La rehabilitación costará 405.000
euros y permitirá espectáculos diversos y funcionar como parque urbano abierto.
*** El esqueleto histórico y los elementos singulares se mantendrán para permitir
su reversión a festejos taurinos en un futuro.
HÉCTOR FERNÁNDEZ
Diario ELMUNDO de
Madrid
@Hectorfdez
Mientras que en toda España los antitaurinos y animalistas
ejercen presión para acabar con la fiesta nacional, Orihuela, una de las
principales ciudades de la provincia de Alicante, nada contracorriente. Su
alcalde, el 'popular' Emilio Bascuñana, ha presentado el proyecto de
rehabilitación de la plaza de toros del municipio, un edificio histórico de
1907 en abandono y estado de ruina desde hace 30 años.
El objetivo es consolidar su estructura básica por si en un
futuro se deciden retomar los festejos taurinos; proteger el patrimonio
cultural; y al mismo tiempo dotar a la ciudad de un nuevo espacio polivalente
abierto para espectáculos diversos y uso de los vecinos.
Según explicó el alcalde se trata de una "asignatura
pendiente" que los ejecutivos locales anteriores (del PP, los Verdes y
PSOE) "no tuvieron ni voluntad ni determinación" de acometer que
ahora es posible gracias a los remanentes de tesorería -costará 405.000 euros
el proyecto y la obra- y la necesidad imperiosa de, o derribar o consolidar el
edificio, para aumentar la seguridad en la zona. Y es que ambos planes habían
sido proyectados por el arquitecto local Rafael Legidos en anteriores mandatos.
Ahora se llevarán a cabo mediante una modificación del proyecto para una
actuación intermedia.
Bascuñana, que definió el proyecto como "realista a la
vez que ambicioso", dio paso a Legidos para que diese a conocer los
detalles de una actuación sobre toda la manzana que ocupa el edificio y con la
que Orihuela ganará 7.500 metros cuadrados de suelo público y ajardinado.
Según explicó el arquitecto, el coso taurino oriolano se
construyó en una estructura de tres a anillos circundantes a un ruedo de 1.420
metros cuadrados: el primero de piedra de sillería, el segundo en voladizo
sustentado sobre viguetas de acero actualmente muy dañadas tras 30 años a la
intemperie y el tercero sobre viguetas de madera, completamente en ruina. Por
eso se procederá a la demolición de los dos anillos de la andanada de tendidos
(dejando testigos de su ubicación original) mientras se consolida y limpia el
primer anillo de mampostería como gradas del nuevo coso.
Además de las mejoras en accesibilidad, el proyecto recoge
que los elementos singulares descritos por el arqueólogo municipal, como rejas,
portones y burladeros serán restaurados e integrados en la nueva plaza que
contará también con aseos, un kiosko-cafetería y salas polivalentes. Por su
parte, los corrales donde han crecido árboles de gran tamaño se podrán y el
suelo se ajardinará poniendo en valor la manzana siempre "dejando la
huella visible del antiguo edificio", concluyó Legidos.
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