El
toreo en México
Estoquear
de esta manera era aún muy usual en la época de “Pepe Hillo” y no era mal visto
como lo es en la actualidad
ADIEL
ARMANDO BOLIO
Especial
para VUELTA AL RUEDO
Continuando con el tema el “Toreo en México de
1821 a 1885”, dentro de la obra la “Fiesta en México y en España”, del
historiador Heriberto Lanfranchi, nos dice que en su tauromaquia, José Delgado
“Pepe Hillo” no indica si después de haber dado la estocada debía retirarse el
estoque, pero don José de la Tixera (seguramente el verdadero autor de dicha
tauromaquia) en otro de sus escritos, opina que la estocada de mayor mérito era
el metisaca bajo. Esta opinión permite deducir que estoquear de metisaca era
aún muy usual en la época de “Pepe Hillo” y que no era mal visto como lo es en
la actualidad.
Y continúa: “El metisaca era un recuerdo de la época
caballeresca del toreo, principalmente del empeño a pie, en el cual no era bien
visto que el caballero se separara de su espada y siéndole permitido herir en
las partes más vulnerables del toro”.
Acostumbrados los públicos a esta manera de herir
a los toros, cuando el toreo ya fue asunto de profesionales, no les importó
mucho ni la colocación ni el número de estocadas, ni si el estoque quedara o no
embozado en el cuerpo del toro. Sin embargo, a finales del siglo XVIII y
principios del XIX, ya muchos espectadores exigían que el matador dejara el
estoque en el cuerpo del toro para apreciar si la suerte había sido bien
ejecutada o no. No eran de la misma opinión otros aficionados, los cuales veían
con malos ojos que el acero quedara introducido en el toro, como actualmente molesta
a muchos aficionados que un torero vuelva a entrar a matar sin haber extraído
previamente el estoque anterior. Además, hiriendo por lo alto, como sucede en
la actualidad, los matadores pinchaban más veces y cuando lograban la estocada,
ésta tardaba mucho más en hacer su efecto, es decir, que el toro no moría de
inmediato, lo cual no era del agrado de muchos espectadores, sobre todo cuando
los peones empezaban su infernal danza, tratando de acelerar los efectos de la
estocada con capotazos y vueltas.
Aquellos espectadores consideraban que el metisaca
era una suerte más adecuada, pero a la larga predominó la opinión contraria y
en tiempos de Francisco Montes ‘Paquiro’ (1840) sólo se aceptaba el metisaca
para despachar toros ilidiables”. Continuará…
DATO
A finales del siglo XVIII y principios del XIX, los
espectadores exigían que el matador dejara el estoque en el cuerpo del toro
para apreciar si la suerte había sido bien ejecutada o no
Pie. La estocada a finales del siglo XVIII /
ADARBO
Pie. Aspecto de una corrida de toros en 1833, en
el coso de San Pablo, en la Ciudad de México / ADARBO
Gente abusiva: Pide
dinero a nombre de un novillero
Se comunicó con nosotros, más que alarmado, el
torero retirado Carlos de la Peña, ahora empresario y padre del novillero Paco
de la Peña, para informar que el chaval no tiene autorizado a nadie para que
pida ayuda en su nombre y por ello aclara que Paco es menor de edad y por eso
no puede cerrar ni autorizar ningún trato.
Las únicas personas que están autorizadas para ver
por la carrera de Paco son el licenciado Francisco Antonio Carmona Miñón, el
doctor Iván Chávez en el estado de Hidalgo y, por supuesto, el padre de Paco,
Carlos de la Peña, por ser menor de edad.
Es por ello, que los padres del torero, María Margarita Miranda Terán y Carlos de la Peña, piden a la familia
taurina que se tenga mucho cuidado con el aparente abusivo matrimonio que conforman
Andrés Serrano Poza y Estrella Velasco, quienes se han dado a
la tarea de solicitar dinero prestado para supuestamente a quien dicen es su
sobrino, Paco de la Peña, argumentando que al morir sus padres, lo cual es una
gran mentira, se quedó sin familia.
De ahí que los padres del prometedor novillero
piden que la gente no de deje sorprender ya que estas personas timan al cobrar
lo que piden, no pagan y lo único que hacen es bloquear al chaval.
Por lo tanto, María Margarita y Carlos, padres de
Paco, gozan de buena salud y reiteran a los aficionados que se dejen sorprender
por esta gente. Es increíble que en estos momentos tan difíciles que se viven
por una pandemia, haya gente de esta calaña que se dedica a cometer fraudes
amparados en un menor de edad.
Pie. Paco de la Peña es un novillero con futuro /
Cortesía Carlos de la Peñ
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