Castella, Manzanares y Talavante
se dejan ir un toro por cabeza de una muy desigual corrida de El Pilar que
ofreció algún ejemplar impresentable para Madrid pese a su corpulencia.
ZABALA DE LA SERNA
Léase el titular con la voz de Gracita Morales: ¿Cómo la
quieren los señoritos? Los señoritos responden por Sebastián Castella, José María Manzanares y Alejandro Talavante. Y se dicen figuras del toreo. Lo de figuras
les vale para exigir una corrida como la de El Pilar y despreciarla.
Para meter dos caballos y un potro sin cara y para dilapidar tres toros
hechurados y serios por delante. Tres y tres. Y ninguno de los tres. Ni Castella, ni Manzanares ni Talavante.
Todavía se meterán con la corrida de Moisés Fraile, no te jode. Al muro
de las lamentaciones, que sois muy malos aficionados. Que en otra época figuras
de verdad le cortan los huevos.
Al hijo del maestro Manzanares
le tocó en suerte, nunca mejor aplicada la cosa, un toro con el mismo nombre
del sensacional hermano de Sevilla que lidió David Mora: «Niñito». No
se puede ser más guapo. «Niñito»,
digo. Josemari es la versión torera
de Cristiano Ronaldo. Pero Cristiano se pasa más cerca los tacos
que Manzanares los pitones. Su toreo
de expulsión es ya un escándalo. Y le mete 220 vatios a la muleta. La fijeza
del toro maravillaba, la manera de juntar las manos entre las pausas de las
series de pavo real. Hasta que se rajó. Y yo si me maltratan así. Lo mejor que
le hicieron a «Niñito» fue el quite
de Talavante de una verónica y
media, por no abusar. Por cierto, a Chocolate le gritaron eso de «picador,
¡qué malo eres!» cuando agarró un puyazo en toda la yema a toro corrido
en el «2».
Para Alejandro
Talavante correspondió el otro toro de la corrida de El Pilar, el último, un
castaño hecho hacia delante y reunido que ya en el capote planeó en los vuelos.
En las verónicas buenas de saludo y en una revolera al ponerlo en el caballo
que inspiró el vuelo del cóndor. Bravo «Fantasioso».
Alejandro anduvo, como el otro día,
descarado, en torero y tan enfibrado que para mí destempló al toro y le hacía
perder las manos la mayoría de las veces. Cuando halló el punto, «Fantasioso» hacía así en los vuelos de
continuo. Tres y el de pecho siempre. Como administrando las embestidas más que
reventarlas. Igual pensó el torero de Extremadura que lo necesitaba su amigo
para que durase. Pero, amigo, en Madrid, pronto y en la mano. Y encima lo
pinchó sin fe.
Otro toro más para nota de El Pilar fue un primero
de nombre «Resistente» y que hizo
honor a su nombre con el estrellón que se pegó de salida contra un burladero. Y
otros que le pegó Castella sentado
en el estribo. Carajo, qué leñazos. Suelto y distraído el toro, se centró más
por la mano derecha. Pero para distraído el galo, destemplado y con toques a
destiempo. Espeso de ideas para agarrar la zurda mala del toro. A lo peor los
toques eran por el gazapeo, pero 'Le Coq'
se ha quedado sin espolones desde Sevilla o desde el bofetón de Osuna. Y
tampoco se acopló con el caballón cuarto de cara inane. Embestía a su altura,
que ya era. Castella recitó un
plomazo de categoría incluso en las más tersas tandas. ¿Cómo los quiere usted,
estandarte del valor? ¿Y usted, Manzanares, con esos banderazos empacados, con
esa manera de coger el capote por los corchos, con esa mandanga sin pudor con una
burra de cabeza jibarizada que hacía quinto con sus 642 kilos? Que los
kilos no son el trapío, que ponéis la tablilla de tapadera, taurinos. Un
consejo más: vuelva a vestirse de torero. Por fuera y por dentro. Y no de
hortera de taleguillas de bandas anchas y descargadas de oro. Hala, a seguir
cortando orejas por provincias, majo, que diría su apoderado. O a Bilbao, donde
lo han anunciado mano a mano con Morante, lo que promete ser una
reedición de Jerez. Salvo que de mayo a agosto los señoritos se travistan de
tíos. Yo creo que capaces son. Tanto como conformistas en un sistema
confeccionado a su medida.
Estaba perdiéndome un toro, pero es que no era un toro, era
una cabra: el tercero lo echa para atrás normalmente la dictadura del
veterianado en una novillada. Y lo llamaban «Brigadier».
Ya cachondearse así de Madrid molesta. Pero, bueno, más chinga la actitud de
los señoritos que se dicen figuras.
FICHA DEL FESTEJO
Monumental de las Ventas. Jueves, 29 de mayo de 2014. Vigésimo primera
de feria. Lleno de "no hay billetes". Toros de El Pilar, muy desigual de hechuras y seriedad; sin trapío el
pitorrón y desfondado 3; muy bueno el guapo y bajo 2 de final rajado; noble por
el derecho el serio y algo gazapón el 1; un caballo aniñado el manejable y
mansote 4 sin humillar; otro corpulento mulo sin cara el 5; humillador y bravo
el hechurado 6.
Sebastián Castella, de azul marino y oro. Metisaca y estocada.
Aviso (silencio). En el cuarto, pinchazo y estocada. Aviso (silencio).
José María Manzanares, de azul pavo y oro. Estocada contraria
(silencio). En el quinto, dos pinchazos y media estocada atravesada (silencio).
Alejandro Talavante, de canela y oro. Estocada trasera y
atravesada (silencio). En el sexto, pinchazo hondo y tendido, dos pinchazos y
estocada. Aviso (ovación de despedida).
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