LUCAS PÉREZ
@lucasperezest
Toreaba Julio
Aparicio en la vieja plaza de toros de Vitoria en 1994. Un año en el que el
torero madrileño había puesto boca abajo la Monumental de las Ventas con la
histórica faena del 18 de mayo al toro' Cañego' de Alcurrucén, la ganadería de
esta tarde en Las Ventas.
Todo iba sobre
ruedas esa temporada y Julio llegó lanzado a Vitoria la tarde del 6 de agosto.
Allí, tras una faena de inspiración ante un toro de Andrés Ramos que cerraba el
festejo, cortó una oreja gracias, en parte, al efecto que su singular desplante
provocó en los tendidos. Tirado en el suelo. Desafiante. Como tomando el sol.
Oreja que, sumada a la cortada en su otro enemigo, le abrieron la puerta
grande. Este desplante, este gesto, lo repitió Miguel Abellán en la plaza de
toros ecuatoriana de Ambato, el 15 de febrero de 2010. Entonces, frente al toro
'Mimador', un sobrero de regalo de Miralbueno, el madrileño copió el gesto de
Aparicio, que provocó también la reacción del tendido hasta conseguir el
indulto del toro.
Anécdotas extraídas del libro '300 anécdotas taurinas', del que La
Esfera de los libros acaba de editar la segunda edición.
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