El matador madrileño cortó la
única oreja de la tarde; Fuente Ymbro lidió el toro de más clase de toda la
feria y al que Matías Tejela le hizo cosas sin cuajar; el lote de Curro Díaz se
vino abajo.
ZABALA DE LA SERNA
No se encontraron en el sorteo la clase de Uceda Leal y la de «Informador». Bien lo hubieran merecido el uno y el otro. A estas
alturas de feria, no se habrá catado un toro así. Los habrá habido más bravos,
más profundos, más encastados, pero con la clase suprema del tercero de Fuente
Ymbro ninguno. FY reemplazó la rechazada corrida de
Pereda
en buena hora. Y si llega a rematar lo que apuntaron algunos de los otros
cuatro... A Dios lo que es de Dios y a Gallardo
lo que es de Ricardo. Y, después de
merecidas bofetadas como chapelas a la empresa por escaleras, escolares,
coutos, sobreros y otras pifias, hoy toca elogio. Los fuenteymbros traían seriedad y hechuras con sus diferentes y
amplias caras; «Informador» la
cerraba como ninguno.
Desde que pisó la arena de Las Ventas, «Informador» se abría en los vuelos del capote de Matías Tejela, que lo vio claro y
aprovechó el quite para volver a volar la verónica y abrochar con media en la
que el toro colocó la embestida con inmenso planeo. Tejela es un tipo con baraka en Madrid.
Brindó a su compañero Pedro
Gutiérrez Lorenzo 'El Capea', que
presenció como MT se doblaba con «Informador», rodilla en tierra y con su
aquél. El temple del fuenteymbro
pocos toros lo derrochan. El matador alcalaíno, con la muleta en la derecha, se
acopló a la velocidad y desperdigó sus cosas hasta alcanzar la cumbre de una
serie de redondos. Enseñó al toro en toda su plenitud para por fin abandonarse.
Cénit y tumba: si así era, ¿por qué no lo había sido? Cuando lo pinchó
hondamente, la mente voló de nuevo a Uceda
Leal.
El turno de Uceda
ya había sido. Patrones de toreo clásico en su cintura. El toro que estrenaba
la corrida de Fuente Ymbro portaba una cabeza para medir de pitón a pitón,
fuerte de tren delantero, pero bajo. Superó unos inicios titubeantes y dos
volatines de mayor quebranto que el caballo: qué puñetera manía, señores
banderilleros, de dejar el capote en el hocico cuando el toro sale de hacer un
esfuerzo en un muro de 800 kilos. Se recuperó de aquello, siempre a su aire
suelto. Uceda lo interpretó
inteligentemente a su altura en la apertura de faena. Y las alturas,
precisamente, no fueron fáciles de interpretar: el buen toro, más que por
condición, por falta de poder, soltaba la cara en los finales de viaje.
El toreo en redondo se produjo. Sentido Uceda, mecido en ese tramo y vaciando muy largo y por abajo para
evitar el punteo. La clase lo unificaba todo, como la torería de un cambio de
mano y un pase de pecho que aún se desborda por la hombrera contraria. Dibujó
también el natural tras un topetazo inicial. Y en otra serie más -el último fue
sencillamente sensacional- en la que ya le había cortado la oreja. En su
clasicismo únicamente falló poner en juego el trofeo por prolongar la faena al
uso horario moderno. Un volapié perfecto amarró la pieza.
Será Uceda el
mejor y más puro estoqueador que uno haya visto. Lo volvió a demostrar con el
cinqueño cuarto de pavorosos pitones veletos, en especial ese garfio derecho
cuyo fielato había que pasar. No se sabe aún qué luz vio para brindar al
público en el toro de FY, que se había defendido malamente
en varas y que lucía una jiba que apuntaba a dromedario... Se rajó a genio
vencido.
Curro Díaz bailó
con la pareja más fea en cuanto a juego. El quinto se desinfló tras haber
apuntado notas buenas. Díaz en
primera instancia se amontonó un poco; el toro ganó cuando le dio más sitio.
Pero sería por poco. Su primero sí que echó el freno desde el minuto uno, muy
apoyado en las manos. Un trincherazo quedó como un cartel de toros. Como un par
de banderillas de Ángel Otero con el
sexto, que ya hubiera querido pintar Casero.
El par digo. Porque el sexto echó el cierre de la tarde antes de hora. Y Tejela se acordó de «Informador». Nos suele pasar.
FICHA DEL FESTEJO
Monumental de las Ventas. Martes, 27 de mayo de 2014. Décimo novena de
feria. Casi tres cuartos de entrada. Toros de Fuente Ymbro, muy serios, con diferentes caras y buenas hechuras en
conjunto, a excepción del cinqueño, jorobado y veleto 4º, de manso genio; el
3º, bajo y estrecho de sienes, de extraordinarias clase y calidad; el noble y
buen 1º soltaba la cara a final de viaje; frenado y muy apoyado en las manos el
hocicudo 2º; apuntó el 5º, que se vino abajo como el entipado 6º.
Uceda Leal, de rioja y oro. Gran estocada (oreja). En
el cuarto, estocada y dos descabellos (silencio).
Curro Díaz, de rosa pálido y oro. Estocada rinconera
(silencio). En el quinto, metisaca y estocada corta (silencio).
Matías Tejela, de rioja y oro. Media estocada tendida y
tres descabellos. Aviso (saludos). En el sexto, pinchazo hondo y dos
descabellos (silencio).
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