El torero de Galapagar reapareció
en el contexto de Juriquilla y su toro ante 4.000 personas para despedir a su
íntimo Fernando Ochoa. *** En España reaparecerá el 19 de junio en Granada, con
tres toros de Garcigrande y tres de Victoriano del Río, junto a Finito de
Córdoba y "una joven promesa".
ZABALA DE LA SERNA
José Tomás
reapareció en Juriquilla (México) en la madrugada de este sábado 4 de mayo,
hora española, después de 20 meses sin vestirse de luces desde la inolvidable
mañana del 16 de septiembre de 2012 en Nimes. «¿'Juri' qué?», se pregunta el consumidor de toros sin más
pretensiones. El antiguo pueblo de Juriquilla es hoy una zona de elevado nivel
económico y social situada en el norte de la ciudad de Santiago de Querétaro y
que cuenta con una placita para 4.000 espectadores que regenta Juan Arturo Torres Landa, conocido
cariñosamente como el Pollo Torres Landa, de la poderosa
familia de los ilustres mismos apellidos.
«¿Y por qué José Tomás se ha ido tan lejos para torear tras una
temporada entera en blanco por la fractura ósea de su pie derecho?», se
vuelve a cuestionar el público taurino. Por amistad sencillamente. Por la que
le une desde hace muchísimos años al matador de toros Fernando Ochoa, que se despedía de la profesión.
La crónica de la agencia EFE habla de una «faena de época» y la del portal
'Mundotoro.com' de «un recital de toreo y
pasión», lo que, conociendo el puro concepto del fenómeno de Galapagar, y
una vez visionados los vídeos, no desmerece de la realidad ni con el
profiláctico de la frialdad de las imágenes del vídeo, pero en el contexto del
toro de Juriquilla, como también se ve en los vídeos y en las fotografías de la
apoteósica tarde.
José Tomás no había
vuelto a torear en tierras mexicanas desde su gravísima cornada de
Aguascalientes el 24 de abril de 2010. Y en España no lo hace desde el 3 de
agosto de 2012 en Huelva, mano a mano con Morante de la Puebla. «¿Y esta temporada?», se interroga otra
vez el espectador de a pie. Una vez descartó el propio torero su participación
en Fallas o Málaga -plazas que entraban en principio en las quinielas, no así
Sevilla ni Madrid-, JT ha elegido Granada en lugar de Bilbao, la corrida del
Corpus -jueves 19 de junio- en vez de la llamada del Aniversario de la capital
vizcaína, que hubiera supuesto una percha argumental a otro año que se perfila,
de momento y salvo sorpresas, sin compromisos más allá de Valencia en julio,
Málaga en agosto o Nimes en septiembre, todas gestionadas por Simón Casas.
Para la cita de la granadina Monumental de Frascuelo -la
plaza de mayor aforo de segunda categoría-, José Tomás ha escogido tres toros de la ganadería de Garcigrande
y otros tres de la de Victoriano del Río, a Finito
de Córdoba por delante y «una
joven promesa con proyección» para cerrar el cartel.
El 'unplugged' de
Juriquilla, el concierto íntimo, que se escribiría en el mundo musical, el
partido amistoso por la amistad, que se diría en el planeta futbolístico,
desgranó una «faena de época», según EFE
y algunos testigos presenciales, que se quedó sin el broche vital de la espada,
lo que hubiera significado «el rabo».
José Tomás y Fernando Ochoa abandonaron la placita de Juriquilla a hombros, pues
JT había desorejado al primero de la exitosa tarde, bautizado en la tablilla
como Siempre Amigo.
La reseña de 'Mundotoro.com' decía textualmente lo
siguiente: «Lleno. Toros de Fernando de la Mora (3º, 5º, de arraste lento, 6º y
7º, éste de regalo, también de arrastre lento) y Los Encinos (1º, 2º y 4º),
correctos de presentación y con opciones en líneas generales. Peor el sexto.
José Tomás, que reaparecía, dos orejas, ovación con saludos y vuelta al ruedo y
Fernando Ochoa, que se despedía, ovación, oreja, silencio y dos orejas». / Diario El Mundo de España
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