Este sábado en la primera de la Feria de San Felipe
Pletórica actuación del rejoneador Francisco Javier Rodríguez este sábado, quien reconfirma el buen momento que atraviesa. Foto: José León |
RUBÉN DARÍO VILLAFRAZ
@rubenvillafraz
Magistral tarde de toros la que se ha prodigado el
rejoneador yaracuyano Francisco Javier Rodríguez,
en su lar natal, San Felipe, en el marco de su feria taurina, festejo donde se
ha erigido como el triunfador absoluto, tras el corte de los máximos trofeos,
saliendo por la Puerta Grande del Portátil coso atiborrado hasta el “tejado” de aficionados y público, lo
que ratifica el importante ambiente taurino que año tras año arropa las
festividades taurinas de la calurosa capital yaracuyana.
Faena completísima la del jinete en mención, hijo del
recordado rejoneador ejidense Javier
Rodríguez, quien ha clavado con pulcritud tres rejones de castigo, y luego
en banderillas clavaria cinco farpas “al
estribo”, sin dejar a un lado lo espectacular que lucio clavando a dos
manos hasta en tres ocasiones ante el bravo ejemplar del hierro de Campolargo.
Labor a caballo de grandes ribetes, que en cualquier otro coso hubiese sido
premiado con los máximos trofeos, como lo fue, tras ser finiquitado el astado
de certero y contrario rejón de muerte.
César Vanegas a pie abrió tarde, dejando a lo largo de actuación voluntad y deseos de agradar. En banderillas dejaría los momentos de mayor lucidez, pero el corto recorrido del toro, aunado a la solvente lidia que de muleta desplegó el robusto torero de Seboruco, hizo que su trasteo no perdiera interés. Similares cotas anduvo en su segundo, poco colaborador a las intenciones de triunfo del torero.
Por su parte Alejandro Chacón tuvo ante sí el lote más propicio al lucimiento, dejando aun su verdor con la espada, factor que le limitó el haya paseado por lo menos un apéndice en cada uno de sus toros pasaportados.
El balance de la tarde fue el siguiente: con lleno de “no hay billetes en los tendidos”, en
tarde calurosa y soleada, se han lidiado dos toros de Campolargo (3º para
rejones) y tres de Rancho Alegre, bien presentados en su conjunto, con arrobas,
que se han dejado en distinto grado de nobleza. El corrido para rejones se le
dio la póstuma vuelta al ruedo en el arrastre. Cesar Vanegas, palmas en ambos. Alejandro Chacón, palmas y silencio. Francisco Javier Rodríguez, dos orejas y rabo, con posterior y
multitudinaria salida en hombros por las principales calles de la ciudad de San
Felipe.
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