Así mismo Cadavid este pasado fin de semana
Vanegas, Colombo, Cadavid… peleándose los triunfos por arenas españolas. Foto: EFE |
RUBÉN DARÍO VILLAFRAZ
@rubenvillafraz
Notable y de reconocer el grado de madurez que están
demostrando los novilleros venezolanos Jesús Enrique Colombo y Manolo Vanegas
en España, específicamente en su respectivas campañas taurinas, donde han
triunfado con notable peso.
El caso, por ejemplo, de Colombo se representa en su
triunfal actuación que tuvo lugar en la localidad toledana de Villaseca de la
Sagra el pasado viernes, donde despachó reses de los Herederos de Don Salvador
Cebada Gago, toda una verdadera corrida de toros e cualquier parte del planeta
taurino, complicada y a la defensiva, de la que tuvo como balance artístico ovación
y silencio, actuando al lado del sevillano Curro Durán (ovación y silencio) y
el mexicano Leo Valadez (oreja y vuelta al ruedo).
Siguió su campaña este domingo en la localidad madrileña de Villa
del Prado donde pasaportó reses de La Guadamilla y uno de Blanca Hervás,
destacando la gran dimensión de Jesús Enrique, al cortar cuatro orejas y un
rabo, festejo en la que actuaría junto al sevillano Pablo Aguado (dos orejas) y
Alejandro Gardel (ovación y oreja).
Por su parte Manolo Vanegas actuaria igualmente este pasado
domingo en novillada matinal en el Coliseo galo de Arles, en la lidia de reses francesas
los hierros de Blohorn y Jalabert (4º, 5º, 6º), de juego dispar. De tal modo
que Vanegas tuvo de saldo (oreja y ovación) mientras que el mexicano Leo
Valadez (oreja y ovación) y el coleta local Andy Younes (ovación y oreja). Destacan
de la actuación de Vanegas la seguridad con el acero, y la inteligencia para
entender sus antagonistas.
Cierra balance la gran actuación que desarrolló el veterano
espada José David Cadavid el pasado sábado en la localidad toledana de
Navamoercuerde, en festejo mixto al lado de los matadores de toros Antonio
Rodales (silencio y oreja) y Javier Antón (dos orejas y oreja) despachado
cuatreños de Los Eulogios, mientras que Cadavid cortaría oreja en su primero y fuerte
ovación en el que cerró plaza, ante serios astados del hierro de Víctor y Marín.
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