LUCAS PÉREZ
@lucasperezest
Diario EL
MUNDO de Madrid
Almodóvar del Campo. Cena de gala de entrega de
trofeos taurinos. Y entre los premiados están José Pedro Prados El Fundi y Luis
Miguel Encabo. Una vez finalizada la cena, todos se despiden y Encabo sale unos
minutos antes a la carretera. «Nada más salir, me paró la Guardia Civil y me
hizo un control de alcoholemia. Como no había bebido nada, pues di cero». La
sorpresa llegó cuando los agentes le devolvieron la documentación al matador.
-Perdone, pero es que me suena mucho su cara.
Usted es torero, ¿no?
-Sí, soy Luis Miguel Encabo.
Fue entonces cuando el guardia civil se lanzó y le
pidió una fotografía de recuerdo. Encabo se la dio encantado, pero poniendo una
condición.
-Mire, ahora tiene que pasar por aquí El Fundi,
que viene en un Mercedes negro. Sólo se ha bebido una copa de vino cenando,
pero a cambio de la foto le pido que le pare y le asuste usted.
Dicho y hecho. Apenas dos minutos después aparece
El Fundi y los agentes le paran y se dirigen a él con especial seriedad y poco
humor.
-Buenas noches. Control de alcoholemia. ¿Ha bebido
usted?
-Bueno, apenas una copa de vino, cenando.
-Muy bien, pues introduzca la boquilla en el
aparato y sople fuerte. El rostro de El Fundi cambió cuando el agente, gran
actor improvisado, se dirigió a él con cara de muy pocos amigos.
-Conque una copa de vino, ¿eh? ¡Usted se ha bebido
la botella entera, caballero!
El Fundi, perplejo, no daba crédito a lo que
estaba sucediendo, hasta que, poco después y habiendo sufrido ya unos minutos,
el guardia civil le confesó la «trastada» de su amigo Encabo.
Evidentemente, El Fundi había dado negativo y pudo
continuar conduciendo sin problemas, a cambio, eso sí, de otra foto para el
agente más taurino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario