domingo, 5 de julio de 2015

PAMPLONA - SAN FERMÍN - Unos sanfermines con pequeñas incógnitas

El estreno como ganaderos de José Escolar y Joselito, el regreso del hierro del Conde de la Maza y el vuelco del paisaje político en Pamplona, asuntos clave en la Feria del Toro. 

BARQUERITO

El programa taurino de San Fermín se atiene en rigor a su calendario ya clásico: una novillada en vísperas del chupinazo del día 6, una corrida de rejones la tarde del chupinazo y ocho corridas de toros que conforman entre el 7 y el 14 de julio –las tardes de San Fermín y la del Pobre de mí respectivamente- la sustancia, la esencia y el tuétano de las fiestas. Las ocho corridas y sus preceptivos ocho encierros.

Los manes del calendario –San Fermín cae en martes- han reducido las fechas de los encierros masivos a un solo fin de semana, el del 11 y 12 de julio. El sábado 11 se estrenan en Pamplona el hierro y la ganadería de José Escolar, ausente este año de San Isidro por una razón obvia: ha pesado más el compromiso de Pamplona que el de Madrid.

Las apuestas repetidas de la Casa de Misericordia por el encaste Saltillo –Victorino y Adolfo Martín- no se saldaron con el éxito previsto. Algún toro extraordinario. El último, por ejemplo, de los dieciocho victorinos lidiados en San Fermín. Le cortó Antonio Ferrera el rabo en una de esas faenas épicas que son hitos históricos. Toros rápidos y dóciles en el encierro sin excepción, pero resultado por debajo de las expectativas. Escolar ha ido puliendo y refinando su ganadería sin renunciar a su congénita y agresiva dureza. Tomar el relevo de la bandera Albaserrada en una feria gobernada por mayoría absoluta de encastes Domecq tiene algo de reto. No aparatosa, será, sin embargo, una corrida muy ofensiva.

Con la sutileza que le caracteriza, la Casa de Misericordia ha ido introduciendo sensibles variantes en su elección o eliminación de hierros. Dolores Aguirre y Cebada Gago han desaparecido del mapa de Pamplona. Lo mismo sucedió en día no remoto con los villamartas de la familia Guardiola, que fue ganadería emblema de la Feria del Toro. A cambio, se han ido asentando definitivamente hierros como los de Fuente Ymbro y, más recientemente, Victoriano del Río, lejanamente emparentados por ese frondoso tronco de mil ramas que se llama Domecq sin más.

Domingo Hernández-Garcigrande, que se estrenó solo hace un año en Pamplona con una corrida de notable condición, repite por méritos propios. Tanto Fuente Ymbro como  Victoriano del Río o Garcigrande traen cabezas de camada. Más toro que en Madrid. Más que en Bilbao. Además de José Escolar es novedad en sanfermines el Joselito ganadero, con sus dos hierros. El del 4 y el del 8, el de El Tajo y el de La Reina, que solo se diferencian por el número, par o impar, del herradero. Puede decirse que la mayor incógnita de sanfermines son justamente Joselito y los toros que cría. ¿Corrida dura de pelar? Las ha habido. ¿Corrida peleona? También. ¿Brava y buena a la vez como conviene a su estirpe Domecq pura? Ya se verá.

Aunque el Conde de la Maza llegó a lidiar una corrida completa en sanfermines, lo hizo como ganadería de remplazo y no titular. El hierro con su divisa y nombre no figura en ninguno de los carteles de la Feria del Toro. Sí esta vez. Estaba escrito que antes o después tendría que acabar cayendo por Pamplona una corrida de los Maza, avalados por el puñadito de toros bravos jugados en Madrid o Sevilla últimamente. La idea de recuperar algún hierro de encaste Villamarta venía siendo acariciada por la Casa de Misericordia. Los toros del Conde han ido soltando lastre de fiereza pero sin perder su distintivo carácter de combatividad. Jandilla, que abre la Feria del Toro, y Miura, que la cierra una vez más, son platos obligados del menú tan suculento de San Fermín. El toro, eje, rey y vértebra.

