Surgieron
nuevas suertes
Una
de ellas consistía en detener a caballo al toro en su carrera con una vara
larga, la cual llevaba casi siempre una puya en su extremo
ADIEL
ARMANDO BOLIO
Especial
para VUELTA AL RUEDO
Del toreo en la primera mitad del siglo XVIII se
conoce a través de la obra de don Heriberto Lanfranchi, “La Fiesta Brava en
México y en España”, se sabe que a finales del siglo XVII empezó a ser usual en
los festejos taurinos, una nueva suerte a caballo que, sin embargo, no era
practicada por los caballeros.
“Consistía en detener al toro en su carrera con
una vara larga, la cual llevaba casi siempre una puya en su extremo. Era suerte
acostumbrada en las ganaderías y fueron, precisamente, vaqueros o gente del
campo los primeros en darla a conocer en los cosos citadinos. Con el paso del
tiempo, esta suerte habría de transformarse bastante hasta llegar a ser la
actual suerte de varas que todos conocemos.
Precisamente, dichos varilargueros o picadores, en
unión de los ayudantes a pie de los caballeros, fueron los que tomaron el lugar
de éstos en los cosos taurinos, cuando la nobleza, de acuerdo con el gusto
real, los abandonó a principios del siglo XVIII.
Además, la fiesta taurina no solamente se hizo
plebeya sino que se convirtió para los que tomaban parte en ella en un oficio
remunerado. Hasta finales del siglo XVII, las corridas de toros eran una
actividad no lucrativa, pero ya a partir del XVIII todo aquel que se enfrentó a
los toros, a pie o a caballo, ya no lo hizo por simple afición sino como un
profesional que recibe dinero a cambio de su trabajo. Los espectadores, de la
misma manera, al tener que pagar para presenciar el espectáculo que hasta
entonces casi siempre había sido gratuito, empezaron a extremar sus exigencias
con los lidiadores.
Durante la primera mitad del siglo XVIII, el toreo
a pie, excepto en el momento de la estocada, siguió subordinado al toreo a
caballo. Los varilargueros, como reminiscencia del toreo caballeresco,
siguieron siendo las figuras principales del espectáculo, permanecían en el
ruedo durante toda la lidia del toro e intervenían cuando buenamente querían,
repartiendo puyazos a diestra y siniestra.
Por otra parte, los toreros a pie también
intervenían en la lidia sin orden alguno, buscando sólo su lucimiento personal,
ésta era desordenada al máximo y no tenía ni remotamente la formalidad que hoy
en día se exige. Si con algo tendríamos que comparar aquellos festejos
taurinos, sería con las actuales capeas pueblerinas, donde cada improvisado
lidiador hace lo que le da la gana.
Sin embargo, la estructura rudimentaria que en
aquella época tenía la lidia, así como los lidiadores que en ella intervenían,
matadores, picadores y peones, no habría de modificarse ya en lo esencial sino
simplemente ordenarse, perfeccionarse y reglamentarse para darle coherencia al
espectáculo y acabar por dividirlo en los tres tercios tradicionales bien
definidos: Capa-caballos, banderillas, muleta-estoque”. Continuará…
DATO
Los toreros a pie también intervenían en la lidia sin orden
alguno, buscando sólo su lucimiento personal pues ésta era desordenada al
máximo
Tauromaquia
Mexicana la defiende: La Fiesta Brava no se dobla
El esforzado grupo Tauromaquia Mexicana (TMX) se
ha dirigido a la comunidad taurina a través de un comunicado, para hacer saber
que, a pesar de la contingencia sanitaria que se está viviendo y de los ataques
antitaurinos, de ninguna manera se “bajara la guardia”, al contrario, se
fortalecerá la difusión, apoyo y defensa de la Fiesta Brava. Este es el documento.
“Ante uno de los momentos más críticos que ha
enfrentado la humanidad en los últimos tiempos, la Tauromaquia no está exenta
del grave problema ocasionado por la pandemia del Covid-19.
En TMX sabemos y estamos conscientes de que la
tauromaquia en México entrará en un profundo periodo de recesión. Sin embargo,
la defensa de esta actividad no puede parar, ya que las organizaciones que
pretenden abolirla mantendrán su campaña para prohibir esta tradición cultural,
que es fuente de ingreso para miles de familias mexicanas.
Por esta razón, el Consejo Ejecutivo de TMX ha
decidido continuar con el trabajo que ha venido realizando, con la misma fuerza
y entusiasmo como lo ha hecho desde su fundación. Hoy en día se ha contratado
el sistema de reuniones virtuales zoom, a través del cual mantendremos todas
las juntas de los comités de trabajo de TMX y presidentes de capítulos.
TMX ha reajustado su estructura interna para poder
dar continuidad a este movimiento nacional. El staff de nuestra asociación está
plenamente comprometido con la causa, por lo que se reasignarán funciones y
responsabilidades para que puedan afrontar esta contingencia con las menores
afectaciones posibles.
Reiteramos nuestro compromiso con la defensa y
difusión de la tauromaquia y seguiremos pendientes, bajo las circunstancias
actuales, de las iniciativas prohibicionistas que se propusieron antes del
cierre de los Congresos.
Proseguiremos con las labores de cabildeo
político, daremos seguimiento a los amparos que TMX ha gestionado, mantendremos
contacto con las autoridades competentes y reiteraremos nuestra defensa ante la
Organización de las Naciones Unidas, para evitar que a las niñas y niños les
sea prohibida la entrada a las plazas de toros.
Continuarán los proyectos culturales y daremos
mayor énfasis en la difusión de contenidos taurinos en las redes sociales para
reforzar nuestra argumentación para mantener vigente la tauromaquia. Esta
circunstancia requiere refrendar el compromiso de todos los aficionados y
profesionales de la tauromaquia para mantener en pie este esfuerzo de nueve
años.
En Tauromaquia Mexicana estamos decididos a
afrontar esta contingencia y estamos preparados para regresar a los ruedos una
vez superada esta adversidad. Atentamente, el Consejo Ejecutivo Tauromaquia Mexicana”.
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