sábado, 10 de mayo de 2014

FERIA DE SEVILLA 2014 – DÉCIMA CORRIDA: Juan José Padilla, héroe popular

Juan José Padilla
CARLOS CRIVELL
Fotos: EFE

La imagen querida de Juan José Padilla se adueñó de la tarde. La típica corrida del sábado a la que acude un público festivo y generoso fue fiel a lo que se conoce de pasadas ediciones. Por tercer año se repitió el mismo cartel de toros y toreros en la fecha del sábado de farolillos. Esta corrida es el día de la marmota. Se repite un año tras otros con los mismos argumentos. El público disfruta sin exigir a los espadas un mínimo de clase; sale casi siempre una buena corrida de toros, que suele ser  desaprovechada por la terna. Pero no pasa nada. Es posible que en 2015 se repita esta combinación, aunque a tenor de la actitud de alguno de ellos, El Cordobés, lo más probable es que se haya llegado al final del invento.

Se salvó Padilla porque es un héroe para el pueblo y porque puso a contribución del triunfo toda la carne  en el asador. Su presencia fue acogida con júbilo. El jerezano no escatimó ningún esfuerzo; al revés, lo  intentó todo.

Se fue a portagayola en el segundo. Tiene mérito. En esa puerta ha sufrido cogidas tremendas. Al quinto lo toreó con el capote a la verónica con gusto y reposo. Puso banderillas con entrega y algunos pares de perfecta ejecución.

Con el público de su parte, Padilla comenzó de rodillas, siguió con la derecha y a partir de ahí el animal, de buena condición, fue bajando sus prestaciones y la faena no tomó altura. La plaza pidió la oreja, tal era el tipo de asistentes, y se dio una vuelta en la que fue proclamado el hijo más querido del escalafón.

Todavía le quedaba el quinto, un toro excelente por movilidad y fijeza. La corrida de Torrestrella, variada y noble, tuvo su mejor ejemplar en el llamado «Pastelito», que no se cansó de embestir, a veces con la cara alta. Padilla, que lo había cuajado de capa, volvió a entusiasmar con los palos y trazó una faena de mérito desde los estauarios del inicio a los adornos finales. Embistió por los dos lados y por ambos se relajó el jerezano antes de matar de una estocada muy trasera. Ahora la oreja se pidió con estruendo. Lo dicho, Padilla es un héroe para el pueblo y bien que se lo ha ganado con su testimonio.

El resto del festejo fue una pesadilla para el buen aficionado, que alguno debería estar por la plaza. Fue una pena que toros tan dóciles se fueran al desolladero sin torear.

El caso de El Cordobés fue llamativo. Manolo Díaz mostró una actitud extraña de principio a fin, como si estuviera ausente, desmotivado, deseando acabar cuanto antes con el compromiso. Solo así se explica que al primero apenas lo probara por el derecho, por donde no tenía mayores problemas, para luego verse superado por la izquierda y cortar por lo sano. No es una actitud normal en un torero voluntarioso, de calidad justa, pero sin ninguna duda pundonoroso.

Más extraño fue lo que sucedió en el cuarto, otro toro noble que parecía tardo en sus embestidas, lo que debió ser más porque El Cordobés le escondió la muleta desde que se puso delante. Así era imposible. Había dejado la lidia en manos de su  banderillero Raúl Caricol, y lo mató en cuanto tuvo la primera oportunidad. Se preguntaban algunos si no estaría enfermo, pero se supone que de ser así no se habría vestido de luces para dar una imagen tan patética.

El Fandi completó una tarde más en Sevilla con sus habituales virtudes y defectos. Este año han ganado los contras de un torero que en ninguno de sus dos reses se quedó quieto con la muleta. El tendido gozó con sus banderillas, todas colocadas a toro muy pasado, aunque ciertamente espectaculares. Algún lance al sexto tuvo el sello que el de Granada ha mostrado en el pasado.

Sus dos faenas de muleta fueron un ejemplo de cómo desperdiciar a reses más que potables sin lograr el mínimo lucimiento. En permanente movimiento, bailando toda la tarde, es imposible torear medio bien. El tercero fue un prodigio de movilidad; el sexto embistió mucho. El Fandi dejó infinidad de pases sin dejar ninguna huella. / Diario El Mundo de España

FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Sevilla. Sábado, 10 de mayo de 2014. Décima de Feria. Tres cuartos de plaza. Toros de Torrestrella, bien presentados, justos de raza y nobles en general. Quinto y sexto, los mejores en conjunto. Minuto de silencio por Antonio Codeseda.
"El Cordobés", de celeste y oro, pinchazo y media atravesada. Silencio. En el cuarto, pinchazo y  estocada. Algunos pitos.
Juan José Padilla, de grana y oro, pinchazo y estocada. Vuelta al ruedo, En el quinto, estocada muy trasera. Una oreja.
"El Fandi", de caña y oro, estocada caída. Silencio. En el sexto, estocada atravesada. Ovación.
El Fandi
El Cordobés

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