Cayetano |
CARLOS CRIVELL
@carloscrivell
Diario ELMUNDO de
Madrid
La edición sesenta de la Goyesca revivió la presencia de un
rejoneador, como ocurrió en tantas ocasiones de los comienzos de esta corrida.
Ronda, monumento por sí mismo, fue la de siempre en la Goyesca. La plaza no parecía
llena al comienzo, pero al final se vendió todo el papel.
Lo del rejoneador no aportó nada al festejo. El toro de
Pasanha no valía nada y Manuel Manzanares no progresa como caballero. Durante
el tiempo del rejoneo se acabó de llenar la plaza.
Manzanares es un torero muy goyesco. En su sexta presencia
en Ronda ha confirmado su buen momento. No pudo ser en el primero, al que toreó
con tanta elegancia como falta de ligazón, lo que era imposible ante un toro
nada dispuesto a repetir sus arrancadas.
El segundo de su lote no se tenía en pie en los primeros
compases de la lidia. Pasó por el picador sin apenas recibir castigo. Pero era
ese tipo de toro con calidad suprema que, cuidado y mimado por Manzanares, se
vino arriba y comenzó a embestir por abajo. El toro ideal para que el de
Alicante compusiera una sinfonía torera con elegancia y buen gusto. Fue una
labor compacta en la que algunos muletazos, con un codilleo llamativo, tuvieron
una emoción incontenible. Muletazos por la derecha y la izquierda, siempre
templado, muchas veces rematando por adentro sin desplazamientos, todo fue
grande en la faena. Lo fue también la estocada citando a recibir. Dos orejas y
salvoconducto para la gloria rondeña.
Cayetano siguió en esa línea de entrega arrebatada que ya
mostró en Málaga. Es cierto que a veces dominan las ganas sobre la técnica,
pero lo que nunca falla es su majestad. Al primero de su lote lo recibió con
cuatro derechazos de rodillas. La primera parte fue exhuberante por majestad.
En la segunda parte, el animal colaboró menos y todo surgió con cierto barullo.
Y en entrega total, Cayetano toreó a la verónica de forma
primorosa en el sexto. Fue otro inválido que se dejó torear en la muleta.
Cayetano se abandonó después de un cante por fandangos surgido del tendido. Los
muletazos con la derecha sin la ayuda fueron bellísimos. El inválido se
mantuvo; lo mantuvo este Cayetano que volvió a poner de manifiesto esos
detalles de la marca Ordóñez que figuran en sus genes. Así, los ayudados, las
trincherillas, esa mano derecha en alto al torear al natural... Lo mató mal y
la obra no tuvo firma.
Terminada la corrida, como quiera de sus compañeros habían
abierto la Puerta Grande, pidió el sobrero. El quite de Ronda, una larga de
inicio y gaoneras finales, provocó el delirio. Quieto en los estatuarios,
solemne en los de la firma, mayestático en los derechazos y afanoso al natural,
así estuvo Cayetano con el de regalo, noblón, soso y manejable. Los de rodillas
al final fueron la guinda de la apoteosis, que con la estocada llegó al
entusiasmo desbordado.
López Simón le cortó una oreja al tercero, toro vulgar y
descastado, por su inteligencia al plantear la faena, su buena colocación y su
conexión con el público al meterse entre los pitones al final.
El último de la tarde fue una birria en todos los sentidos.
Pocas fuerzas, cara alta, media arrancada, es decir ni siquiera un toro
moderno. El de Barajas se puso cerca, insistente, recibiendo el clamor por
aguantar en medios pases con semejante especia bovina. Se metió entre los
pitones sin haber enjaretado ni una tanda completa. Todo fue muy celebrado. El
valor y el sitio de Simón fueron patentes. Los rodillazos finales provocaron
una explosión.
Se fueron a hombros los matadores en una apoteosis muy
rondeña. En la retina, el toreo perfumado de Manzanares sobre el albero de la
plaza de piedra.
XL CORRIDA GOYESCA | Manuel Manzanares, José María Manzanares,
Cayetano Rivera, López Simón
Un toro de Pasanha para
rejones, de poco juego y siete de Garcigrande,
el último lidiado como sobrero de regalo por Cayetano, correctos de presencia,
nobles, flojos y justos de raza. Con calidad, 4º y 5º, aunque muy flojos.
Manuel Manzanares, dos rejones de muerte (saludos).
José María Manzanares, de plomo y azabache. Pinchazo y estocada
contraria (saludos). En el quinto, estocada (dos orejas tras aviso).
Cayetano, de perla y azabache. Estocada tendida (una
oreja). En sexto, dos pinchazos y estocada (saludos tras aviso). En el sobrero,
estocada trasera (dos orejas).
López Simón, de obispo y azabache. Estocada contraria
(una oreja). En el séptimo, pinchazo y estocada contraria (una oreja).
Manzanares y López
Simón salieron a hombros.
Plaza de toros de Ronda. 10 de septiembre de 2016. XL Corrida Goyesca.
No hay billetes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario