Regresa este sábado a los ruedos
en Cuenca por una buena causa
La madrileña reaparece en la
corrida que abre la Feria de Cuenca este sábado con Ponce y El Juli a beneficio
de la investigación del Cáncer Infantil.
GONZALO IZQUIERDO
BIENVENIDA
Diario ELMUNDO de Madrid
@GonIzdo Bienve
Cuando abandonó profesionalmente los ruedos (1999) tenía 27
años, aún no se había casado y todavía no había decidido qué hacer con su vida
alejada de los ruedos. Cristina Sánchez vuelve este sábado en Cuenca junto a
Enrique Ponce y El Juli y con el fin de ayudar a la investigación del cáncer
infantil del Hospital Niño Jesús de Madrid. Una razón que no recogió el
maravilloso libro de Conchita Cintrón: ¿Por qué vuelven los toreros? La eterna
pregunta a la que sólo responde la inquietud artística de seguir creando en la
mujer que se convirtió en la primera en confirmar la alternativa en Las Ventas.
- Cristina, en estos
años después de los ruedos ha creado su firma de moda y lleva más de 10 años en
televisión, ¿cómo se le ocurrió meterse en este lío otra vez?
No tengo necesidad económica pero sí una inquietud. Se cumplen
20 años de mi alternativa y lo quiero conmemorar con lo que más me llena en
este momento: ayudar a los demás. Hemos escogido la Fundación del doctor Luis
Madero que se dedica a la investigación del cáncer infantil.
- ¿Qué papel han
tenido sus hijos en la decisión de volver a torear?
Cuando comenté a mi entorno la idea de volver a vestirme de
luces todos me quisieron convencer de que no lo hiciera. Mi marido me propuso
que se lo preguntase a mis hijos pensando que les asustaría tanto que me iban a
decir que no. Sin embargo, vi la ilusión que se despertó en ellos y fue el
factor definitivo para aceptar la propuesta de Maximino Pérez (empresario de
Cuenca).
- ¿Cómo están
viviendo su preparación?
Como madre siempre les he transmitido una serie de valores.
Creo que a través de lo que están viendo en estos meses se están dando cuenta
de que no es sólo teoría de lo que les hablo. Siempre les animo a fijarse metas
altas y alcanzarlas a través de sacrificio. Están viendo el esfuerzo de un
familiar por conseguir un objetivo, hay días que me ven derrotada y otros
encantada. Es parte del camino y creo que para ellos es toda una lección de
vida.
- Como comentarista
de las corridas de toros que emite Castilla- La Mancha Televisión, ¿cómo vivió
el horror de contar la muerte de Víctor Barrio en directo?
Ha sido la vivencia más dura que he tenido retransmitiendo.
Sólo tenía ganas de tirar los cascos y salir corriendo de allí. Mis compañeros
fueron ejemplares, me ayudaron a seguir. Nunca me había imaginado que iba a
tener que afrontar algo así.
- ¿Se replanteó
torear en Cuenca después de la tragedia de Teruel?
No, ya tenía activado el chip de torero. Pensé en mi
familia, en la preocupación incrementada tras la pérdida de Víctor Barrio. Y
sobre todo en mi hijo mayor de 15 años, que estaba presente en la plaza y desde
entonces noto el temor en su ilusión. Ahora valora más todavía lo que significa
ser torero.
- Después de tanto
superado, ¿por qué no torear alguna corrida más?
No voy a torear más. Tras la expectación levantada, me han
ofrecido muchas cosas pero si me anunciase en algún otro festejo perdería el
sentido que tiene esta fecha tan especial. Quiero ayudar a los niños con
cáncer, y el doctor Madero me ha explicado exactamente a dónde va a ir la donación.
- Han pasado 16 años
de su última temporada en activo, ¿qué toreo se ha encontrado al coger los
trastos de nuevo?
He notado una evolución técnica importante en el toreo. Se
ha progresado en lo que se le hace a los toros en comparación a la época en la
que yo toreaba. Creo que, como mi objetivo es disfrutar, ahora estoy notando un
reposo que antes no tenía.
- Pese a su
inactividad taurina, siempre ha estado en forma.
Para mí el ejercicio es algo natural. Siempre me he
mantenido fuerte. Me encanta el deporte y ha sido importante no empezar de cero
la preparación. Pero es muy duro entrenar enfocando todo a estar delante de un
toro. Requiere un tremendo esfuerzo físico y mental.
- Se lidiarán toros
de Daniel Ruiz y es un cartel muy rematado: Enrique Ponce, Cristina Sánchez y
El Juli.
Compartir cartel con Enrique Ponce, catedrático del toreo,
es un privilegio para mí. Siempre me fijé mucho en él. A El Juli le tengo mucho
cariño desde los primeros años en la Escuela de Madrid. Siempre ha sido mi
torero, un prodigio, me confieso una auténtica julista. Es un regalo que la
vida me da. Ese día compito contra mí misma.
"El toreo es caricia, y nadie mejor que una mujer para
torear acariciando", le susurró el maestro Curro Romero en la ceremonia su
alternativa en 1996. El valor y la sensibilidad de Cristina Sánchez se harán
presentes en Cuenca este sábado para dejar patente una vez más que el toreo y
la solidaridad van siempre de la mano.
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