LUCAS PÉREZ
@lucasperezest
En agosto de 1988, Vicente Ruiz, 'El Soro' toreó
una tarde en la plaza de Pontevedra. En su cuadrilla estaba el llorado Manolo
Montoliú, quien al hacer el paseíllo se dio cuenta de la presencia de Camilo
José Cela en una barrera de sombra. Y hacia él se dirigió para ofrecerle el
capote de paseo. -Va por usted, a todos nos honra con su presencia-, le dijo.
El Soro, atento a su banderillero, se percató de aquello y, confundido por los
nervios del momento, la lejanía y cierto parecido por la calva y las grandes
gafas, le preguntó a Montoliú:
- Al que le has dado el capote es Marcial Lalanda,
¿verdad?
Montoliú, en vez de sacarle de su error, decidió
gastar una broma a El Soro.
- Claro que sí, y además deberías brindarle un
toro. El Soro le hizo caso y se fue hacia él antes de iniciar la faena de
muleta a su primer toro.
-Maestro, por lo que usted ha sido, por ser un
referente para todos los toreros y por el quite de la mariposa-, le dijo.
Todos, Cela principalmente, se quedaron extrañados por el brindis.
Finalizada la corrida, le informaron a El Soro del
error y del ridículo que había hecho. Entre risas, en el hotel, apareció Camilo
José Cela para agradecerle el brindis.
-Perdóneme señor, me pareció usted el maestro y
estos cabrones me gastaron una broma-, se excusó El Soro ante escritor.
-No pasa nada, hombre, no sabes lo que me he reído
con esto. Además de que yo, en mis inicios, quise ser banderillero.
Al año siguiente, Camilo José Cela fue galardonado
con el Premio Nobel de Literatura. El Soro, al enterarse, exclamó: -¿El Nobel a
Cela? ¡De eso nada, el Nobel ha sido para Marcial!
Anécdotas
extraídas del libro '300 anécdotas taurinas', del que La Esfera de los libros
acaba de editar la segunda edición
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