viernes, 24 de julio de 2015

FERIA DE SANTIAGO EN SANTANDER – TERCERA CORRIDA: La tanqueta de Perera arrolla al Juli

Arrolladora tarde del extremeño de actitud, ambición y arrojo para cortar tres orejas que pudieron ser más frente al solitario trofeo de la máxima figura con el sorteo de cara en el lote de Garcigrande y Domingo Hernández.

ZABALA DE LA SERNA
@zabaldelaserna
Diario ELMUNDO de Madrid

Miguel Ángel Perera le pasó como una tanqueta por encima a El Juli. Los mano a mano han de contar con vencedores y vencidos, de otro modo se convertirían en pachangas. Y la goleada de ambición, actitud y arrojo, más allá de las tres orejas y el sorteo de cara, desembocaron en la tarde más importante de Perera en 2015. Habrá revancha en Albacete. Queda un largo verano por delante.

Ya Juli no se sintió cómodo con el lustroso toro de Domingo Hernández que descorchaba el duelo. La suavidad de la verónica presentía el contado poder. Como el medido castigo. Las chicuelinas de compás abierto alegraron a la parroquia. En todos los movimientos del toro se hacían muy visibles sus pezuñones, cuando tropezaba o cuando se frenaba. Como si toda su nobleza se apoyara demasiado en las manos. Y así le faltaba un tranco por el pitón derecho y todos por el izquierdo. La faena consistió en hacer ese tramo más en redondo o aprovechar sin vaciar lo que ya eran medios viajes. El Juli buscó los resortes, el viento molestó y finalmente no tomó cuerpo la faena. De la suerte se salió el matador para dejar media estocada tendida. 

Perera se presentó muy arreado con el capote y en seguida se lo echó a la espalda. De salida y ya enredado por gaoneras el tipo. El quite al bajo y recortado pupilo de Garcigrande entremezcló cordobinas y chicuelinas de enorme quietud. Cerca de veras le pasaron los pitones en el prólogo de obra de rodillas. Un ¡uy! recorrió toda la plaza como una ola de escalofrío. Pero ya con la muleta en la derecha el toro amagó con rajarse. Miguel Ángel lo trató con espera y mimo al natural de largo trazo. A duras penas el desinflado garcigrande seguía la muleta. No se extendió el torero que lo mató con contundencia para inaugurar el marcador.

La pareja corrida se había nutrido con los dos hierros de Justo Hernández. El fuerte, basto y cabezón tercero también traía el sello candente de Garcigrande en la piel. Y plomo en la sangre. Javier Ambel lo espabiló con los palos por un instante. Mas en la firme muleta de Julián su pesadota manera de embestir se espesaba. Tres tandas de derechazos tirando de él como un trabajo forzado. Hasta que no quedó otra que atacar con varios cambios de mano por la espalda, sacarle el engaño por delante, montarse encima y airearlo con luquecinas. Las manoletinas últimas no pudieron ser más ajustadas; el volapié sí. Pinchazo hondo, dos descabellos, silencio.

Miguel Ángel Perera volvió a ser una tanqueta arrolladora con un cuarto más flexible, más descarado y vivo en sus inicios. Pisó el acelarador a fondo desde la apertura de pases cambiados, hundidas las zapatillas, atalonada la figura. Corrió la mano con el notable pitón derecho encelado en su muleta arrastrada; a izquierdas no respondía igual el pupilo de D.H. Tocó a rebato y la ofensiva en tromba de Perera conmocionó Santander. Los pitones lamían las bandas doradas de la taleguilla, la pierna metida en el hocico entregado, la ayuda en el ruedo y la muleta detrás del cuerpo. Le faltaba agarrarle la lengua y arrancarle el corazón. Fuego en Cuatro Caminos. El sopapo con la espada desató una tormenta de pañuelos, las orejas cantadas para la tarde más rotunda de MAP en 2015.

Juli se enchufó en cuanto atisbó las posibilidades del quinto de santa expresión, su movilidad y obediencia. De categoría las dos medias verónicas de la salutación y de raza las lopecinas hipersónicas. Se dobló con el garcigrande para enjaretarle las mejores tandas de muletazos de su actuación. Diestros y encajados. Aflojó el toro apurado y la espada ahora sí funcionó en su estilo. Trasera la estocada y justo el trofeo del honor, que pudieron ser dos.

Para despedirse, Perera brindó por tercera vez al público, cosa insólita. Muy entero se había dejado al sexto en el caballo. Seguro, sobrado e intratable con una embestida que desprendía informalidad en sus acometidas, la cara suelta cuando no la gobernaba abajo su mandona derecha. MAP se lo merendó con fe de blindado incluso ante las distracciones y alguna coz. Abrumador su valor. La espada ahora evitó un resultado más abultado. Incontestable tarde la suya.

FICHA DEL FESTEJO
Plaza de Cuatro Caminos. Jueves, 23 de julio de 2015. Quinta de feria.
Toros de Garcigrande (2º, 3º y 5º) y Domingo Hernández, parejos y bien presentados; flexible y noble el más destacado 4º; rajadito el 2º; manejable por el derecho el 1º a falta de un tranco; pesadote y parado el 3º; de buena movilidad el 5º; informal pero obediente el 6º.
El Juli, de verde botella y oro. Media estocada pasada y tendida (leve petición y silencio). En el tercero, pinchazo hondo y dos descabellos (silencio). En el quinto, estocada trasera (oreja y petición).
Miguel Ángel Perera, de tabaco y oro. Estocada rinconera (oreja). En el cuarto, estocada honda (dos orejas). En el sexto, pinchazo y media. Aviso (saludos). Salió a hombros.

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