viernes, 30 de mayo de 2014

FERIA DE SAN ISIDRO – VIGESIMOPRIMER FESTEJO: ¿Cómo la quieren los señoritos?

Castella, Manzanares y Talavante se dejan ir un toro por cabeza de una muy desigual corrida de El Pilar que ofreció algún ejemplar impresentable para Madrid pese a su corpulencia.

ZABALA DE LA SERNA

Léase el titular con la voz de Gracita Morales: ¿Cómo la quieren los señoritos? Los señoritos responden por Sebastián Castella, José María Manzanares y Alejandro Talavante. Y se dicen figuras del toreo. Lo de figuras les vale para exigir una corrida como la de El Pilar y despreciarla. Para meter dos caballos y un potro sin cara y para dilapidar tres toros hechurados y serios por delante. Tres y tres. Y ninguno de los tres. Ni Castella, ni Manzanares ni Talavante. Todavía se meterán con la corrida de Moisés Fraile, no te jode. Al muro de las lamentaciones, que sois muy malos aficionados. Que en otra época figuras de verdad le cortan los huevos. 

Al hijo del maestro Manzanares le tocó en suerte, nunca mejor aplicada la cosa, un toro con el mismo nombre del sensacional hermano de Sevilla que lidió David Mora: «Niñito». No se puede ser más guapo. «Niñito», digo. Josemari es la versión torera de Cristiano Ronaldo. Pero Cristiano se pasa más cerca los tacos que Manzanares los pitones. Su toreo de expulsión es ya un escándalo. Y le mete 220 vatios a la muleta. La fijeza del toro maravillaba, la manera de juntar las manos entre las pausas de las series de pavo real. Hasta que se rajó. Y yo si me maltratan así. Lo mejor que le hicieron a «Niñito» fue el quite de Talavante de una verónica y media, por no abusar. Por cierto, a Chocolate le gritaron eso de «picador, ¡qué malo eres!» cuando agarró un puyazo en toda la yema a toro corrido en el «2».

Para Alejandro Talavante correspondió el otro toro de la corrida de El Pilar, el último, un castaño hecho hacia delante y reunido que ya en el capote planeó en los vuelos. En las verónicas buenas de saludo y en una revolera al ponerlo en el caballo que inspiró el vuelo del cóndor. Bravo «Fantasioso». Alejandro anduvo, como el otro día, descarado, en torero y tan enfibrado que para mí destempló al toro y le hacía perder las manos la mayoría de las veces. Cuando halló el punto, «Fantasioso» hacía así en los vuelos de continuo. Tres y el de pecho siempre. Como administrando las embestidas más que reventarlas. Igual pensó el torero de Extremadura que lo necesitaba su amigo para que durase. Pero, amigo, en Madrid, pronto y en la mano. Y encima lo pinchó sin fe.

Otro toro más para nota de El Pilar fue un primero de nombre «Resistente» y que hizo honor a su nombre con el estrellón que se pegó de salida contra un burladero. Y otros que le pegó Castella sentado en el estribo. Carajo, qué leñazos. Suelto y distraído el toro, se centró más por la mano derecha. Pero para distraído el galo, destemplado y con toques a destiempo. Espeso de ideas para agarrar la zurda mala del toro. A lo peor los toques eran por el gazapeo, pero 'Le Coq' se ha quedado sin espolones desde Sevilla o desde el bofetón de Osuna. Y tampoco se acopló con el caballón cuarto de cara inane. Embestía a su altura, que ya era. Castella recitó un plomazo de categoría incluso en las más tersas tandas. ¿Cómo los quiere usted, estandarte del valor? ¿Y usted, Manzanares, con esos banderazos empacados, con esa manera de coger el capote por los corchos, con esa mandanga sin pudor con una burra de cabeza jibarizada que hacía quinto con sus 642 kilos? Que los kilos no son el trapío, que ponéis la tablilla de tapadera, taurinos. Un consejo más: vuelva a vestirse de torero. Por fuera y por dentro. Y no de hortera de taleguillas de bandas anchas y descargadas de oro. Hala, a seguir cortando orejas por provincias, majo, que diría su apoderado. O a Bilbao, donde lo han anunciado mano a mano con Morante, lo que promete ser una reedición de Jerez. Salvo que de mayo a agosto los señoritos se travistan de tíos. Yo creo que capaces son. Tanto como conformistas en un sistema confeccionado a su medida.

Estaba perdiéndome un toro, pero es que no era un toro, era una cabra: el tercero lo echa para atrás normalmente la dictadura del veterianado en una novillada. Y lo llamaban «Brigadier». Ya cachondearse así de Madrid molesta. Pero, bueno, más chinga la actitud de los señoritos que se dicen figuras.

FICHA DEL FESTEJO
Monumental de las Ventas. Jueves, 29 de mayo de 2014. Vigésimo primera de feria. Lleno de "no hay billetes". Toros de El Pilar, muy desigual de hechuras y seriedad; sin trapío el pitorrón y desfondado 3; muy bueno el guapo y bajo 2 de final rajado; noble por el derecho el serio y algo gazapón el 1; un caballo aniñado el manejable y mansote 4 sin humillar; otro corpulento mulo sin cara el 5; humillador y bravo el hechurado 6.
Sebastián Castella, de azul marino y oro. Metisaca y estocada. Aviso (silencio). En el cuarto, pinchazo y estocada. Aviso (silencio).
José María Manzanares, de azul pavo y oro. Estocada contraria (silencio). En el quinto, dos pinchazos y media estocada atravesada (silencio).
Alejandro Talavante, de canela y oro. Estocada trasera y atravesada (silencio). En el sexto, pinchazo hondo y tendido, dos pinchazos y estocada. Aviso (ovación de despedida).

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