El torero se somete a una
rehabilitación intensiva de fisioterapia para poder comparecer el viernes en su
tercera cita isidril tras abrir la Puerta Grande este miércoles. Componen el
cartel Manzanares y Cayetano.
Diario EL MUNDO de
Madrid
Sebastián Castella se está sometiendo a una rehabilitación
intensiva de fisioterapia para poder comparecer en Las Ventas mañana viernes.
El torero de Béziers, que este miércoles salió a hombros en Madrid tras
resultar cogido por el segundo de su lote, está siendo tratado de una herida
por asta de toro que recorre todo el talón, así como hematomas múltiples y un
esguince de rodilla que venía arrastrando. "Tiene puntos en todo el talón del pie
izquierdo y las contusiones son tantas por todo el cuerpo que le duele hasta
respirar", afirma su fisioterapeuta, José Antonio Salas Lluch.
Castella se ha sometido a una primera sesión de tres horas
con láser, ondas de choque, ultrasonidos y electroterapia, a la que seguirá una
nueva sesión de rehabilitación de cuatro horas más esta tarde. Será entonces
cuando se decida si el torero se encuentra en plenas condiciones para poder
hacer el paseíllo este viernes en Madrid.
"Lo primero es que llegue. Si lo conseguimos, el
segundo objetivo es que toree sin recurrir a una infiltración", explica el
fisioterapeuta del diestro.
Para Castella, comparecer en su tercera tarde en San Isidro
es fundamental: "Mi principal objetivo es volver a torear este viernes en
Madrid, pero si lo hago, he de hacerlo en plenas condiciones físicas, porque es
lo que merece la primera plaza del mundo" dijo el diestro, anunciado con
la corrida de Victoriano del Río junto a José María Manzanares y Cayetano.
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