Cachondeo pueblerino en el cierre de feria

Tercera y última corrida de la Feria de la Virgen de Regla

Una vergüenza de espectáculo lo visto y observado por parte del palco presidencial en el curso de la tarde de ayer, concediendo ocho orejas (cuatro de ellas simbólicas tras dos indultos polémicos) y una vuelta al ruedo al 5º toro que solo una actitud rara y poco ecuánime se permite. Al final toreros y ganaderos en hombros sin una tanda de muletazos a destacar…

RUBÉN DARÍO VILLAFRAZ

@rubenvillafraz

TOVAR, Enviado Especial.- ¡¡¡Vergonzoso!!! Así se puede catalogar el balance artístico del mano a mano que ayer en el marco de la última corrida de la Feria de Tovar tuvo lugar, donde los diestros actuantes Rafael Orellana y Esaú Fernández, salieron en hombros de una ridícula parodia de lo que debe ser una corrida de toros en una plaza y feria con tradición y respeto, que ayer, parece ser que lo mancillaron hasta más no poder. Queda el ejemplo: por acciones como estas repetitivas, es que acabaron con una feria que no hace mucho era envidia, como fue la de Maracaibo. Que sirva esto como reflexión.

Entrar en detalles de un festejo de este tipo da pena. Solo queda el clamor que para la inmediata edición se coloque coto irregularidades como estas que lejos de hacer afición como muchos creen (así lo consideran borrachos e ignaros que pululan con propiedad de llevar los destinos de una fiesta brava en decadencia), hacen un daño terrible pues lo visto en el ruedo poco o nada se contrastaba con lo que luego la supuesta autoridad consideraba. Toda una tómbola.

La ficha del festejo puede dejar en claro la aberración de lo que se vio ayer, un despropósito que deja en el análisis como se puede implosionar lo poco de seriedad y respeto que debe de guardar la fiesta brava en un país como Venezuela, donde con hechos como estos, dejan ver que asistimos y somos testigos de una parodia.

Con el debido respeto que merecen los toreros alternantes ayer, Orellana (palmas, dos orejas simbólicas y dos orejas) y Esaú (oreja, dos orejas simbólicas y una oreja) en un mano a mano que contaba otros ingredientes que hicieron de esto la mejor entrada de la feria, que nada o poca culpa tienen, pues ellos hicieron lo que bien saben hacer, torear y matar a estoque el lote de astados presentado y aprobado… allá aquello que parecía que estuviésemos en una competencia de quien cortar más orejas, sea como sea, con méritos o sin ello para ello.

Triste fin a una feria, que deja en la retina otras cosas buenas, pero lo de ayer, simplemente ¡¡¡VERGONZOSO!!!

  

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de Toros Coliseo El Llano de Tovar.

Domingo 11 de septiembre 2016. III corrida de la 173ª Feria de Tovar

Con poco más de tres cuartos de plaza (aproximadamente 6500 personas) en tarde soleada y calurosa, se ha lidiado seis toros de LOS RAMÍREZ (Ricardo Ramírez) en su conjuntos faltos de remate, evidentemente manipulados de pitones cuyos no correspondían con el trapío presentado, con nobleza y recorrido a menos en distintos grados, además de mínimamente castigados en varas. Los corridos en 3º lugar «Industrioso» N° 243 de 430 kilos y en 4º lugar «Socorrito» N° 240 de 425 kilos fueron ridículamente indultados. Así mismo el lidiado en 5º lugar  «Harrys» N° 248 de 425 kilos fue del mismo modo premiado con una inaudita vuelta al ruedo.

Pesos: 435, 446, 430, 425, 425 y 445 kilos

RAFAEL ORELLANA

 (Berenjena y oro con remates en blanco)

Palmas, dos orejas simbólicas y dos orejas.

ESAÚ FERNÁNDEZ

(Sangre de toro y oro con cabos blancos)

Oreja, dos orejas simbólicas y oreja.

INCIDENCIAS: Destacaron en la vara Luis Quintana y en banderillas Carlos Pizutto y Fabián Ramírez. *** El festejo comenzó con un retraso de 35 minutos luego de actos previos como el reconocimiento del festejo 100 en ruedos venezolanos del espada local Rafael Orellana. *** Irreglamentariamente se paseó el rabo del 5º ejemplar, producto del apasionamiento exorbitado de palco presidencial y empresa. *** Irreglamentariamente e irrespetuosamente se alternaron criterios de dirección de lidia por parte del palco presidencial en el curso del festejo convirtiendo en una verdadera pachanga la concesión de trofeos.