El rejoneador conquense corta
tres orejas a un lote no fácil de Fermín Bohórquez con una sensacional
contundencia 'estoqueadora'; Pablo Hermoso de Mendoza cuaja una importante
faena con el mejor toro; confirmó alternativa sin suerte Manuel Manzanares.
Pablo Hermoso de Mendoza dejando cátedra de buen toreo en tarde de triunfo para Sergio Galán. Foto: EFE |
ZABALA DE LA SERNA
Pablo y el lío.
Aunque al final el gordo de la Puerta Grande lo conquistó Sergio Galán. Una remontada. Tres orejas. Tres en uno. Hermoso, Galán y el cartel de «no hay billetes». Como si fuera
Pamplona. Mendoza y una faena de
taco. Pablo Hermoso de Mendoza al
completo. El genio de Navarra volvió la plaza bocabajo con la belleza de «Disparate» y esa suerte que en su día
bautizamos como hermosina, cuando el
caballo torea por dentro y a dos pistas con uno y otro perfil, como si virase
una muleta imaginaria, como si torease con el reverso. Pablo I de Navarra
alumbró la creación la pasada temporada en Bilbao (17 de agosto), donde también
cosió el ritmo del toro, como el que contaba este «Orihundo» de Fermín Bohórquez, a sus estribos de
plata. Lo bordó Hermoso. Si acertó
con los dos hierros de castigo de salida antes, atinó después en la
interpretación del rejón de muerte en un encuentro de suma lentitud. La
colocación trasera exigió el descabello. Un absurdo vital. La oreja cayó con
incontestable peso.
Mayor toro pero no mejor fue el hondo y montado tercero de Bohórquez.
Sergio Galán puso todo de su cuenta
desde su clasicismo con el valiente «Ojeda»
por dentro y en el tierra-tierra con un «Trópico»
enfrontilado. Expuso muchísimo. Como con las cortas sobre «Artista». Fulminante el 'volapié'
para empatar al maestro estellés. De justicia el trofeo, primer giro de llave
del portón de la gloria.
Los discípulos de Pablo
ya se cuentan por generaciones, pues todo el rejoneo moderno desciende de su
escuela. Pero ninguno tan directo como Manuel
Manzanares, que ayer confirmó alternativa de sus manos. Muy fácil y con los
nervios atados el nuevo Manzanares
ecuestre con un toro obediente pero sin chispa. «Farruquito» destelló en su buena y preparada cuadra.
El apretado cuarto se paró a plomo entre algún arreón que
otro. Ni las piruetas de «Dalí» ni la
torería de «Viriato» pisando terrenos
comprometidos levantaron la faena de Hermoso
de Mendoza.
Remontó Sergio Galán
todas las trampas del destino: en mitad de la faena su caballo «Vidrié» se lesionaba y el tiempo del
cambio de montura enfrió la plaza. «Ojeda»
tomó el relevo, pero la revolución se montó a lomos de «Apolo», que se arrimó una barbaridad. En un 'piafé', todo muy cerca, esperó con las ancas la arrancada de un
quinto de desigual acometividad. Más cuando Galán amarró de verdad la Puerta Grande fue en el majestuoso par a
dos manos que erizó los tendidos como un calambre y, especialmente, a la hora
de matar de nuevo. Ya con el toro muy cerrado en tablas Sergio se volcó sobre el morrillo. Sin puntilla rodó el toro. De
ahí las dos orejas, que en total sumaban tres para remontar una carrera que no
merece tal situación. A hombros se lo llevaron por quinta vez en su trayectoria
mientras a Manzanares la suerte le
dio la espalda con el desentendido último. Andando se marchó con su padrino. Un
tal Pablo. Un genio.
FICHA DEL FESTEJO
Monumental de las Ventas. Sábado, 31 de mayo de 2014. Vigésima tercera
de feria. Lleno de "no hay billetes". Toros de Fermín Bohórquez, reglamentariamente despuntados, fácil pero sin
chispa el 1º, el mejor fue el 2º, más hecho pero parado el 3º, un 4º muy quedado,
desigual un 5º de final rajado, desentendido el 6º.
Pablo Hermoso de Mendoza, rejón trasero y descabello (oreja). En el
cuarto, dos pinchazos, medio rejón y varios descabellos (silencio).
Sergio Galán, rejón fulminante (oreja). En el quinto,
rejón (dos orejas). Salió a hombros por la Puerta Grande.
Manuel Manzanares, rejón trasero atravesado y descabello
(silencio). En el sexto, rejón que descuerda (saludos).
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