fuerza ante las dudas del ayuntamiento por seguir un año más con la feria
taurina es el primer objetivo. Y la FIT, empresa que cumple su segundo año, ha
puesto todo su interés con tres carteles bien rematados, pero tan solo un
tercio de entrada con Urdiales, Talavante y Roca Rey puede quitar la ilusión al
más optimista.
Fue el peruano el primer triunfador y lo hizo de forma
arrolladora a pesar de que no tuviera un lote excesivamente bueno. Desde el
primer capotazo se gana a los tendidos y acaba por enloquecerlos con su quietud
y seguridad con la muleta.
En su primero escondió la falta de fuerzas del de Jandilla,
que se lesionó en una aparatosa voltereta, a base de una seguridad pasmosa para
llevar al toro largo en unas distancias muy comprometidas. Cayó baja la espada
y todo quedó en un trofeo.
En el sexto repitió oreja, pero la petición de la segunda
fue tan fuerte como exagerada, pero es que Roca Rey pisa unos terrenos muy
serios y lo hace con una naturalidad que hipnotiza los tendidos. El toro se
rajó muy pronto pero el joven matador acabó con un arrimón que desató a los
presentes.
Abrió la tarde Diego Urdiales, quien tuvo la oportunidad de
estrenarse ante un sensacional ejemplar de Vegahermosa, con clase en la
embestida y largo por ambos pitones.
El riojano logró algunos bellos pases sueltos que no hicieron
otra cosa que demostrar la excelente condición de un animal para haber cuajado
una faena de mayor intensidad. Al final, la brevedad con los aceros sirvió para
que Urdiales recibiera el primer trofeo de la Feria. El cuarto se rajó muy
pronto y la porfía del torero de Arnedo en tablas fue insulsa.
Tampoco Talavante puso toda la carne en el asador. En su
primero, acompañó las embestidas de un astado falto de fuerza en una labor
aseada pero carente de transmisión; mató de una estocada suficiente para cortar
una oreja.
En el quinto, un sobrero de pobre presencia, no fue capaz de
solventar los cabezazos del de Jandilla y a los múltiples enganchones en la
muleta los remató con un mal uso de los aceros. / EFE
FICHA DEL FESTEJO
Cinco toros de Jandilla, el
quinto como sobrero, y uno -el primero- de Vegahermosa,
bien presentados los tres primeros y pobres el cuarto y el sobrero, y de juego
muy desigual.
Diego Urdiales: estocada (oreja tras aviso) y media y descabello
(ovación).
Alejandro Talavante: estocada (oreja) y cinco pinchazos y
estocada desprendida (silencio).
Andrés Roca Rey: estocada caída (oreja con petición de la
segunda) y estocada desprendida (oreja con fuerte petición de la segunda).
En cuadrillas, Juan José
Trujillo saludó tras banderillear al quinto.
La plaza registró un tercio de entrada.
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