miércoles, 22 de julio de 2015

FERIA DE LA MAGDELAINE - Toros y toreros, por encima del frío público de Mont de Marsan

ANDRÉ VIARD

Una tarde atípica inauguró hoy la feria francesa de Mont  de Marsan, en la que toros y toreros estuvieron muy por encima del frío público asistente a la  plaza, que no calibraron en su justa medida los méritos contraídos por los de luces ante una  interesante corrida de Garcigrande.

El primero de Urdiales no se empleó en el capote, pero sí en el caballo, derribando en la primera  vara. Empujó mucho también en la segunda, aunque no llegó a romper en la muleta del torero  riojano, que solo consiguió lucimiento en los ayudados por bajo genuflexos finales y con la  espada.

El cuarto pareció cojear de salida pero empujó en bravo en una muy larga primera vara antes de  cumplir sin más en la segunda. Tuvo mucha clase en la muleta y Urdiales construyó una faena desigual con muletazos hondos por  ambos pitones, sobre todo por el buen izquierdo. El torero vendió muy bien su quehacer y se  metió también al público en el bolsillo. Mato de buena estocada que tardó en surtir efectos, lo que  le hizo perder una oreja.

El segundo toro de corrida se desplazó en el capote de Perera y cumplió en varas, donde apenas  se le castigó. El de Garcigrande confirmó su buen son en la muleta, y Perrera no tardó en entrar en  faena por los dos pitones, por donde el toro lució una embestida propia de esta ganadería: a más  y muy por abajo.

Al toro no le sobraban las fuerzas -muy atacado de carnes por su esqueleto cortito- pero tuvo las  suficientes para corresponder al toreo exigente de Perera, que se ajustó por ambos lados. Se  atascó un pelín en un par de ocasiones el torero, pero el toro respondió siempre a los toques,  rompiendo para adelante. El toreo de cercanías gustó menos que otras veces antes de matar a la  primera.

Perera se impuso al encastado quinto sin conseguir alegrar al muy tristón público Montés, que  llegó a protestar el final en cercanías.

Viendo el buen tranco de salida del tercero, de Domingo Hernández, Talavante soltó el capote por  "tijerinas" e improvisó un recibo original. Fue bravo sin excesivo poder el toro en dos varas antes  de romper a bueno en la muleta. Cuesta entender el poco eco levantado en los tendidos por una  faena llena de ortodoxia y pureza, al mismo tiempo que rica en improvisaciones de buen gusto.

Hubo naturales de hondo calado, pases de pecho enroscados y, como no, alguna arrucina.  Talavante pecó quizá de seriedad y nunca cayó en la demagogia barata que quizás pedía el  público hoy. Mató de una estocada en dos tiempos y el frío público tardó en pedir la oreja para una  faena que, en otras circunstancias, hubiera merecido las dos.

En el último, que no se empleó, Talavante abrevió sin compasión. / EFE

FICHA DEL FESTEJO
Toros de Garcigrande, bien presentados, bravos en el caballo y de  interesante comportamiento en la muleta. Parado, el primero; con calidad pero sin transmisión, el  segundo; con clase y movilidad, el buen tercero; con embestidas profundas por el pitón izquierdo,  el cuarto; encastado y con movilidad, el quinto; y deslucido, el sexto.
Diego Urdiales, palmas y ovación.
Miguel Ángel Perera, ovación tras leve petición y silencio.
Alejandro Talavante, ovación tras petición y división de opiniones.
La plaza tuvo tres cuartos de entrada en tarde nublada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario