LUCAS PÉREZ
@lucasperezest
Durante la retirada más larga de José Tomás, la que tuvo
lugar entre los años 2002 y 2007, la aparición de Alejandro Talavante despertó
de nuevo el tomasismo dormido entre sus seguidores más incondicionales. Un
mismo concepto, una misma filosofía y un mismo «descubridor», el llorado
Antonio Corbacho. A sus órdenes se puso en primera línea del escalafón.
Las similitudes entre José Tomás y Talavante se construyeron
bajo la base de la profunda admiración del extremeño hacia el torero de
Galapagar. Y, coincidencias de la vida, Talavante se crió profesionalmente
hablando en una localidad vecina a la de José Tomás, Colmenarejo, donde posee
una peña taurina desde sus inicios.
Un año, en sus inicios, un joven Talavante fue a ver torear
a José Tomás a Badajoz.- «Allí fuimos un grupo de alumnos de la escuela a verle
y nos arremolinamos en torno a él. Yo me quedé un poco fuera y me apoyé en una
pared mientras mis amigos le pedían cosas. Pero para mí era un Dios y no me
atrevía ni a hablar con él. De repente, José Tomás llamó a El Kiki, -su mozo de
espadas-, y le dijo:
-"Tráeme una muleta y un capote".
- "Por sorpresa, eran para mí".
Y ahí surgió una frase a modo de promesa de Talavante a José
Tomás:
- "Maestro, el día que confirme la alternativa en
Madrid, lo haré toreando con este capote". Dicho y hecho, el 8 de abril de
2007, acompañado de El Juli y José María Manzanares, el extremeño confirmó la
alternativa con el toro «Mariposón»,
de El Puerto de Santa María, al que recibió, como había prometido, con el
capote que le había regalado años antes José Tomás y que ahora conserva en un
sitio destacado de su casa.
Anécdotas extraídas del libro
'300 anécdotas taurinas', del que La Esfera de los libros acaba de editar la
segunda edición.
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