Informe
de la AIT sobre las actuaciones más recomendables para superar la crisis
Todos
los sectores implicados en la Tauromaquia debieran abordar --casi todas ya han
hecho algo-- la situación priorizando la negociación, la mediación y la
conciliación, con las ideas claras en cuanto a que se impone un nuevo y
especial trato en las relaciones que rigen el sector ante las actuales
circunstancias. En este sentido, el Equipo Jurídico de la Asociación Internacional
de la Tauromaquia ha realizado un interesante y muy oportuno informe con
recomendaciones, jurídicas y no jurídicas, a la hora de afrontar el nuevo
escenario en el que ya se mueve el mundo del toro. Traemos a nuestras paginas
el texto íntegro de este Informe.
La pandemia del Coronavirus se encuentra causando
estragos en la economía global, y el sector taurino en España no escapa a esta
situación generalizada. Ya tenemos los anuncios de suspensiones de las Ferias
de inicio de la Temporada 2020, y todavía no terminamos de ver en el horizonte
la dimensión de los daños. Sin embargo, no hay que esperar al final para tomar
medidas, de hecho, debemos trabajar sobre la marcha en las rectificaciones a
que haya lugar.
La suspensión de ciclos feriales causa un nocivo
efecto cascada en el mundo del toro, que va desde las empresas hacia los demás
actores que intervienen en la planificación de la temporada, es decir,
ganaderos, toreros, aficionados, hasta las mismas corporaciones públicas, que
requieren altos niveles de coordinación.
Ante este difícil panorama, la presente nota
elaborada por nuestro equipo jurídico, busca destacar diferentes planes de
acción y asuntos que deben ser estudiados por los distintos actores del sector,
resaltando la importancia, entre otras cosas de:
1.- El cumplimento de normas de seguridad y salud
pública que regulan la acción del Estado para proteger a los ciudadanos, las
reglas y usos aplicables a las plazas de toros y a los demás festejos populares
taurinos, así como las iniciativas privadas que promueven el actuar con
prudencia en un contexto tan complejo.
2.- Planes de contingencia para minimizar los
daños. Las partes implicadas deben evaluar la realidad de sus circunstancias actuales
y ser activas en tomar medidas que permitan reducir los efectos negativos de la
pandemia. Las partes deben evitar asumir obligaciones que desmejoren su
situación actual, reduciendo y/o paralizando eventuales órdenes de compra y/o
solicitando postergación de pagos, cuando sea necesario. Asimismo, parece
apropiado en las presentes circunstancias hacerse asesorar en asuntos fiscales
en temas como el impacto de los compromisos asumidos, o declaraciones de
pérdidas sobre cuentas incobrables, que puedan ser amortizadas por reglas
fiscales que estén en vigor.
3.- Revisión de las cláusulas por hecho fortuito y
fuerza mayor, para contemplar su alcance en las suspensiones o aplazamiento de
espectáculos por el Coronavirus, sobre compromisos contractuales. Tenemos ante
nosotros una situación extraordinaria cuyo manejo escapa en buena medida del
control de las partes, por lo tanto, debe ser tratada de acuerdo con su nivel
de complejidad.
LOS ACTORES DEL SECTOR TAURINO
Independientemente de las decisiones que asuma el
gobierno central en materia laboral, de salud y seguridad para enfrentar la
crisis del Coronavirus y sus consecuencias económicas, corresponderá a los
actores del sector taurino, sin demora, trabajar en el análisis, diagnóstico y
la toma de decisiones para enfrentar la crisis económica derivada:
A.-
EMPRESARIOS:
1.- Revisar las normas legales y condiciones
contractuales aplicables a la situación actual, y que permitan la búsqueda de
soluciones a través del diálogo, la negociación o la mediación, a los fines de
reducir los riesgos de conflictos y litigios.
2.- Estudiar la aplicación de cláusulas de fuerza
mayor, que minimicen los efectos negativos de las circunstancias actuales, por
la ocurrencia de eventos imprevistos que están fuera del control de las partes
y que hacen que las obligaciones sean de imposible cumplimiento.
3. Favorecer el aplazamiento y no la suspensión,
cuando sea posible, como vía alterna a la materialización de los compromisos,
negociando entre las partes costos del diferimiento.
4.- Estudiar la aplicación de cláusulas de seguros
que puedan prever estas circunstancias, y sus derivadas.
5.- Revisar las escalas de precios de las entradas
para estimular la vuelta del público al espectáculo, tomando en consideración
que la crisis va a afectar la asistencia del aficionado a las plazas y de públicos
interesados en la fiesta.
B.-
GANADEROS:
Los ganaderos verán como el campo se llena de
toros, con la carga de tener que asumir los costos de mantenimiento, transporte
y sanidad. En este caso, el sector ganadero deberá considerar:
1.- Renegociar contratos y ajustar fechas que
favorezcan aplazamientos. La alternativa menos deseada es la de enviar los
ejemplares al matadero, asumiendo pérdidas indeseadas. Una opción será que los
ejemplares en la edad límite, vayan a las calles cuando los festejos populares
se reactiven.
2.- Solicitar ayudas públicas al campo, nacionales
y europeas, para enfrentar pérdidas por las eventuales cancelaciones, que
favorezcan reajustes en la cabaña.
3.- Dada la peculiaridad de la crisis, es
importante acudir a los incentivos oficiales que faciliten el mantenimiento del
empleo en el campo.
C.-
TOREROS:
Los Toreros deberán hacerse de asesoramiento
especializado para replantear sus temporadas, que serán abruptamente alteradas
por las suspensiones, con el evidente perjuicio económico, al ver reducidas el
número de fechas de contratación. Ante esta situación sobrevenida, se puede
considerar:
1.- Reajuste de su calendario profesional, para
que las suspensiones se conviertan en aplazamientos, aun cuando en la
negociación se tengan que hacer ajustes de fechas, compañeros de cartel y
ganaderías, entre otros.
2.- No estamos ante una temporada normal, por lo
que no deben descartar rebajas de honorarios en las fechas pendientes,
recurriendo, si fuese necesario, a la reclasificación de sus respectivos grupos
de profesionales.
3.- Renegociación de las relaciones con sus
cuadrillas de banderilleros y picadores, a fin de que mediante el diálogo y la
conciliación, se enfrente esta atípica temporada en condiciones satisfactorias
para las partes, ofreciendo compensaciones aceptables.
D.-
CUADRILLAS DE PICADORES Y BANDERILLEROS:
Las agrupaciones de picadores, banderilleros y
afines, también deberán estudiar el replanteamiento de la temporada. En este
caso, los asuntos a considerar pueden ser:
1.- Atención a las decisiones del Ejecutivo, y
analizar jurídicamente el alcance de la declaración oficial de fuerza mayor
como motivo de las resoluciones contractuales.
2.- Apostar por los aplazamientos de ferias, y
festejos puntuales, y no por las suspensiones, a fin de que la merma del número
de festejos, ya de por sí a la baja, no termine causando la deserción de
miembros de las filas de profesionales.
3.- Revisión de los baremos retributivos,
especialmente en el caso de las novilladas, para favorecer su viabilidad y
facilitar la reactivación del sector.
E.-CORPORACIONES:
Los ayuntamientos, comisiones taurinas y
estamentos oficiales, involucrados en la celebración y promoción de
espectáculos taurinos, tendrán la responsabilidad en:
1.-Reajuste de sus calendarios de Ferias y
Fiestas, en cumplimiento de las obligaciones constitucionales.
2.-Renegociación de obligaciones, favoreciendo la
mediación y los arreglos amistosos, así como la exoneración o aplazamiento de
obligaciones impositivas.
3.-Revisión de los pliegos de condiciones en
cuanto al costo del piso de plaza y demás conceptos, que inciden en el alto
costo espectáculo.
4.-Facilidades para la celebración de festejos en
fechas no ordinarias, y estimular la celebración de novilladas, con y sin
caballos.
5.- Revisión de los precios de entrada a las
plazas, y contemplar la reducción del IVA aplicable al espectáculo, entre otras
medidas que estimulen la vuelta de los públicos a las Ferias.
6.- Incentivos fiscales en aquellas ferias o
festejos que cambien su calendario habitual. Las nuevas fechas pueden implicar
una reducción en cuanto a la cantidad de turistas que visitan sus localidades y
plazas de toros, por lo que se deben considerar estímulos para la favorable
celebración de los espectáculos.
F.
AFICIONADOS:
Los aficionados son los que con su masiva
asistencia mantienen la fiesta de los toros y permiten que la misma se recree
año tras año. Eso les impone una seria responsabilidad en su viabilidad y
futuro.
Esta responsabilidad de ser los que sostienen la
Tauromaquia, también les otorga derechos, que deben ejercitar sin complejos y
con audacia. Por tal motivo:
1.- Las asociaciones de aficionados, abonados,
círculos, federaciones etc., deben estar vigilantes de lo que va a ocurrir con
la Fiesta de los Toros en esta coyuntura.
2.- Los aficionados no pueden ser simples
observadores y financistas pasivos de la fiesta de los toros, por el contrario,
deben ser proactivos, interactuando con las corporaciones, a fin de que la
Tauromaquia encuentre pronto el camino de recuperación de la presente crisis.
3.- La labor de los aficionados, peñas y medios de
comunicación será fundamental para divulgar información confiable, que permita
la vuelta a la plaza y a la celebración de los festejos.
EN CONCLUSIÓN
La Tauromaquia es el segundo espectáculo de masas
de España. Su actividad genera abundantes recursos a las arcas del Estado, además
de ser uno de los más genuinos elementos culturales de la identidad de este
país, que motiva a millones de turistas a incluirla entre sus destinos
predilectos.
No nos queda duda que la Tauromaquia va a
sobrevivir a la crisis del Coronavirus, pero esto solo se alcanzará,
satisfactoriamente, con la cooperación de todos los actores.
Las partes implicadas deberán abordar la situación
privilegiando la negociación, la mediación y la conciliación, con las ideas
claras en cuanto a que se impone un nuevo y especial trato en las relaciones
que rigen el sector, ante las actuales circunstancias.
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