Más de
veinte personas alrededor de una mesa. Tres horas de reunión en la sala Alcalá
de la Monumental de Las Ventas. Representantes
de distintas entidades que forman parte de una manera u otra de la
Fiesta de los toros, el entramado taurino que tiene como eje vital la
plaza de Madrid, ya sea profesionales,
aficionados, juventud o distintos medios de comunicación.
Convocan y están
presentes los empresarios del coso, José
Antonio Martínez Uranga a la cabeza y su hijo Manuel Martínez Erice, con la
presentación en sociedad de Manuel Ángel
Sánchez, nuevo director de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid
desde hace pocos días. Recién estrena el cargo. Se ponen sobre la mesa para abrir boca temas vitales en el
desarrollo, presente y futuro de la tauromaquia. Un debate innovador que
plantea la necesidad de agilizar el
espectáculo taurino cada tarde, a pesar de que Madrid en comparación con otras
plazas es un ejemplo en eficacia en los
tiempos. Queda camino por andar y parece que ahora se sabe.
Se abre fuego
con el tema más polémico y en el que es difícil el consenso: la posibilidad de limitar el uso del descabello
y la puntilla. No se llega a un acuerdo entre las distintas partes, se paraliza
en el aire, queda mucho por trabajar en
este sentido. Al final, se emplazan decisiones tan relevantes, pero quedan en
el ambiente. Hay otras que sí se
concretan como agilizar el tercio de varas al salir el picador por el
tendido 7-8; que el chulo de banderillas y de toriles dejen de vestir el
traje de luces o que los mensajes del
palco presidencial queden claros y no den lugar a equívocos.
También se abordó
la polémica por el desnivel de la plaza,
que asume la Comunidad y por la que se ha encargado un estudio. Casi tres horas
de debate hicieron que se pusieran sobre la
mesa distintas visiones de un mismo espectáculo. Enriquecedor e
innovador plantear por primera vez alternativas que nos acerquen a una sociedad en pleno auge evolutivo. Queda mucho
por andar, pero la voluntad de dar pasos nos refuerza a pesar de la premura a
la que obliga un territorio político muy
hostil.
Las claves
de las nuevas reglas de Las Ventas
-Una de las
primeras cuestiones sobre las que se trató en la reunión fue la posibilidad de
limitar el uso del descabello y la puntilla en caso de que el profesional falle de manera reiterada.
No se logró el consenso entre los distintos participantes, pero se sentaron las
bases de nuevos puntos de vista.
-Durante el
mes de agosto los caballos de picar saldrán por la puerta del tendido 7-8 con
el fin de agilizar el tiempo del espectáculo. Los presidentes calculan que se puede ganar un
cuarto de hora en el festejo. Después de ese mes se valorarán los resultados.
-Las
decisiones del palco presidencial, que se muestan a través de los pañuelos,
tendrán que hacerse de manera muy evidente para no generar equívocos.
-Otra de las
cuestiones que se puso sobre la mesa, pero que no logró el consenso, fue que la
Puerta Grande de Las Ventas sólo se
concediera en el caso de que un torero cortara las dos orejas a un toro.
Por la dificultad implícita se decidió dejarlo como está.
-Una
decisión que rompe con la tradición de los últimos tiempos es que el torilero y
el chulo de banderillas no irán ataviados con el traje de luces, reservado sólo para los que se juegan
la vida.
-El polémico
desnivel del ruedo, competencia de la Comunidad, salió a escena y se pospuso a
un estudio que valore la situación. / PATRICIA NAVARRO - Diario
LARAZON de Madrid
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