Tras varios años de paupérrima gestión taurina
RUBÉN DARÍO VILLAFRAZ
@rubenvillafraz
Finalmente la Comisión Taurina Municipal de Maracaibo ha
llamado a licitación la que una vez, muy lejana por cierto, fue una feria taurina
a tomar en cuenta en el calendario taurino nacional. El rumbo perdido de su
seriedad, el tipo de toro que se lidia en ella, el bajo grado de importancia
que los toreros, afición, las propias autoridades y empresa taurina en general le
habían colocado en su esmero, le habían llevado al foso de la trascendencia.
Se trata de la feria taurina en honor a la Virgen de la Chiquinquirá,
patrona de los zulianos, el cual por los días de mediados de noviembre tiene su
epicentro, por las cuales ha pasado varios años su gestión la familia Marubini. Primero Don Roberto, y luego su hijo, el promotor
de espectáculos, Alessandro, quien en
las últimas ediciones le ha dado al ciclo ferial marabino un carácter pachanguero,
muy lejos de la relevancia que debiera tener una plaza que como todas tiene su
personalidad y sentido propio para vivir y albergar la fiesta brava.
Las mencionadas autoridades de la CTM, en la persona de uno
de sus miembros aficionado Juan Carlos Rincón
Velazco, siguiendo instrucciones de la actual alcaldesa de la ciudad, Eveling Trejo Álvarez de Rosales, han
llamado a la apertura del proceso de licitación de la organización de los
festejos taurinos, sin especificar por cuantos años y bajo que modalidad.
El paulatino detrimento en la calidad y números de espectáculos
realizados en la temporada ferial , así como la exigua participación en cuenta
de la afición fuera de los días de feria, han hecho de esta plaza un mero
escenario ayuno de solera, razón por la cual las señaladas autoridades quieren
devolver con un proyecto de gestión que abarque todas estas circunstancias, sin
olvidar, el carácter vinculante que para ello debe de jugar los taurinos y aficionados
que rigen los destinos del monumental redondel Las Trinitarias de la capital zuliana.
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