jueves, 31 de mayo de 2018

Discreto paso de Colombo en su doble presencia por Madrid

Silenciado en su confirmación y vuelta al ruedo en la Corrida de las Naciones
Padrino de lujo para Colombo, contando a Enrique Ponce y de testigo Sebastián Castella, este último saliendo en hombros. Foto: EFE 
RUBÉN DARÍO VILLAFRAZ
@rubenvillafraz

División de opiniones ha sido el veredicto que ha sentenciado el público en los escaños de la Plaza de Toros Monumental de Madrid presente en las dos actuaciones que este pasado miércoles y jueves han contado como protagonista para la afición venezolana del espada tachirense Jesús Enrique Colombo, el cual en la tarde de su confirmación de alternativa fue silenciado en ambos astados que despachó, mientras que en su segundo paseíllo, en el marco de la Corridas de las Naciones Taurinas, dio vuelta al ruedo tras leve petición, en el que cerró festejo.

Tomamos como criterio el de dos referencias del periodismo taurino, como lo son el de Paco Aguado de la agencia EFE y Vicente Zabala de la Serna del Diario El Mundo de Madrid sobre el paso de Colombo por la arena de Las Ventas, para dar crédito de lo señalado.

Describe Aguado en su crónica del miércoles sobre Jesús Enrique «se mostró voluntarioso con el primero, que pareció acusar ciertos problemas de visión, y se vio desbordado por la impetuosa bravura del sexto. Y quién sabe si también por el desaforado ambiente de una tarde de mezcladas y encontradas emociones en una plaza que atraviesa por una seria crisis de personalidad. Y de criterio», esto a colación tras el dramático triunfo conseguido esa misma tarde por el diestro galo Sebastián Castella tras el corte de dos orejas, con posterior salida por la Puerta Grande en dicho festejo.

Por su lado Zabala de la Serna en la crónica de la edición del jueves el cual titula El bodrio internacional, escribe de la segunda tarde de Colombo ante el único astado que despacharía: «arreó con dos largas cambiadas y con las banderillas ante el último. Estrecho de sienes y levantado del piso. El par al quiebro lo clavó en la paletilla. Así que pidió perdón con otro más de poderosa ejecución. Encajado y por abajo sobre la derecha, sufrió un derrote como un gancho al mentón. Quedó grogui. Volvió a la pelea con aquella movilidad ayuna todo lo demás. Su actitud acabó con una contundente estocada. También se pidió sorprendentemente el trofeo. Tan huérfana de emociones la gente».

Con ello se salda los trascendentales compromisos que tenía en agenda en San Isidro Jesús Enrique Colombo, quien proseguirá campaña a la sazón de sus éxitos alcanzados en otras plazas, como fueron Valencia y Nimes en la presente campaña.

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