De los veintiún matadores anunciados, tan solo uno es nuevo en ese singular purgatorio de la plaza de Pamplona: el lorquino Paco Ureña, que se estrena con una prueba tan de aliento como la corrida de Escolar. Repiten –torean dos tardes y no solo una- Padilla, Fandiño y Perera. Cada uno de los cuales lo hace por méritos distintos. Perera y Fandiño alternan en un mismo cartel. Padilla, que en Pamplona es héroe de las peñas, abre el día 7 –una de Jandilla- y va por delante de El Juli y Perera en la fecha más difícil del abono, la del lunes 13. ¿Difícil? No será sencillo colgar el “No hay billetes” ese día.

La grave lesión sufrida por Antonio Ferrera en la plaza balear de Muro el pasado día de San Juan ha dado pie a un cambio de repesca muy bien acogido. Por Ferrera ha entrado Diego Urdiales en la corrida de Joselito. Están los triunfadores de San Isidro: Castella y Talavante. Y Morenito de Aranda y López Simón, los dos mejor librados en mayo en las Ventas –una tarde dentro de San Isidro y fuera.

Hay puesto para el torero del país: Francisco Marzo. Oportunidad para toreros no exactamente nuevos pero sí novedad: Pepe Moral y Manuel Escribano. Sitio para toreros sevillanos sin sitio apenas en Andalucía: Salvador Cortés y Antonio Nazaré. Recompensa para titanes de distinto calibre: Jiménez Fortes, Juan del Álamo. Reconocimiento de toreros maduros pero en buen estado de revista: Eugenio de Mora, Miguel Abellán. Un artista distinto como Paulita y un ya casi veterano relegado a corridas duras, Luis Bolívar, anunciado con la de Miura.

En la novillada –de El Parralejo un año más- repite por tercera vez consecutiva Posada de Maravillas, castigado el año pasado en esta misma fiesta por el infortunio de una lesión de tendones al cortarse con la espada. Ha corrido el rumor sin base de que Posada, novillero triunfador de San Isidro, estaría dispuesto a tomar la alternativa en Pamplona dentro de un año. El castellonense Varea y el peruano Roca Rey completan terna. Hermoso de Mendoza celebrará nuevamente sus veinticinco años de alternativa la tarde de los rejones. Con él, Sergio Galán, que encontró petróleo en sanfermines, y el navarro Roberto Armendáriz, que sigue postulándose como heredero del legado Hermoso.

El radical cambio del escenario político de Pamplona y del gobierno de la Comunidad Foral plantea, en fin, un dilema de incierto pronóstico: saber si el nuevo ayuntamiento de pacto izquierdista y nacionalista se aviene sin reservas torticeras a respetar los ritos y el sentido de la fiesta taurina de mayor resonancia mundial.

Los carteles son los siguientes:

5 de julio. Novillada del Parralejo. Posada de Maravillas, Varea y Roca Rey.

6 de julio. Ganadería de El Capea. Rejones. Hermoso de Mendoza, Sergio Galán y Roberto Armendáriz.

7 de julio. Corrida de toros de Jandilla. Padilla, Pepe Moral y López Simón.

8 de julio. Corrida de toros de El Tajo y la Reina. Diego Urdiales, Morenito de Aranda y Jiménez Fortes.

9 de julio. Corrida de toros de Victoriano del Río. Sebastián Castella, Iván Fandiño y Alejandro Talavante.

10 de julio. Corrida de toros de Fuente Ymbro. Miguel Abellán, Miguel Ángel Perera e Iván Fandiño.

11 de julio. Corrida de toros de Escolar. Francisco Marco, Paulita y Paco Ureña.

12 de julio. Corrida de toros de Conde de la Maza. Eugenio de Mora, Antonio Nazaré y Juan del Álamo.

13 de julio. Corrida de toros de Garcigrande. Padilla, El Juli y Miguel Ángel Perera.

14 de julio. Corrida de toros de Miura. Manuel Escribano, Luis Bolívar y Salvador Cortés.

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