Manuel Benítez vuelve a colgar el cartel de "no hay billetes"
en el homenaje del 50 aniversario de su
confirmación de alternativa.
ZABALA DE LA SERNA
Foto: EFE
A la una en punto de la tarde de esta mañana lluviosa cómo aquella de
hace medio siglo, desveló Manuel
Benítez 'El Cordobés' el azulejo
que conmemora el 50 aniversario de su
confirmación de alternativa, un acontecimiento histórico que paralizó
España entera el 20 de mayo de 1964 a
través de la televisión. Las calles quedaron desiertas; los bares repletos. Todo
muy español.
Flanqueado por su inseparable mujer, Martina, su hijo Julio,
su padrino de confirmación Pedro
Martínez 'Pedrés', el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio
González, y su mano derecha en el Consejo de Asuntos Taurinos, Salvador
Victoria, Benítez no cerró su sonrisa de lobo ni por la emoción.
Una vez en la sala Antonio
Bienvenida, bajo el nombre del hombre que le concedió la alternativa en el 63, Manuel Benítez,
V Califa de Córdoba, tomó posesión de nuevo de la plaza de Madrid con el "no hay billetes" colgado cómo siempre. Ocho Puertas
Grandes le contemplaban.
"Me encuentro como en
casa. Gracias a todos los madrileños y madrileñas, a mis compañeros y a la prensa", empezó a decir Manuel Benítez emocionado tras ver imágenes de
sus tardes en Las Ventas. Y se perdió como el Ciclón que es en un torbellino de
anécdotas de otros toreros, y abrazó a Pedrés: "Aquí estamos más tranquilos que aquella tarde".
Recordó cuando se vino a trabajar de albañil, cuando se tiró de espontáneo,
cuando estuvo en Carabanchel tres semanas: "En aquellos tiempos no había abogados ni nada".
Y la parroquia se reía a mandíbula
batiente.
"Espero vivir 2.000
años y contarle a los otros cuatro califas las cosas que pasan por aquí", dijo el V Califa con arte y desparpajo. "Yo ya tengo todo el pescao vendido", concluyó tras repasar
sus duros inicios por Córdoba, cuando ya pisó la trena como 'robagallinas'. Y se despidió abriéndose de piernas con una
elasticidad inverosímil.
No intervino solo. También Gonzalo Bienvenida, impulsor del acto
y nieto de Antonio Bienvenida, a
quien la Comunidad de Madrid escuchó: "En
casa siempre ha sido la base a la hora de hablar de cualquier torero el
respeto, mi abuelo Antonio Bienvenida le admiraba y consideraba positivismo
todo lo que había hecho por la Fiesta".
El presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González,
abrochó el acto con unas palabras hacia
su carrera y hacía su ejemplo de vida: "Aquí
se confirmó una de las grandes leyendas de España. Falta nos hacen luchadores
como él. Aquella tarde de su confirmación
lo vieron por televisión 20 millones de espectadores". Un
fenómeno de masas cómo se volvió a demostrar hoy, "que falta nos hace", cerró el presidente.
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