El
jiennense sale a hombros junto a Román con una buena corrida de Victorino;
David Galván corta una oreja.
Curro Díaz |
CARLOS CRIVELL
@carloscrivell
Diario EDMUNDO de Madrid
Una
de Victorino con todo lo bueno, más de esto, y lo malo de esta ganadería. Buena
fueron la forma de humillar del primero; el pitón izquierdo del cuarto; la
manera de meter la cara por la izquierda el incierto segundo; la bravura en
varas de quinto y sexto; la casta del sexto. Malos, el manso tercero; la mala
uva del mismo cuarto; los frenazos del quinto en la muleta.
Con
dos toros de lujo por presencia, quinto y sexto, fue una corrida de toros; sin
más. Curro Díaz, el veterano del cartel, dictó dos lecciones de buen toreo.
Queda en la retina la faena del cuarto, toda por la izquierda, por abajo, con
gusto y elegancia por encima de otras cualidades. El de Victorino lo quería
todo por abajo y por la zurda. Ahí cuajó el de Linares su faena. Había toreado
por ambos pitones al humillador primero, que perdió mucho las manos. Con la
seguridad de su espada, aunque cayera Curro saboreó su debut en esta plaza con
una salida a hombros triunfal.
Los
dos jóvenes del cartel y el veterano Curro no metieron ni media plaza. El
problema es grave. David Galván fue todo entrega con el segundo, incierto, que
le trompicó y le corneó con saña, sin consecuencias, pero ante el que el torero
gaditano puso toreo de buen estilo y valor. Sin chaquetilla terminó la faena con
una entrega admirable.
El
quinto fue una hermosura de toro y además bravo en el caballo. Con la muleta
miró y se frenó. Galván expuso con la diestra en tandas de más ambición que
contenido, a veces trompicado, en suma, todo un recital de ganas. Mal con el
estoque.
Román
tropezó con una prenda mansa que no le regaló ni una embestida. Prendido por la
derecha, el valenciano se estiró en tres tandas de naturales limpios de mucho
mérito. Y no tuvo premio porque se atascó con la espada.
El
sexto fue otro toro asaltillado que fue ovacionado de salida. Lo dejó Román en
el centro y desde allí se fue el burel al caballo. Toda la faena con la
izquierda, a veces sin medir el ritmo del toro, que fue frenando sus
acometidas. El valor del valenciano lo superó todo en una tanda sin ayuda muy
celebrada, encajada la figura y el pulso de las muñecas en buen tono. Estocada
y solo una oreja por capricho del palco.
FICHA DEL FESTEJO
Con menos de media entrada, se lidiaron
seis toros de Victorino Martín, bien
presentados y de juego variado; buenos el 1º y el 4º (sólo pitón izquierdo);
manso, el 3º; de viaje corto el 5º, bravo en el caballo; bravo y encastado, el
6º.
Curro
Díaz, de rosa y oro, oreja y oreja.
David
Galván, oreja y saludos tras aviso.
Román, saludos y
oreja. Salió a hombros con Curro Díaz.
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