domingo, 7 de agosto de 2016

Castella, gran triunfo al son de los Gipsy Kings en Saintes Maries de la Mer

Seis orejas y un rabo fue el triunfal y rotundo balance artístico que cosechó hoy el torero Sebastián Castella en la ciudad francesa de Saintes Maries de la Mer, una corrida flamenca amenizada por los Gipsy Kings y en la que se colgó el cartel de "no hay billetes" en taquilla.

Había gran expectación en la corrida de hoy en la ciudad francesa de Saintes Maries de la Mer para ver a Sebastián Castella enfrentándose a seis toros en solitario al compás de la música flamenca del conocido grupo de los Gipsy Kings, de ahí que el primer éxito de la tarde fuera el cartel de "no hay billetes" colgado en las taquillas de la plaza.

Y, aunque con sus matices, no defraudó la tarde, sobre todo por la capacidad que demostró el espada de Béziers para imponerse a una corrida poco franca de Núñez de Tarifa, a la que arrancó seis orejas y un rabo.

Los mejores momentos de la tarde tuvieron lugar en las faenas al segundo, tercer y, sobre todo, sexto toro, los tres más manejables de un blando y descastado envío de la ganadería que, en otros tiempos, se anunciaba con el nombre de Benjumea.

Anduvo muy sereno Castella, que toreó con mucho temple y poso, asentamiento y gusto en la interpretación al segundo y al tercero, de ahí que lograra el doble trofeo de cada uno de sus antagonistas.

Lo mejor quedaría para el final, en el sexto, un toro que tampoco fue un dechado de bravura para con el que Castella salió a morder y sacó a relucir todo su repertorio. Importante y variada labor del galo, muy entregado de principio a fin, de ahí que, tras una certera estocada, lograra los máximos trofeos para poner así la guinda a la función.

El resto de la corrida no sirvió, con un primer toro muy aplomado, un cuarto a la defensiva y un quinto en el límite de la invalidez. Con cada uno de ellos estuvo el francés por encima de las circunstancias, aunque, como no pudo ser de otra manera, sin poder alcanzar el lucimiento. / EFE

FICHA DEL FESTEJO
Seis toros de Núñez de Tarifa, aparentes de presentación, blandos y descastados. Segundo, tercero y sexto, los más manejables, aún sin llegar a ser tampoco nada del otro mundo.
El balance artístico de Sebastián Castella, que actuó como único espada, fue el siguiente: silencio, dos orejas, dos orejas, palmas, silencio, y dos orejas y rabo.
Incidencias: El festejo estuvo ambientado con la música flamenca del conocido grupo hispanofrancés de los Gipsy Kings.
La plaza registró lleno de "no hay billetes" en los tendidos.

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