El
diestro francés, encargado de descorchar las corridas de toros de San Isidro
2018, es el primero de los cinco matadores con triple comparecencia en la
isidrada más larga de la historia.
MARÍA
VALLEJO
Diario EL
MUNDO de MADRID
Este miércoles saltará al ruedo de Las Ventas el
primer toro de San Isidro, coronado con la divisa roja y amarilla del
centenario hierro de La Quinta -que vuelve a lidiar, por segundo año
consecutivo, la primera corrida de toros de la isidrada-. En el burladero de
matadores, percal en mano, le esperará Juan Bautista. Con esa mezcla de
"responsabilidad, ilusión, recuerdos y preocupaciones" que se agita
frenética en la cabeza a todo aquel que se viste de luces durante las horas
previas a hacer el paseíllo en el maratón isidril.
"La fecha de Madrid es siempre especial y
distinta a todas las demás", dice a EL MUNDO Bautista. Que carga con el
cometido tácito de inaugurar las corridas toros del ciclo: "Siempre se ha
dicho que el que da primero da dos veces. Las cosas no han salido como quería
en las primeras corridas de mi temporada española, y torear en el inicio de la
feria es una bonita oportunidad para iniciar la remontada".
Como también lo es el encaste Santa Coloma y, en
especial, el hierro de La Quinta. Presagio de bajío en la carrera del torero
galo tras acompañarlo en grandes triunfos: la pasada temporada cortó un rabo en
Mont de Marsan; un año atrás, desorejó a un toro de la ganadería andaluza en su
triunfal encerrona en Nimes y, en 2013, el francés indultó a «Golosino» en
Istres.
"La Quinta y yo nos hemos entendido de
maravilla durante los últimos años y eso me da mucha tranquilidad. Aunque se
trata del toro de Madrid, que cambia en muchos aspectos, las importantes faenas
que he cuajado con esta ganadería y las fantásticas sensaciones que me ha
regalado en la plaza me ayudan a afrontar la cita del miércoles con una gran
confianza", afirma Bautista, el primero de los cinco matadores con triple
comparecencia en el San Isidro más largo de la historia.
"Vengo a San Isidro con tres ganaderías muy
distintas (lidiará las corridas de La Quinta, Núñez del Cuvillo y El Pilar los
días 9, 25 y 31 de mayo, respectivamente) porque siempre he aceptado retos y
diferencias de hierros y encastes tanto en mi país como en España. Es algo que
el aficionado busca y que, además, a mí siempre me ha gustado hacer, no sólo en
la plaza, sino también en mi preparación. Por eso, intento variar al máximo
posible los encastes y las ganaderías a las que voy a tentar", dice el
torero galo preguntado por sus tres tardes isidriles. La última de las cuales
encierra un aliciente especial: "Es un honor para mí representar a mi país
en la Corrida de las Seis Naciones. A todos se nos hará muy raro prepararnos y
mentalizarnos para matar un solo toro, pero Madrid se merece un acontecimiento
tan bonito y novedoso como ese".
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