domingo, 28 de agosto de 2016

FERIA DE LA VIRGEN DE LOS REMEDIOS EN COLMENAR VIEJO: Luis David Adame triunfa en la vuelta de Rafa Serna

El mexicano desoreja a un extraordinario novillo de Antonio San Román y sale a hombros; José Aguilera cortó una oreja en su debut con caballos.
Luis David Adame 
LUCAS PÉREZ
@lucasperezest
Diario ELMUNDO de Madrid

Apenas veinte días de su alternativa en Nimes, con el compromiso que supone Colmenar Viejo y su cercanía a la Cátedra, Luis David Adame se consolidó como uno de los toreros a tener en cuenta en el futuro.

Tuvo la suerte el mexicano de encontrarse en cuarto lugar con «Corremundos», un extraordinario novillo de Antonio San Román, enclasado y humillador. A la variedad con el capote se unió después una faena maciza, bien estructurada e iniciada con tres pases cambiados en los medios. Si altura tuvo el toreo en redondo en la primera fase, rayó la excelencia después la profundidad al natural, a cámara lenta. Las bernadinas y luquecinas finales dieron paso a una estocada de libro en la suerte de recibir. Y las dos orejas y la puerta grande fueron incontestables.

Menos cómodo estuvo con el calamocheo del Morenito que abrió la feria de los Remedios. Variado estuvo con el capote, no fue fácil conseguir limpieza en el quehacer muleteril y la cosa no pasó a mayores. (Silencio tras aviso y dos orejas).

Reaparecía Rafael Serna en Colmenar Viejo dos meses y medio después de su gravísima cornada en Las Ventas y la sombra de aquel cornadón en la femoral planeó nada más abrirse de capa con su astifino primero, que lo arrolló de fea manera aunque afortunadamente sin consecuencias. No ayudó este inicio a que se confiase después en la faena logrando, no obstante, algunos muletazos con cierto empaque.

No remontó la tarde con el quinto bis, con el que lo intentó en los medios dejando de nuevo sensación de inseguridad. (Silencio tras dos avisos y silencio).

Debutaba con caballos el colmenareño José Aguilera que, pese a los nervios del estreno y la lógica falta de oficio, dejó entrever un buen concepto. Se gustó en tres redondos antes de un susto y logró sentirse al natural con su primero. Un efectivo espadazo a la segunda le valió la primera oreja.

Destacó la media de recibo al sexto, brindado a sus paisanos que llenaron un tercio del aforo. Torero fue su genuflexo inicio hacia el tercio donde, soltados ya los nervios de debut, logró templar con calidad al buen novillo de San Román. Cayó baja la espada pero se le pidió con fuerza un trofeo que le hubiera abierto la puerta grande y que el palco esta vez negó. (Oreja tras aviso y vuelta al ruedo).

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