El
recordado empresario y ganadero de reses bravas emeritense, actualmente
residenciado en la ciudad de El Vigía sufre un cuadro agudo de bronconeumonía
que se ha exacerbado tras su progresivo cuadro de deterioro neurológico.
RUBÉN DARÍO
VILLAFRAZ
@rubenvillafraz
No son tiempos buenos para enfermarse. Nunca lo ha
sido, pero en estos momentos de confinamiento, restricciones y limitaciones, se
hace más delicado el asunto, y más sí para ello se tiene un cuadro
neurodegenerativo de base. Es el caso que ocupa al recordado ganadero y
empresario taurino emeritense, Don Fabio Grisolia Guillén, uno de los más
exitosos impulsores y promotores de lo que en su momento fue la gran Feria del
Sol, que por denominación propia se le llamó el “Carnaval Taurino de América”.
El hecho es que Don Fabio Grisolia Guillén viene
presentando desde hace poco menos de una semana un delicado cuadro respiratorio
agudo que los galenos en el Hospital Tipo IV de El Vigía han diagnosticado como
una bronconeumonía. Y para tal efecto, la ayuda de su actual esposa y compañera
de batallas los últimos años como es Doña Janeth, ha sido fundamental para
sortear las dificultades ya señaladas, en estos momentos donde más se hace
evidente ese sentimiento de amistad con la se debe acompañar quien ha obrado en
bien en el camino de la vida.
Al hilo telefónico que tenemos ocasión de
compartir junto al matador de toros en retiro caraqueño, Álvaro de la Fuente,
nos señala «Ha sido complicado, porque el hecho de estar Fabito hospitalizado
implica el que se requiera que quienes le cuidamos y estemos pendientes de él
nos traslademos en la mañana, tarde y noche, y ello con lo escaso del
combustible en este país en los actuales momentos es complicadísimo, aparte de
lo que representa la búsqueda de medicamentos y otras necesidades propias de un
paciente».
Es de reconocer que Don Fabio Grisolia Guillén ha
sido y sigue siendo una persona de una enorme empatía con quienes siempre le
hemos reconocido su altruismo, su don de gente, su trato afable y en especial
lo grande que fue como ganadero y empresario del lio del toro a lo largo de
toda la década de los ’80. Ello ha hecho que muchos quienes vivimos esa gran
época taurina en Mérida le reconozcamos y animemos en este momento de duro
trance para él y su familia.
De antemano el acelerado cuadro neurodegenerativo
del Parkinson que le viene aquejando desde hace tres años a la fecha viene a
unírsele a este cuadro respiratorio que rogamos a Dios que le devuelva a su
hogar lo más pronto posible, ante el riesgo que así mismo este tipo de paciente
corre en los actuales centro de salud venezolanos.
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