LUCAS PÉREZ
Diario EL
MUNDO de Madrid
Conocida es la estrecha amistad desde hace años
del futbolista Sergio Ramos con el torero Alejandro Talavante. No es
sorprendente, por tanto, que en 2012, el matador estuviera invitado a la boda
de Miriam, la hermana del internacional de la Selección Española. Alejandro
quiso llegar puntual a la ceremonia. Por eso partió con tiempo hacia la iglesia
del Salvador de Sevilla. Cuando llegó, su sorpresa fue no ver a nadie. Pese a
ello, esperó un rato con la seguridad de que los invitados irían llegando. Pero
pasaba el tiempo y allí no aparecía nadie del enlace. Mosqueado, el torero no
entendía que no hubiera nadie. «Yo entiendo que haya bodas discretas, pero es
que allí no había nadie. Solo mi pareja y yo», recuerda.
Y nervioso, llamó a Sergio Ramos. «Me saltó el
contestador, por lo que llamé a su hermano René, que me contestó en medio de un
gran ruido».
- René, ¿dónde estás?
- Pues dónde voy a estar... en Polonia, con
Sergio, en la Eurocopa...
- Pero ¿y la boda?
- ¿Qué boda? ¿Dónde estás tú?
- Pues en la boda de vuestra hermana, en la
iglesia de San Salvador, pero aquí no hay nadie.
- Claro que no hay nadie, como que no es hoy,
Alejandro, es dentro de un mes, el 15 de julio. Y es que el torero se equivocó
y fue casi un mes antes de la fecha correcta...
El capote de la suerte
Precisamente de esa Eurocopa guarda Sergio Ramos
un grato recuerdo relacionado con Talavante. El 1 de julio, España jugó la
final de la Eurocopa de Fútbol frente a Italia en Kiev. Sergio Ramos invitó al
matador para que presenciara en directo el choque, pero compromisos
profesionales del extremeño le impidieron estar finalmente en el estadio. Sin
embargo, para estar simbólicamente cerca, Talavante le envió a Ramos uno de sus
capotes de brega para que le diera suerte y para que, en caso de victoria, el
defensa sevillano siguiera los pasos de Raúl, que acostumbraba a celebrar los
títulos con un buen puñado de verónicas sobre el césped. Dicho y hecho. España
ganó 4-0 y Ramos, fiel a su promesa y a su amigo, toreó con grandes maneras y
se fotografió con su capote señalando el nombre de Talavante por la parte
trasera.
Toros y fútbol, otra vez de la mano.
Anécdotas
extraídas del libro '300 anécdotas taurinas', del que La Esfera de los libros
acaba de editar la segunda edición
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