El extremeño cuaja a «Organizador»,
un gran toro de Vegahermosa premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre.
Alejandro Talavante |
LUCAS PÉREZ
@lucasperezest
Diario ELMUNDO de
Madrid
Foto: EFE
Un auténtico alboroto formó Alejandro Talavante este lunes
en Colmenar Viejo desorejando a un extraordinario toro de vuelta de
Vegahermosa. «Organizador» su nombre. Una cumbre de principio a fin. Desde los
naturales de inicio sin probaturas a un final apoteósico en el que se llegó a
pedir el indulto. Entre medias, un faenón. Soberbio el toreo en redondo,
ligado, profundo, encajado... De las mejores faenas que se recuerdan en
Colmenar Viejo. Las tandas de seis y siete naturales, ni un enganchón. Todo
belleza. Como preciosos y ceñidos fueron también los cambios de mano hasta el
infinito. De rabo. Pero se quedó en dos orejas y la vuelta al ruedo para el
bravo jandilla.
Ya había rayado a buen nivel el extremo en su primero. El
cartucho de pescao, puesta delante la muleta. Y hasta el final. Tras dos tandas
al natural de buen nivel, el calor llegó en redondo, muy ligado, acompañado de
arrucinas, molinetes y todo el repertorio variado del extremeño. La espada le
privó del premio (ovación y dos orejas).
No se quedó atrás López Simón. Haría falta una doble página
para contar completo su culebrón con Colmenar Viejo en este 2016. En resumen:
del gesto en solitario inicial anunciado apresuradamente se pasó a un mano a
mano con Talavante para después a salir de la feria y finalmente a entrar de
nuevo en una terna por expreso deseo del torero: por amor al pueblo que le ha
dado tanto y por solidaridad torera, ya que donó sus honorarios a la Fundación
Víctor Barrio.
Para su mujer, Raquel, fue el sentido brindis. Si los
quilates de su toreo en la encerrona del día anterior en Sanse llegaron en el
minuto 93, López Simón, en Colmenar, lo bordó desde el inicio con «Gitano» que
le tocó en primer lugar. Qué cosas. A la torera apertura le siguió un sentido
toreo en redondo, desmayado, acompañando con la figura la buena embestida del
jandilla. Mucha profundidad tuvieron los naturales, tanta como sabor su epílogo
por ayudados. El descabello se llevó el doble premio.
Tras la cumbre de Talavante, LS salió a por todas en el
sexto. De gran quietud su inicio a pies juntos, el de Barajas cuajó una obra
muy ligada, emocionante por la codiciosa embestida de otro buen jandilla. Los
toques precisos y el cuerpo otra vez abandonado. La estocada le permitió cortar
otra oreja y acompañar a Talavante por la puerta grande (oreja y oreja).
El terciado y protestado, que abrió plaza fue mitad genio
mitad invalidez. Respondió a los fuertes toques de la muleta de Castella, se
derrumbó unas veces, se violentó en otras. El caso es que no hubo clamor.
Subió el nivel con el cuarto. Brillante fue su inicio en los
medios y templadas las series posteriores mimando la noble embestida del toro.
Tuvo calidad el jandilla, al que le faltó algo de fuelle. Por eso, Castella
recurrió a las cercanías. La estocada puso en su mano el premio (silencio tras
aviso y oreja).
JANDILLA | Castella, Talavante y López Simón
Toros de Jandilla, correctos
de presencia y de buen juegos en general; deslucido el terciado 1º; de gran
clase el 2º; bueno el 3º; con calidad pero a menos el 4º; extraordinario el 5º
bis premiado con la vuelta al ruedo; y encastado el buen 6º.
Sebastián Castella, de grana y oro. Pinchazo, media y
descabello. Aviso (silencio). En el cuarto, estocada (oreja).
Alejandro Talavante, de azul pavo y oro. Dos pinchazos y
estocada (ovación). En el quinto, estocada (dos orejas). Salió a hombros con López Simón.
López Simón, de grana y oro. Estocada baja y tres
descabellos (oreja). En el sexto, estocada defectuosa (oreja).
Plaza de toros de La Corredera. Lunes, 29 de agosto de 2016. Tercera de
la Feria de los Remedios. Más de tres cuartos de entrada.
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