miércoles, 21 de mayo de 2014

BALANCE DE HERIDOS: 'En la enfermería rompí a llorar'

Mientras David Mora evoluciona positivamente aún en la UCI, Nazaré y Fortes se recuperan ya en planta y recuerdan la dramática corrida suspendida en Las Ventas.
David Mora, quien se recupera de una fortísima cornada que puso en riesgo su vida ayer en Madrid, en tarde sangrienta tambien para sus compañeros de cartel
«Aquello parecía Vietnam». Así recuerda la tarde del martes en Las Ventas uno de los  heridos de guerra, Antonio Nazaré, un valiente de luces que junto a David Mora y Jiménez Fortes vivió desde el lado más amargo de una tarde histórica para el toreo con la suspensión tras el segundo toro con todos los matadores en la enfermería. Los tres se recuperan bien en la madrileña Clínica Virgen del Mar.

De todos, el peor parado fue Mora, con la femoral arrancada y sangrando a borbotones  camino de las prodigiosas manos del doctor García Padrós, que ayer repasó para  ELMUNDO el estado del toledano. «La cornada puso en riesgo su vida pero pudimos  controlarlo. Pasó una noche con muchas molestias pero no ha tenido fiebre ni hemorragias», decía, mientras el apoderado del torero, Antonio Tejero, recordaba el drama a última hora de la tarde. «Han decidido dejarle un poquito más en la UCI. Perdió mucha sangre y entró en la enfermería en 'shock'. Afortunadamente está mucho mejor, he podido hablar con él y está muy animado. Me dijo que tenía que salir por una puerta o por otra», dice.

Sus compañeros de terna, Nazaré y Fortes, se recuperan ya en planta en habitaciones  enfrentadas. El primero respiró tranquilo con los resultados de las pruebas realizadas en su rodilla derecha. «Tengo roto el ligamento colateral interno. Me han dicho que son seis semanas de recuperación pero el 19 de junio toreo en Sevilla y voy a estar sí o sí», dice Nazaré, que evita el quirófano.

«Lo que pasó engrandece la Fiesta porque se valora el hecho de ponerse delante de un  toro. Toreamos con un torniquete y la gente lo considera normal, piensa que no padecemos. Pero no somos superhéroes y las cosas nos duelen. La responsabilidad nos hace seguir; Saúl y yo por ejemplo queríamos salir a toda costa pero fue totalmente imposible. Y rompí a llorar», finaliza Nazaré antes de pedir un deseo. «Que vengan a vernos la misma cantidad de medios cuando cortemos las orejas».

Justo enfrente, en la habitación 208, Fortes se muestra tranquilo bajo la mirada de Mary, su madre, novillera en su día y consciente de que ese toro de Los Chospes «le iba a herir por la agresividad que tenía». El malagueño, con 11 cornadas ya en el cuerpo, afirma que lo importante de la tarde «es la intensidad y la verdad con que se vivió todo. Fuimos a dar la cara y por eso pasan estas cosas», dice Fortes, que pidió ser operado y salir al ruedo de nuevo pero que se encontró la negativa de los médicos, que para colmo se encontraban interviniendo aún a Mora. Ahora, «orgulloso y psicológicamente fuerte», sólo piensa en  volver a torear con una fecha en mente: la del 30 de mayo en Córdoba. / LUCAS PÉREZ – Diario El Mundo

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