Diego Silveti |
JAVIER LÓPEZ
Fotos: EFE
MADRID.- Arrancó San Isidro y lo hizo como presagiaba el
aficionado, es decir, con un espectáculo anodino por lo poco o nada que
aportaron los toros y por la escasa resolución que en ocasiones demostraron
también los toreros. Una tarde de esas en las que la afición se tambalea. Y
quedan treinta más por delante a la espera de que cambie el panorama. La de hoy
pasó sin pena ni gloria, quede claro.
Abrió la feria un toro con cierta clase pero ostensiblemente mermado por
sus nulas fuerzas, con el que Mora solamente pudo lucirse en dos mecidas
verónicas y en tres chicuelinas en el recibo, ya que el astado quedó visto para
sentencia tras su paso por el caballo.
David Mora trató de afianzarlo con suavidad a media
altura, pero ni así. El animal se acabó enseguida, parándose y negándose en
redondo a tomar el engaño; en consecuencia, la faena se diluyó por completo. El
cuarto, corretón y distraído de salida, como buen manso fue de caballo a
caballo, tomando el último puyazo en chiqueros. Y como tal apenas quiso pelea
en el último tercio, apagado y soso. Con semejante panorama, Mora se
limitó a pasarlo sobre ambas manos sin poder profundizar, apenas sin decir
nada.
El primero de Daniel Luque, además de poca fortaleza, "cantó" pronto su condición de
manso. El de Gerena se metió en los terrenos que marcó el astado para tratar de
aprovechar sus pocas acometidas; y así logró muletazos sueltos por uno y otro
pitón de cierto aroma, mas el conjunto, en el que también faltó ajuste, no
llegó muy lejos por lo poco que aportó el de Valdefresno.
El quinto tuvo más movilidad, pero fue como el tuerto en el país de los
ciegos al embestir también de forma intermitente. Igual que Luque, que
solamente brilló en los detalles y en un par de "cositas" aisladas sobre la diestra, ya que en lo
fundamental estuvo siempre al hilo, sin arrimarse lo suficiente. Sin embargo,
la impresión de un derrote que se llevó en la zona escrotal, que le obligó a
enfundarse unos pantalones vaqueros al romperse la taleguilla, propició que
cierta parte de la plaza se pusiera de su parte, algo raro dada la exigencia
que caracteriza al público de Madrid. Al final, no obstante, apenas se le
aplaudió.
Diego Silveti no pudo repetir el triunfo
del año pasado en esta misma plaza y por estas fechas. Su primero fue un toro brusco
y con genio con el que el mexicano anduvo un tanto a la deriva, sin acabar de "meterle mano" por las
continuas tarascadas que pegaba el animal, que llegó a desarmarle un par de
veces.
Cerró la función un astado desclasado, que embestía rebrincado, con el
que Silveti, que fue encunado a mitad de trasteo y ya en el epílogo
sufrió una espeluznante voltereta, hizo el esfuerzo jugándose el tipo, pero sin
llegar a sacar nada en claro en lo artístico. Apropiado final a una tarde para
olvidar. / EFE
FICHA DEL FESTEJO
Toros de Valdefresno, con divisa negra en memoria de su
propietario, Nicolás Fraile, fallecido este invierno. Corrida
aceptablemente presentada aun con desigualdades, y de pobre juego en conjunto.
El quinto se movió algo más; con calidad pero sin fuerzas, el primero;
"rajado" el segundo; bronco el tercero; soso y apagado, el cuarto; y
sin clase y rebrincado, el sexto.
David Mora: pinchazo y estocada desprendida (silencio); y cinco pinchazos y estocada
baja (silencio tras aviso).
Daniel Luque: estocada ligeramente trasera (leves palmas); y dos pinchazos y
estocada (leves palmas tras aviso).
Diego Silveti: dos pinchazos, otro hondo y dos descabellos (silencio); y dos
pinchazos, estocada trasera y tendida, y descabello (silencio tras aviso).
En cuadrillas, Abraham Neiro "Algabeño" saludó por un
arriesgado par al quinto, del que salió prendido sin consecuencias.
La plaza tuvo casi tres cuartos de entrada en tarde primaveral.
David Mora |
Daniel Luque |
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