El diestro José María Manzanares, que cortó dos
orejas, fue el triunfador de la corrida celebrada en Valladolid con motivo de
la festividad de San Pedro Regalado, en la que Morante de la Puebla logró
también un trofeo, mientras que Alejandro Talavante se marchó de vacío con el
lote más deslucido.
Gran expectación en el coso del Paseo de Zorrilla
para ver la segunda actuación de Morante, tras su vuelta ayer en los ruedos en
Jerez. Casi se llenó la plaza, con público venido de toda la geografía
nacional, lo que provocó que el festejo comenzara con quince minutos de
retraso, debido a las largas colas para acceder a los tendidos.
Poca historia tuvo el primero de la tarde,
Vinatero, un toro que punteaba los engaños. Morante, al que molestó el viento,
eligió terrenos de rayas para un trasteo casi íntegramente basado en la zurda,
dejando algún natural de bella factura dentro de un conjunto sin relieve.
Desafortunado con los aceros.
En su segundo turno, con el cuarto, anduvo muy
torero su inicio de faena por ayudados por alto y firmó sobre la diestra buenos
momentos, con un toro que echaba la cara arriba a mitad del viaje. Molestó
mucho el viento, lo que condicionó la búsqueda continua de terrenos más
resguardados.
Pero mantuvo el sevillano la enjundia sobre la
diestra en la corta distancia, en las tablas, a lo largo de una faena de largo
metraje, y de menos a más, rubricada con una estocada entera, perdiendo la
muleta. Cortó una oreja.
Jugó bien los brazos a la verónica Manzanares con
el segundo, con el que se desmonteró "El Suso" con los palos. Faena
intermitente del alicantino sobre la diestra en la que hubo pasajes presididos
por el empaque y la prestancia pero en tandas demasiado cortas ante un toro que
repitió en la embestida pero justo de fortaleza. Oreja al canto.
Manzanares, con el quinto, un toro más apretado de
carnes y ofensivo por delante, lo llevó a media altura, pero sin poder sacarlo
a los medios por el viento. Corrió bien la mano diestra, con temple y
continuidad, sin embargo, resultaron excesivos los tiempos muertos. Feo
metisaca en el primer envite, aunque la estocada entera en la suerte de recibir
en el segundo intento le valió otra oreja.
Supo a poco la actuación de Talavante, que inició
la faena del tercero con estatuarios, para continuar con tandas cortas por
ambos pitones ante un toro bondadoso pero de escaso fuelle. Fácil el torero
extremeño, dentro de un conjunto falto de relieve.
El sexto, un toro claudicante, no le dio la más
mínima opción, y el extremeño decidió de forma acertada abreviar. / EFE
FICHA DEL FESTEJO
Toros de Núñez del Cuvillo, correctos de presencia, nobles, justos de raza y
fuerzas.
José
Antonio "Morante de la Puebla", silencio y oreja tras aviso.
José
María Manzanares, oreja y oreja.
Alejandro
Talavante, ovación y silencio.
La plaza rozó el lleno en los tendidos en
tarde ventosa y de fresca temperatura.
"Morante de la Puebla" tuvo la visita inoportuna en el ruedo de Peter Jennsen, el polemico y tarifado antitaurino que se lanzó al ruedo, ante la repulsa de todos los presentes. |
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