martes, 20 de mayo de 2014

HOMENAJE - Manuel Benítez 'El Cordobés' 'Espero vivir 2.000 años y contarle a los otros cuatro califas las cosas que pasan por aquí'

Manuel Benítez vuelve a colgar el cartel de "no hay billetes" en el homenaje del 50  aniversario de su confirmación de alternativa.

ZABALA DE LA SERNA
Foto: EFE

A la una en punto de la tarde de esta mañana lluviosa cómo aquella de hace medio siglo,  desveló Manuel Benítez 'El Cordobés' el azulejo que conmemora el 50 aniversario de su  confirmación de alternativa, un acontecimiento histórico que paralizó España entera el 20 de  mayo de 1964 a través de la televisión. Las calles quedaron desiertas; los bares repletos. Todo muy español.

Flanqueado por su inseparable mujer, Martina, su hijo Julio, su padrino de confirmación  Pedro Martínez 'Pedrés', el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, y su mano derecha en el Consejo de Asuntos Taurinos, Salvador Victoria, Benítez no cerró su sonrisa de lobo ni por la emoción.

Una vez en la sala Antonio Bienvenida, bajo el nombre del hombre que le concedió la  alternativa en el 63, Manuel Benítez, V Califa de Córdoba, tomó posesión de nuevo de la  plaza de Madrid con el "no hay billetes" colgado cómo siempre. Ocho Puertas Grandes le  contemplaban.

"Me encuentro como en casa. Gracias a todos los madrileños y madrileñas, a mis  compañeros y a la prensa", empezó a decir Manuel Benítez emocionado tras ver imágenes de sus tardes en Las Ventas. Y se perdió como el Ciclón que es en un torbellino de anécdotas de otros toreros, y abrazó a Pedrés: "Aquí estamos más tranquilos que aquella tarde". Recordó cuando se vino a trabajar de albañil, cuando se tiró de espontáneo, cuando estuvo en Carabanchel tres semanas: "En aquellos tiempos no había abogados ni nada". Y  la parroquia se reía a mandíbula batiente.

"Espero vivir 2.000 años y contarle a los otros cuatro califas las cosas que pasan por aquí", dijo el V Califa con arte y desparpajo. "Yo ya tengo todo el pescao vendido", concluyó tras repasar sus duros inicios por Córdoba, cuando ya pisó la trena como 'robagallinas'. Y se  despidió abriéndose de piernas con una elasticidad inverosímil.

No intervino solo. También Gonzalo Bienvenida, impulsor del acto y nieto de Antonio  Bienvenida, a quien la Comunidad de Madrid escuchó: "En casa siempre ha sido la base a la hora de hablar de cualquier torero el respeto, mi abuelo Antonio Bienvenida le admiraba y consideraba positivismo todo lo que había hecho por la Fiesta".

El presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, abrochó el acto con unas  palabras hacia su carrera y hacía su ejemplo de vida: "Aquí se confirmó una de las grandes leyendas de España. Falta nos hacen luchadores como él. Aquella tarde de su confirmación  lo vieron por televisión 20 millones de espectadores". Un fenómeno de masas cómo se volvió a demostrar hoy, "que falta nos hace", cerró el presidente.

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